Los activistas saharauis retenidos en el aeropuerto de Barajas desde hace varias semanas han iniciado una huelga de hambre para denunciar las «condiciones de insalubridad» en las que permanecen allí y pedir al Gobierno español que cumpla con su «deber» de asilo político y les conceda la libertad.
Fátima Fadel, abogada de algunas de estas personas, ha confirmado a la agencia Efe que la protesta comenzó este sábado y está siendo secundada por 29 activistas de los «más de 30» que se encuentran en Barajas, todos ellos hombres distribuidos entre las terminales 1 y 4. El Ministerio de Interior ha confirmado este lunes la huelga, aunque reduce el número a una decena y se resiste a confirmar que son ciudadanos saharauis.
El sábado una veintena de manifestantes, muchos de ellos familiares de los treinta activistas saharauis retenidos en el aeropuerto de Barajas, reclamaron frente a la sede del Ministerio de español Interior su libertad y la concesión de asilo, y denunciaron las condiciones «infrahumanas» en las que, aseguran, viven allí a día de hoy.
Estas personas, denunciaron, son presos políticos perseguidos por Marruecos por sus labores de activismo. Fadel asegura que la situación es de «extrema gravedad». «Hay chinches, vemos sus cuerpos con señales de las picaduras. Se quejan de que están comiendo la misma comida desde hace 20 días. La situación de higiene es terrible, sumada ahora a la huelga de hambre… No ven el sol, prácticamente están presos, esas condiciones son de una prisión», afirma.
En paralelo, la abogada ha trasladado que hay «siete personas» de las 30 retenidas que tienen vuelos previstos para viajar a Marruecos, a ciudades como Casablanca o Rabat, lo que provocará, ha augurado, su encarcelamiento por su labor activista. «No se están valorando las pruebas ni el relato que están denunciando», ha lamentado la letrada.