Un pionero estudio realizado por Biogipuzkoa –Instituto de Investigación Sanitaria de Osakidetza– ha propuesto «un cambio de paradigma» en la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), abriendo una vía para el desarrollo de nuevos tratamientos en pacientes con esta enfermedad.
Este trabajo, que ha sido coordinado por los doctores Sonia Alonso Martín, Francisco Javier Gil Bea, Gorka Gereñu Lopetegi y Adolfo López de Munain Arregui, se centra en el papel del tejido muscular en la enfermedad, proponiendo «un mecanismo inverso a la creencia tradicional de que la atrofia muscular es consecuencia directa de la degeneración de las neuronas motoras».
Según han explicado desde Osakidetza, «hasta hace pocos años el dogma aceptado era que la degeneración de las neuronas motoras induce la atrofia muscular y por tanto la aceleración de la muerte, por ejemplo, por insuficiencia respiratoria».
Sin embargo, en este estudio se propone un mecanismo inverso. Así, sugieren que «el daño en el músculo esquelético puede ser el origen del problema, afectando la conexión entre músculos y neuronas y, en última instancia, induciendo la muerte neuronal y por tanto la aceleración de la muerte».
Este innovador estudio ha identificado alteraciones en el músculo independientes y previas al deterioro neuronal, y ha demostrado que el músculo esquelético «está afectado independientemente de lo que ocurre con las neuronas motoras.
Cambio de paradigma
Tal y como indican los autores, «nuestro trabajo es fundamental al ofrecer un cambio en el paradigma de la ELA». A través de modelos celulares y animales, los investigadores han patentado un método que, al modificar la función de ciertos genes, mejora la salud muscular, la supervivencia y la capacidad motora, además de aumentar las conexiones músculo-nervio.
«Además, las muestras obtenidas gracias a la colaboración de los pacientes y familiares nos han ayudado a obtener una imagen de la afectación muscular. Asimismo, nos han permitido obtener cultivos que han ayudado a validar los resultados», señalan.
La ELA es una enfermedad «devastadora» que provoca la degeneración de las neuronas motoras y una atrofia muscular severa. Aunque es considerada como enfermedad rara por su baja prevalencia, la ELA es la tercera enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del alzheimer y el parkinson. Hasta la fecha no existe ningún tratamiento, y los ensayos clínicos, que la mayoría han estado dirigidos al sistema nervioso, han fracasado hasta la fecha.
Los autores del estudio señalan que «observando que una parte de los pacientes con ELA habían realizado una actividad física deportiva intensa, se empezó a trabajar en el tejido muscular». Añaden que «la ELA es una enfermedad que agota el metabolismo, ya que básicamente termina con las reservas energéticas del organismo».
Para llevar a cabo este estudio pionero ha sido necesaria la participación de un amplio grupo de profesionales de Biogipuzkoa (los grupos de Células Madre y Envejecimiento), Enfermedades Neuromusculares, Enfermedades Neurodegenerativas, 'Mitochondira, Health & Longevity' y el nuevo grupo NeuroRNA; (destacando el trabajo de Mónica Zufiría, Oihane Pikatza-Menoio y Maddi Garciandia-Arcelus), Hospital Universitario Donostia (Servicios de Neurología y Traumatología) e investigadores e investigadoras nacionales e internacionales de otros centros sanitarios. Los resultados del estudio realizado se publicaron en la prestigiosa revista internacional 'Acta Neuropathologica'.