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Zabaleta y Mendizabal ganan el Hiru Hiriburuak en una final que rebosa al Ogeta

Con las gradas llenas hasta la bandera, Nora Zabaleta y Goiuri Mendizabal se han impuesto en la finalísima a Mirian Arraiza y Enara Gaminde por 22-16, un duelo en el que las ganadoras se han adelantado 13-1, pero que las subcampeonas han dignificado en la segunda parte del duelo.

Zabaleta y Mendizabal posan con la txapela junto con unas dignísimas finalistas como Arraiza y Gaminde.
Zabaleta y Mendizabal posan con la txapela junto con unas dignísimas finalistas como Arraiza y Gaminde. (@HIRU HIRIBURUAK)

La histórica final del torneo Hiru Hiriburuak ha confirmado este domingo en el Ogeta con dos noticias remarcables. Por un lado, que Nora Zabaleta y Goiuri Mendizabal se han impuesto en la finalísima a Mirian Arraiza y Enara Gaminde por 22-16; por el otro, que la pelota a mano femenina no solo está viva, sino que cuenta con una base sólida para el futuro.

Hacía años que el frontón de Gasteiz, ni siquiera en las grandes finales masculinas, registraba semejantes llenazos como el de este domingo, llenándose las 2.200 localidades de la grada, al punto de que muchas y muchos pelotazales que se han quedado sin poder entrar, con una cancha que se ha llenado hasta la bandera para presenciar una preciosa final entre cuatro pelotaris muy jóvenes. El trabajo de cantera también está dando sus frutos y entre las cuatro finalistas, Nora Mendizabal, con 21 años, ha sido la más veterana.

Y aunque en principio se podía pensar otra cosa, el público que ha llenado el frontón de Ogeta ha podido disfrutar de una final bonita, con tantos preciosos y espectaculares.

El partido, sin embargo, ha tenido dos partes muy diferentes. La primera solo ha tenido un color: el azul de Zabaleta y Mendizabal. Arraiza y Gaminde han traído muy clara su estrategia para la final: evitar a Zabaleta y cargar el juego atrás, pero para ello necesitaban una superioridad en los cuadros traseros que no ha tenido la de Laukiz. Le ha costado, además, gozar la pelota a la vizcaina; Mendizabal también ha aguantado muy bien en esos cuadros largos y ahí ha aparecido el factor Zabaleta.

La goizuetarra llega a este final de temporada estival en un gran momento de forma y lo ha bordado en esta primera mitad de la final. Ha jugado un partido muy serio, también le ha ayudado mucho a su zaguera y a la hora de acabar los tantos también ha estado muy eficaz para adelantarse 13-1.

Amor propio

Pero como ocurre muchas veces, cuando parecía que iba a resultar una final descafeinada, el partido ha cambiado radicalmente. Aunque no han tenido su mejor día, Arraiza y Gaminde han dado una lección de amor propio a las personas que han llenado el frontón. No se han rendido y han disputado la final hasta el último pelotazo.

Una vez liberada de los nervios y miedos iniciales, Mirian Arraiza ha empezado a disfrutar de la final y a tener protagonismo delante, logrando tantos con excelentes dejadas. Con su pelota Gaminde también ha comenzado a gozar más y en la segunda mitad han sido las azules las que han comenzado a cometer errores, llegando las coloradas incluso a acercarse a cuatro tantos en el marcador (17-13).

No les ha dado tiempo a completar la remontada pero al menos le han dado a la final la emoción que tanto agradecen este tipo de partidos. Al final las coloradas también han hecho algunos regalos, como Arraiza, que ha cometido falta en sus dos últimos saques y así se le ha terminado a la histórica final del Hiru Hiriburuak en un frontón Ogeta a rebosar.