Un estudio genético descarta que Colón fuese agote o hijo del Príncipe de Viana
Un estudio genético dado a conocer este fin de semana ha descartado que Cristóbal Colón tuviera ascendencia agote, así como que fuese hijo del Príncipe de Viana. Según esta investigación, Colón no era genovés, sino judío sefardí nacido en Valencia, una concreción, sin embargo, muy discutible.
Los resultados del estudio genético, dirigido por el forense y catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente, se han hecho públicos en el documental "Colón ADN, su verdadero origen", emitido por RTVE este pasado sábado día 12 de octubre.
Dicha investigación, que arrancó hace dos décadas aunque ha sufrido varias interrupciones, tenía un doble objetivo. Por un lado, confirmar que los restos humanos que se encontraban en la catedral de Sevilla eran de Cristóbal Colón, el primer europeo que, según la historiografía oficial, consiguió llegar al continente americano. Y en segundo lugar, tratar de conocer su procedencia, algo que el propio Colón habría intentado ocultar por motivos desconocidos.
Pese a que la caja que se extrajo de la sepultura de Sevilla solo contenía 200 gramos de huesos y, por tanto, una muestra de ADN muy parcial, Lorente asegura en su documental que sí son los de Colón, ya que este material genético coincide con el de su hijo Hernando Colón, del que no existirían dudas de su identidad.
A partir de ahí, el estudio se centró en hallar la verdadera procedencia de Cristóbal Colón, ya que existen un total de 25 teorías que sitúan su origen en otras tantas zonas geográficas de Europa. Tras descartar una quincena por no tener suficiente base histórica, la investigación se centró en siete posibles orígenes –genovés, portugués, gallego, castellano, mallorquín, valenciano o navarro–, para lo cual se inició un amplio trabajo de búsqueda y recogida de muestras de ADN de posibles parientes para realizar el cotejo.
Una de las teorías sostiene que Cristóbal Colón era agote, una minoría religiosa perseguida durante siglos y refugiada a ambos lados del Pirineo navarro, motivo por el que el almirante habría ocultado su origen. El principal defensor de esta hipótesis es el oriotarra José Mari Ercilla, médico dentista retirado, quien sostiene que el navegante padecía un síndrome característico de los agotes que, entre otros, les hacía tener una mano en forma de garfio.
Por comprobar si esta hipótesis era cierta, el equipo del catedrático de la Universidad de Granada aprovechó que la Complutense de Madrid estaba recogiendo muestras de ADN de varios miembros de esta comunidad que hoy día siguen residiendo en el barrio Bozate de Arizkun, así como de personas que se apellidan Agote.
Pues bien, los resultados del análisis han descartado que Colón fuese agote. Tal y como se muestra en el documental, José Antonio Lorente se reunió con el propio Ercilla para comunicarle los resultados. «Aquí no hay coincidencia entre el ADN de Colón y el de los agotes. El cromosoma Y de los agotes es diferente al ADN que nosotros tenemos de la familia Colón. Por tanto, viendo los datos de esta manera, no se puede decir que Cristóbal Colón era agote».
Ante esta contrariedad, José Mari Ercilla insiste al forense si han estudiado el antígeno HLA-B27 característico de los agotes en los huesos de Hernando Colón, a lo que Lorente responde que sí, aunque «no sale nada tampoco en ninguno de ellos».
La segunda teoría que relacionaba al navegante con Nafarroa se basaba en que podría ser un hijo bastardo del Príncipe de Viana, que en una de sus estancias en Baleares habría tenido una relación con Margarita Colón, fruto de la cual habría nacido Cristóbal Colón.
La búsqueda de un personaje de la época emparentado con Margarita Colón se encontró con muchas dificultades, aunque finalmente el equipo de Lorente dio con un pariente del Príncipe de Viana, Don Tello de Castilla, enterrado en Palencia. Los investigadores exhumaron su sepulcro y, aunque en un principio sus restos coincidían con los de Colón, un análisis más exhaustivo descartó cualquier relación.
Judío sefardita
Finalmente, el análisis genético concluye que Cristóbal Colón era judío sefardita originario del Mediterráneo occidental, dando la razón a uno de los principales defensores de esta tesis, Frances Albardaner, expresidente del Centre d'Estudios Colombins de Barcelona, quien sostiene que Colón nació en una familia de tejedores de seda de Valencia, donde había una larga tradición dentro de la comunidad judía de familias dedicadas al sector textil.
«Colón era un judío sefardita, siguiendo las tradiciones y costumbres judías, tuvo maestros judíos que le enseñaron la religión judía, pero eso sí, en la esfera pública, aparentemente, era cristiano», afirma Albardaner, en referencia a su empeño por mantener oculto su origen, ya que de lo contrario habría sido perseguido por la Inquisición, que expulsó a los judíos de la Península en 1492.
El estudio del catedrático Lorente, por tanto, vendría a confirmar esta teoría, y señala que «tanto en el cromosoma Y como en el mitocondrial de Hernando (hijo de Colón), hay rasgos compatibles con origen judío», al tiempo que ubica ese origen «en la costa mediterránea occidental».
Con el ánimo de afinar un poco más en esta búsqueda, la investigación recogió numerosas muestras de ADN de personas de apellido Colombo en la zona de Génova y Milán, aunque no logró emparejar los restos de Colón con el linaje de los Colombo, ya que se topó de forma inesperada con una gran variedad de cromosomas Y, debido probablemente a que ese apellido se asignaba habitualmente a los niños abandonados y acogidos en inclusas.
A partir de ahí, el estudio deja a un lado su carácter genético y se introduce en una serie de consideraciones históricas para apuntalar que las posibilidades de que su cuna fuese Génova «son mínimas», ya que en esa ciudad los judíos fueron expulsados en el siglo XII. «Tampoco había una gran presencia judía en el resto de la Península Itálica, ni existen teorías sólidas ni indicios claros de que Cristóbal Colón pudiera ser francés. ¿Qué nos quedaría? El arco mediterráneo español, las Islas Baleares y Sicilia».
Siguiendo en esta línea, descarta la isla italiana porque en sus escritos no había rasgos italianos ni idioma siciliano y siempre redactaba sus cartas en castellano. Así pues, se inclina por ubicar el origen de Colón en los antiguos territorios de La Corona de Aragón.
Pero sustentar esta hipótesis en un estudio genético resulta muy aventurado, ya que un análisis de ADN puede emparentar a un individuo con otro o con un linaje familiar concreto, pero no sirve para ubicarlo en una zona geográfica determinada, y menos para determinar unas creencias religiosas. Y es que, si la familia de Colón hubiese emigrado de Génova a Valencia, es evidente que no habría cambiado su ADN, como tampoco habría cambiado si Cristóbal Colón hubiese renunciado a sus creencias religiosas a causa de la persecución.
Todo ello ha llevado a varios científicos a poner en duda la metodología seguida en este trabajo y a criticar que se hayan presentado ante la sociedad datos que la comunidad científica no ha avalado todavía. La Universidad de Granada, mientras tanto, ha anunciado que en el plazo de una semana dará a conocer los detalles científicos de las investigaciones que ha llevado a cabo.