Iñaki Iriondo
Gasteiz

El consejero Jauregi reconoce que Zubieta lleva dos años de funcionamiento anómalo

El consejero de Industria, Mikel Jauregi, reconoció en el Parlamento de Gasteiz que la incineradora de Zubieta lleva más de dos años en una «situación anómala» que genera lixiviados y que no se ha corregido, y dio por bueno el envío que se hizo a Nafarroa sin explicar si Lakua cumplió su obligación.

El consejero Mikel Jauregi, respondiendo el viernes en el pleno de control.
El consejero Mikel Jauregi, respondiendo el viernes en el pleno de control. (EUSKO LEGEBILTZARRA)

El pasado viernes, el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad de Lakua, Mikel Jauregi, reconoció en el Parlamento que la incineradora de Zubieta lleva más de dos años en una «situación anómala» que produce lixiviados que, según explicó el representante de EH Bildu Mikel Otero, nunca debió generar; una realidad que no fue desmentida en ningún momento por el consejero. Y también dejó sin respuesta otras preguntas preocupantes.

El parlamentario Mikel Otero preguntó al consejero por los lixiviados que la incineradora de Zubieta envió a la planta de fertilizantes de Ecofert de Artaxoa, por los que el Gobierno Navarro cerró aquella empresa y pidió a Lakua que sancionara a GHK. Y le recordó a Mikel Jauregi que «hoy no deberíamos estar teniendo este debate si la incineradora hubiera cumplido los requisitos establecidos y el Gobierno hubiera aplicado las leyes». Incidió en que «no sólo no se podían enviar a Nafarroa, sino que la incineradora no tenía permiso para generar lixiviados».

Y atendiendo a unas respuestas escritas remitidas por Lakua al Parlamento, Otero le lanzó a Jauregi una pregunta directa: «¿Está usted diciendo que la incineradora tiene permiso para generar lixiviados? Porque nosotros decimos que no con la autorización ambiental integrada en la mano».

Según afirmó el consejero, «el citado residuo (en relación a los lixiviados remitidos a Nafarroa) fue generado por una situación anómala de GHK y deberá cumplir las condiciones establecidas en la autorización». Y después citó «los puntos i.2 e i.3 y 5» de la autorización ambiental integrada del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, que no nos ha sido posible identificar.

Pero el caso es que dicha anomalía es de julio de 2022, no es un accidente ni una incidencia puntual que, como reconoció el consejero, todavía no se ha solucionado.

«¿Le dejarán seguir sin solucionar estos graves problemas? ¿O van a meter mano de una vez?», le preguntó Otero.

Dar y tomar

El consejero Mikel Jauregi acentuó durante su intervención que «no se ha identificado por parte de GHK infracción alguna a la ley del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, ni se ha identificado incumplimiento de las obligaciones de la autorización». Intenta convencer de que el problema ha sido de la planta de Ecofert que las recibió.

Pero resulta que, por ley, tantas obligaciones tiene quien toma como quien da. Y la Viceconsejería de Medio Ambiente de Lakua tiene sus propias obligaciones, como certificar que lo que se está mandando a otra comunidad puede enviarse y, según el Gobierno de Navarra, esos lixiviados ni se caracterizaron correctamente ni podían remitirse a Artaxoa.

Pero esta es una responsabilidad propia sobre la que no respondió Mikel Jauregi en su intervención.