El candidato a la presidencia del BBB David Salinas-Armendariz ha difundido entre la militancia del PNV a la que tiene acceso un programa que, según dijo en su momento, le gustaría poder contrastar en un debate con el que pueda llegar a presentar Iñigo Ansola, candidato promovido desde la oficialidad.
En el texto destacan su defensa de «nuestro derecho a decidir como derecho de autodeterminación» y «en cuya negociación no han de valer vetos», así como «la ineludible consulta» sobre el proyecto de Guggenheim-Urdaibai a la población de las localidades afectadas por el proyecto.
Salinas-Armendariz pasó a la segunda vuelta de las elecciones territoriales del PNV en función de los apoyos recibidos y en su programa, que ha conocido NAIZ y titulado ‘Betiko Alderdia Aurrera Begira-Propuestas de regeneración desde Bizkaia para EAJ-PNV’, defiende «profundizar en la democracia interna», hacer un uso interno de las redes sociales para la toma de decisiones, en lo que define como «Batzokis digitales», establecer una rigurosa limitación de los mandatos y de la acumulación de cargos y que el sistema de elecciones internas sea proporcional y no mayoritario, permitiendo así que las minorías, si superan determinado porcentaje, tengan también acceso a los órganos de dirección, como ocurre en cualquier institución.
«Ser honrado y parecerlo»
Y subraya que «en orden a evitar el clientelismo y otras lacras que puedan concurrir tanto en los procesos de contratación material y personal como de adjudicación de cargos, debe atenderse a la máxima de «ser honrado y parecerlo». Añade que «en los puestos de responsabilidad internos y públicos han de estar los mejores, los que mayor mérito demuestren, y no que se acceda por otras razones difíciles de explicar y motivar».
Llama la atención que el programa recoja que «no hay que olvidar, en todo caso, que EAJ-PNV es un partido político, no una agencia de gestión, y tampoco de recursos humanos, por mucha cuota de poder que se detente y que pueda extenderse».
David Salinas-Armendariz entiende que se deben abrir las decisiones políticas del partido a la afiliación a la que afecta y sostiene que «han de arbitrarse consultas rápidas telemáticas entre toda la afiliación de Euzkadi para supuestos de trascendencia política, cuestiones de conciencia, voto de leyes que afecten a derechos fundamentales, donde los afiliados tienen que ser escuchados con carácter preceptivo, sea vinculante o no, en cada caso, el resultado de esas consultas».
Más críticos en Madrid
En el capítulo titulado «rearme ideológico», el programa sostiene que «EAJ-PNV tiene que recuperar y reforzar una postura propia diferenciada a la hora de apostar por decisiones, acuerdos o proyectos de ley en los distintos ámbitos en los que participamos», y eso conlleva no dar por buenas todas las decisiones que adopte el Gobierno español.
Y en concreto pone el ejemplo de «proyectos legislativos tan defectuosos como la Ley del sí es sí y aquellos que surgen de fuerzas políticas o visiones incompatibles, o incluso antagónicas, con la nuestra». Concluye que «ante esos proyectos: análisis, reflexión y consulta. No trágalas».
Participación y decisión directa
David Salinas-Armendariz defiende el derecho a decidir de Euskal Herria, pero también en otros ámbitos menores. Sostiene que «la participación y decisión directa y diferenciada de la ciudadanía es necesaria en temas que la afecten directamente en su propio ámbito. Hablamos de nuevo de democracia directa, en este caso de participación popular, que ha de tener sus propios mecanismos, y que éstos funcionen».
Y señala que «un ejemplo de necesaria participación es la ineludible consulta a las poblaciones a las que afecta el proyecto de Guggenheim-Urdaibai. Primero, ha de informarse con profundidad y detalle a la sociedad afectada de las características y alcance del proyecto, y luego, saber su postura, con una consulta necesaria, cuyos resultados, junto a los estudios técnicos de toda índole elaborados, habrán de tenerse en cuenta a la hora de una definitiva decisión sobre el proyecto».
Sobre la cuestión nacional, propugna «la consecución de una Euzkadi integrada por los siete territorios (Zazpiak bat), con la voluntad de sus ciudadanos/as como único límite». Vuelve a la esencia del «‘Euzkotarren Aberria, Euzkadi da’, de Sabino Arana Goiri, en personas libres en una Patria libre, cuyo fin último sea una Euzkadi soberana, con iguales derechos y obligaciones que los que disfruta cualquier Estado de la Unión Europea».
«Zazpiak bat»
El programa sostiene que «hacemos nuestro el derecho a decidir como derecho de autodeterminación, que ha de estar presente, como lo estuvo en el Estatuto Ibarretxe, en el nuevo intento de acordar un nuevo estatus político de relación con el Estado, en cuya negociación no han de valer vetos ante las mayorías de nuestro Parlamento Vasco en el sentido que se pronuncie».
Recientemente David Salinas-Armendariz, abogado del Gobierno de Lakua, publicó en las páginas de Iritzia de GARA y NAIZ el artículo titulado «Construir para decidir» en el que ofrecía una visión más amplia sobre esta materia.
En el programa, muestra además que no comparte que se hable de «‘Euskadi y Navarra’ como en nuestros medios y entre nosotros se está generalizando, con desprecio al término Euzkadi creado por Sabino Arana y adoptado por el Partido que él fundó». Pero tampoco le gusta que «se utilice otra bandera de todos los vascos que no sea la Ikurriña, pues no lo es la de Nafarroa o la de los demás Herrialdes, como la de Bizkaia, que son las propias de cada Territorio Foral».
En consecuencia con su trayectoria, David Salinas-Armendariz recuerda que «hemos luchado y seguiremos luchando por la oficialidad internacional de las selecciones deportivas vascas, y eso pasa por el compromiso de trabajar en ese fin en el día a día, y por dedicar recursos materiales y jurídicos y no meras palabras en un programa electoral o en una ley».