«Después de estudiar en conciencia todos los antecedentes del caso, teniendo a la vista el historial de agresiones que ha vivido, el daño acreditado por la violación que sufrió en la cárcel de Calama, su historial en los más de seis años que lleva privada de libertad, y una profunda reflexión de meses, he decidido hacer uso de la facultad conferida por la Constitución y otorgar indulto presidencial a Katty Hurtado Caamaño», ha anunciado el presidente de Chile, Gabriel Boric, este martes.
La resolución presidencial se da tras semanas de presiones por parte de organizaciones feministas y parlamentarios de distinto espectro político.
Hurtado, que es madre de un niño, cumplía una condena de 20 años de cárcel por matar en 2018 a su exesposo en la ciudad de Calama, a 1.500 kilómetros al norte de la capital.
«La vida de Katty Hurtado estuvo marcada por situaciones de violencia machista, las que tuvo que enfrentar sin apoyo ni protección del Estado. Ante un ataque sexual y feminicida, debió proteger su vida y como consecuencia el Estado la criminalizó, condenándola a 20 años de prisión», aseguró en un comunicado la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres.
«Defenderse no es delito»
El indulto «es el comienzo de un camino de justicia para ella, y un mensaje para todas las mujeres y niñas de Chile: defenderse no es delito», apuntó la organización, una de las que más ha luchado por sacar a Hurtado de prisión.
«Así como Katty, son miles las mujeres y niñas que han debido enfrentar procesos judiciales deficientes, muchas veces dejando a los agresores en completa impunidad», añadió la red.
Tras conocerse la medida presidencial, la portavoz del Gobierno chileno, Aisén Etcheverry, señaló en conferencia de prensa que el indulto se otorgó por «razones humanitarias» y que la conducta de Hurtado «ha sido calificada como muy buena por la institución a cargo y ha demostrado también consciencia del daño causado».
La concesión del indulto en Chile es una potestad que descansa exclusivamente en el jefe de Estado, que tiene la facultad de cambiar, conmutar o dejar sin efecto una sentencia definida por el Poder Judicial.
Desde el retorno de la democracia en 1990, esta facultad presidencial ha sido aplicada en más de 1.600 ocasiones, siendo Patricio Aylwin (1990-1994) el que otorgó más indultos (cerca del millar) durante su mandato, el primero tras la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).