Amaia  U. Lasagabaster
Kazetaria, kirol informazioan espezializatua / Periodista, especializada en información deportiva
Interview
Amaia Gorostiza
Presidenta de la S.D. Eibar

«Vamos a intentar regresar al déficit cero este mismo año»

En mayo de 2016, se convirtió en la primera presidenta del Eibar. Pasados los buenos tiempos, Amaia Gorostiza (Eibar, 1961) sigue al frente del club armero con un sueño y un objetivo: devolver al equipo a Primera y acabar con los números rojos de los tres últimos ejercicios.

Amaia Gorostiza.
Amaia Gorostiza. (Jon Urbe | Foku)

2024 no ha sido un gran año para el Eibar, que en primavera sufrió su tercera desilusión consecutiva y en invierno está fuera de la pelea por el ascenso. Aunque admite que «trabajamos siempre pensando en todos los escenarios», Amaia Gorostiza confía en que las noticias sean mucho mejores en el año que acaba de empezar.

Estamos todavía en fechas de valoraciones y buenos propósitos. ¿Qué cuerpo le ha dejado 2024?

Un poquito revuelto. Personalmente veo que hay mimbres pero nos está costando. Hubo partidos que me dejaron bastante preocupada pero en el último mes hemos dado un gran paso adelante aunque no estamos teniendo suerte de cara a portería. Estamos trabajando muchísimo con todo el grupo a nivel personal. A ver si la gente vuelve del parón un poquito despejada y con fuerza y enderezamos la situación, que todavía tenemos la mitad de la temporada y creo que iremos para arriba.

Será difícil desligar la valoración institucional del rendimiento deportivo.

Lógicamente, si se hubiese ascendido, las condiciones serían totalmente diferentes. Pero nosotros trabajamos en todos los escenarios. Hemos estado en Primera y no creo que lo hayamos hecho mal porque hemos estado siete años consecutivos. Pero tenemos que ser conscientes de quiénes somos y de que quizá nuestro sitio natural no es Primera. Solo tienes que ver el recorrido del club y los clubes que forman la Liga Profesional, su tipología, quiénes son.

Tenemos que ser ambiciosos pero también muy conscientes de quiénes somos. Y saber que lo que sí estamos consiguiendo entre todos, independientemente de la categoría en la que militemos, es que éste sea un club sostenible en el tiempo, no un club que va a cerrar la persiana dentro de dos años porque se ha quedado sin un euro. Si subimos esta temporada, bendito sea el cielo; si no subimos, tenemos ya los presupuestos. Y no quiero pensar en nada peor pero nosotros trabajamos siempre con todos los escenarios.

Lleva una década en el club y ha vivido de todo. Pero, con el dinero que se reservó para invertirlo en el proyecto de ascenso a tres años ya gastado y el equipo en la 13ª plaza, ¿éste es el peor momento que ha afrontado?

No. Por supuesto que me preocupa y que todos tenemos un deseo en nuestra mente que no se está cumpliendo, pero no diría que es un momento trágico. Hemos vivido situaciones mucho más preocupantes y las hemos solventado.

¿Cuántas veces ha pensado «se acabó» en este tiempo? ¿Y qué le ha frenado?

He querido mandarlo todo al carajo muchas veces. ¿Qué me ha frenado? El sentido de la responsabilidad. Porque tienes momentos muy satisfactorios pero cuando llegan los malos, tenemos la responsabilidad de afrontarlos. Y yo como presidenta, de liderar el club y tomar decisiones. Que si se toman en caliente buf, pueden ser muy peligrosas y desestabilizar el club. Hay que madurarlas y tener la cabeza fría porque lo que haces hoy repercute mañana. Y conocer el pre, el presente y el post. Se han criticado ciertas decisiones y yo admito las críticas pero hay que conocer bien los contextos para tomarlas y valorarlas.

Dejar al club en Primera, como cuando entró, ¿facilitaría la decisión?

No es imprescindible. Ha habido mucha gente que me ha dicho que me tenía que haber marchado en Primera y yo les digo por qué. Muchos me habrían dicho entonces que soy una cobarde. Y en cualquier caso, tampoco lo dejaría como lo encontré porque este club jamás volverá a ser el que era hace diez años. La evolución ha sido tremenda, el crecimiento increíble, somos uno de los clubes mejor valorados de la Liga Profesional, estamos en los órganos de decisión de las competiciones...

La salida perfecta no es fácil porque cada año que pasa, el equipo está más lejos de Primera y más cerca de 1ª RFEF. ¿Se es consciente de eso?

Por supuesto. Nuestros presupuestos lo demuestran. El ajuste está siendo muy consistente para llegar a nuestro objetivo del déficit cero. Por supuesto que somos conscientes pero también tenemos claro que hay que luchar para estar cuanto más arriba mejor.

Realmente el Eibar solo ha estado en Primera durante siete de sus 85 años de vida. Lo que sí es tan antiguo como la entidad es la obsesión por la economía, que a lo largo de la historia ha sido buena, delicada, excelente... ¿Cuál sería el adjetivo hoy?

Saneada. Hemos dado pérdidas estos tres años pero estaba previsto así y se ha aprobado así en Junta. Pero somos un club muy saneado, probablemente uno de los más saneados de la Liga. Y esto hay que cuidarlo siempre sin hacer locuras. Por eso cuando mucha gente dice que el dinero en el verde... El dinero en el verde sí pero un trocito porque eso no te asegura el éxito.

En tres años han volado 21 millones, que suena tremendo pero era lo previsto. El problema es que vuelven a presupuestarse 2’4 millones de pérdidas. ¿Para cuándo la vuelta a los números negros?

Me gustaría que este mismo año se pudiera conseguir. Hemos previsto esas pérdidas pero siempre nos hemos caracterizado por la prudencia en la elaboración de los presupuestos y tenemos el objetivo de aumentar ingresos y reducir gastos así que vamos a ver. Vamos a intentar estar lo más cerca posible del déficit cero.

¿Pero se han marcado una fecha límite para conseguirlo? Porque como se decía en mi casa, quita y no pon, se acaba el montón.

Tenemos una fecha marcada. Lo vamos a intentar este mismo año y como máximo será el siguiente. Nuestro trabajo y nuestro esfuerzo van encaminados a ese objetivo.

En el plano económico, hay dos cuestiones que inquietan, el sobrecoste de la Ciudad Deportiva y los fondos CVC. ¿Cuánto han recibido ya y a qué se ha dedicado?

Empiezo por aclarar que no es un crédito sino un préstamo participativo a interés cero. Y el dinero que se ha recibido, unos 41 millones, se han dedicado en su mayoría a infraestructuras, principalmente la Ciudad Deportiva y también parte de la reforma de Ipurua. Hay otra parte mucho más pequeña que se destina a todas las verticales que se explicaron en la Junta: digitalización, internacionalización... Y la parte de refinanciación nada, porque no tenemos deuda.

El préstamo hay que devolverlo. Al Eibar le corresponden hasta 68 millones pero ¿accederá a todos? ¿O se plantarán antes de que, por ejemplo, no alcance con el patrimonio para cubrir la deuda?

Por supuesto que no vamos a recibir más de lo que podemos devolver. Jamás. Siempre va a estar cubierto, siempre. Y además nuestros ratios lo dan en demasía. Si vienen otros y hacen otras cosas, ya no será responsabilidad nuestra pero mientras sea nuestra responsabilidad, el club no se va a desvalijar.

Cuando arrancó el proyecto de la Ciudad Deportiva, se aseguró que el club podía pagarla a tocateja con sus ahorros. ¿Por qué se acudió entonces a los fondos CVC?

Porque es un préstamo participativo a coste cero, te están dejando el dinero gratis. Y nosotros nuestro dinero lo tenemos invertido y le estamos sacando mucha rentabilidad. Es puro financiero, ganas más por un lado que por el otro.

Hay otro lado que se ha convertido en un pozo sin fondo. La Ciudad Deportiva ha pasado de costar 18 a 30 millones y el aumento en los plazos es aun mayor: de «18 meses desde que entra la primera máquina», así se dijo, a los 50 que serán si se cumple la fecha a la que se apunta ahora, la próxima pretemporada.

Los primeros perjudicados con los plazos, hemos sido nosotros, que tenemos a todos los equipos desperdigados por la geografía, con la pérdida que supone en cuestiones económicas, logísticas, de compatibilizar estructuras, servicios, y sobre todo de integración del club. Pero primero el derrumbe del vertedero y después la pandemia nos pararon todo, ha habido después muchos problemas dentro de las instituciones, los problemas administrativos han sido abrumadores porque se han peleando hasta entre ellos...

En lo que respecta a al precio, solo con la guerra de Ucrania, los costes de materiales de obra subieron un 33%, eso de inicio. Además, hemos mejorado el proyecto, pasando de cuatro a cinco campos, con mejores características, una tribuna a dos caras, la posibilidad futura de añadir una planta al edificio....

Siguen siendo un sobrecoste del 66% y una dilación del 175%. Entiendo que el día que acabe la obra se ofrecerá una explicación minuciosa a los accionistas.
Está todo absolutamente detallado, con todas las desviaciones. Cuando acabe la obra, se podrá explicar todo.

Ha mencionado las administraciones, a las que también se refirió en la Junta General de accionistas. No se le ve muy contenta.

Es que tenemos la sensación de que no importamos, somos Gipuzkoa pero no importamos. No hemos recibido ni un euro de las ayudas que se dan al fútbol guipuzcoano pese a contar con una estructura que no tiene nada que envidiar a otras de la provincia. Tenemos un informe del Tribunal Vasco de la Competencia dándonos la razón y a la Diputación Foral de Gipuzkoa no le quedó otra que cambiar su sistema de reparto. Pero nosotros seguimos sin recibir nada.

Ahora tienen dos «aliados», Real Unión y Antiguoko.

A ver, no somos guerreros. Somos luchadores pero no guerreros y luchamos por lo que creemos que es justo pero no guerreamos por pelear. Pero a pesar de todas las reuniones que hemos tenido, no se nos ha hecho ni caso y se nos exigió en su momento que para poder recibir ese dinero público de la Diputación teníamos que ser convenidos de la Real.

Ahora que mencionamos al Real Unión, ¿le preocupa la entrada de un holding internacional en la propiedad del club y sus inyecciones de dinero? ¿Puede ser una amenaza a futuro para el Eibar?

No quiero verlo como una amenaza porque además tenemos muy buena relación, que espero que no se estropee nunca. Pero que se refuercen otros equipos, sobre todo si están a tu alrededor, te limita, aumenta la competencia... Tienes que estar vigilante.

Empezábamos con las valoraciones, acabemos con los buenos propósitos para 2025.

No sé hasta dónde va a llegar pero yo confío en el equipo. Y creo que tenemos que apoyarles y mantener la ilusión. Porque la presión puede llegar a bloquearte, que te obsesiones con una obligación. Que sea una ilusión, más que una obligación, y que los jugadores salgan al campo a divertirse con lo que hacen para subir como la espuma mientras nosotros empujamos desde abajo. Porque ponerlo todo de su parte, ya lo hacen, no hay nadie que salga al campo a pasear. Son personas con ganas de hacerlo bien y nosotros tenemos que ayudarles.