Amplio seguimiento de la huelga general en Bizkaia, aunque diferenciado por comarcas
La huelga se notó en Bizkaia, donde, según los sindicatos, casi la mitad del sector industrial (47,66%) no acudió a su puesto de trabajo, y en otras empresas, (16,35%) el paro afectó a más del 30% de la plantilla, condicionando la producción.
El seguimiento de la huelga en Bizkaia no fue homogéneo, ya que el paro se notó sobre todo en los municipios de Busturialdea y Durangaldea, y fue algo menos notorio en el Gran Bilbao y Ezkerraldea.
Precisamente, fuentes sindicales de la Margen Izquierda se mostraban «contentos» con la respuesta a la huelga de la gente. En Barakaldo, la mayoría de comercios de la ciudad cerró, mientras que en grandes superficies como el Megapark, el seguimiento fue más desigual, tal vez algo inferior al de la huelga del pasado 29 de marzo.
Gernika y Bermeo, parados
De «auténtico éxito» calificaron los sindicatos convocantes la huelga general en Busturialdea y Lea Artibai. Toda la industria de Gernika cerró, y la respuesta en Bermeo también fue muy buena, quedando paralizado el puerto desde primera hora, aunque varias cadenas de supermercados abrieran.
En Lea-Artibai, las sensaciones de los convocantes también fueron muy positivas. El puerto de Ondarroa, uno de los motores económicos de la zona, no abrió, y la gran mayoría de las cooperativas del lugar respondieron «de maravilla» tal y como señalaba un sindicalista de LAB, quien apuntaba que la huelga había sido «más exitosa que la anterior, que ya fue masiva».
En Arratia, zona con varios polígonos industriales, también hubo un seguimiento masivo de la huelga. Fábricas semivacías y pocos coches aparcados fueron la tónica general.
En Durangaldea, las sensaciones también fueron muy positivas. Las grandes empresas de la zona, situadas en los polígonos de Ermua, Abadiño, Zornotza y Elorrio amanecieron vacías o con apenas tres o cuatro trabajadores. Incluso dos de los centros que habitualmente abrían en este tipo de paros, como son los supermercados de Eroski y Sabeco, acabaron cerrando a la tarde, tras estar abiertos por la mañana.
Manifestaciones por la tarde
En Uribe Kosta, los datos no fueron tan exitosos como en otras comarcas, aunque el paro fue seguido por bastantes comercios de Getxo, especialmente en Romo y Algorta, y en Sopelana. Las grandes zonas industriales de la comarca también notaron la incidencia del paro.
Y en la capital, en Bilbo, si en Alde Zaharra la persiana cerrada era protagonista, en otros barrios como Errekalde la huelga no tuvo mucha incidencia. Algunos comercios de la zona de Indautxu y Abando cerraron únicamente al paso de los piquetes. En Deusto el paro tuvo un notable éxito.
Por la tarde, las manifestaciones en Bizkaia fueron muy concurridas, alrededor de 2.000 personas se manifestaron en Barakaldo y otras tantas en Portugalete y Santurtzi (donde por la manaña se movilizaron 1.300), en Sestao 620, en Trapagaran 300, en Ortuella 300 y en Sodupe 100.
Tensión y pelotazos a bocajarro en El Corte Inglés
Como cada huelga general en Bilbo, el edificio de El Corte Inglés se convirtió en uno de los puntos más calientes de la jornada, con tensión constante en el ambiente que desembocó en una carga contra los sindicalistas reunidos y que incluyó disparos con pelotas de goma a escasa distancia, dejando un herido por este material que tuvo que ser trasladado al hospital de Basurto.
Los incidentes comenzaron en torno a las ocho y media de la mañana en la calle Canciller Ayala. Sindicalistas de LAB, CNT y de las Juventudes Comunistas (CJC) se situaron frente a la entrada lateral del centro comercial e increparon a los trabajadores que decidieron trabajar en el día de ayer, acusándoles de «esquiroles». Los agentes de la Brigada Móvil también fueron blanco de las críticas de los manifestantes, a lo que los agentes respondieron sacando las bocachas y sus correspondientes pelotas de goma.
Sin embargo, el momento más duro llegó a las 10.00, hora de apertura del comercio. Los sindicalistas se situaron en la entrada, bloqueando el acceso. Los agentes se acercaron y se hicieron hueco a empujones y golpes, provocando las iras de los manifestantes, que se echaron sobre ellos al grito de «Txakurrak!». Los ertzainas, sin pensárselo dos veces, cargaron contra los presentes, disparando las pelotas de goma a bocajarro a personas que se encontraban a pocos metros, causando a una de ellas una fuerte contusión junto al ojo, por la que tuvo que ser evacuado al hospital por la DYA.