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José Antonio Asiáin (CAN) y el pacto en el Consejo de Navarra reconcilian a UPN y PSN

UPN y PSN han unido de nuevo sus fuerzas para la reelección de Asiáin como presidente de CAN. El veterano político que fue número dos de Gabriel Urralburu es quien más ha cobrado en dietas de CAN desde 2004, con más de 300.000 euros en ocho años. Este reencuentro todavía se esconde en los discursos oficiales, pero la confluencia es palpable también en el proceso de elección del Consejo de Navarra.

Imagen de archivo de una reunión extraordinaria en Iruñea del consejo de administración de CAN. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)

Las maquinarias de los partidos UPN y PSN trabajan a todo trapo para restañar su pacto. Mientras los primeros espadas, Yolanda Barcina y Roberto Jiménez, mantienen unos discursos contrarios, sus estructuras han dado algunos importantes pasos zurciendo heridas. El primero lo ha logrado José Antonio Asiáin, figura clave del PSN, quien ha conseguido que le revaliden al frente de CAN con el apoyo explícito de Yolanda Barcina. Asiáin es el político navarro que más dinero se ha llevado de la caja mientras la entidad se sumía en la espiral de decisiones erróneas que han acabado con su desaparición como banco. Ahora, la renovación del Consejo de Navarra servirá para apuntalar la reconciliación.

De 2004 a 2011, Asiáin percibió 305.233 euros por participar de los consejos de Administración y dejarse llevar por el director Enrique Goñi. Es decir, más del doble que Barcina y un 33% más que lo percibido por Miguel Sanz. En la pasada reelección del Consejo de Caja Navarra, UPN y PSN ataron la votación de tal modo que Asiain fue nombrado consejero delegado de la entidad de forma casi unánime y, por tanto, se queda con el asiento en el Consejo de Administración de Caixabank, en representación del 1,2% de las acciones que posee CAN. Solo hubo un voto discrepante, el de Pablo Ibáñez, consejero elegido a instancia de Bildu y NaBai y que, vista la situación, se formuló como candidato alternativo y se votó a sí mismo.

Asiáin es uno de los pesos pesados del PSN. En su día disputó a Gabriel Urralburu la dirección del partido. No triunfó, pero fue lo suficientemente hábil como para reengancharse como su segundo. Sorteó también el proceso contra el expresidente navarro, con algún sobresalto. Aun así, los diarios «Abc» y «El Mundo» le vincularon con cuentas en Suiza y Asiáin les llevó a pleito para hacerles desmentirlo. «Abc» rectificó. Asiáin también tuvo que testificar en el proceso contra Javier Otano por la venta de Safel a Siemens.

El papel de Asiáin en la desaparición de la caja fue determinante. Antes de que se tomara la decisión de entregar el 100% de la caja al proyecto Banca Cívica, el exdirector Lorenzo Riezu hizo un intento a la desesperada por detenerlo. Es lo que se conoció como el «Informe Riezu», un documento en el que se hace un seguimiento de las inversiones de la entidad muy crítico con las decisiones de Enrique Goñi (el último director de CAN). Una copia de este informe llegó a Barcina y otra a Asiáin. Ninguno de los dos hizo caso del documento. Su contenido íntegro jamás se ha hecho público.

El regreso de Aladino Colín

El grupo parlamentario del PSN propuso a Asiáin para que formara parte del Consejo General de CAN y con la intención de que se convirtiera, posteriormente, en el presidente del Consejo de Administración y enviarle a Barcelona a representar a Nafarroa ante Caixabank. Para ello necesitaba del apoyo del Gobierno. Barcina quiso dar un mensaje claro desde un primer momento y eligió para el consejo a Aladino Colín Rodríguez, Francisco Iribarren Fentanes y Antonio Purroy Unanua.

Iribarren fue consejero de Hacienda con Sanz hasta 2007 y logró que el PSN diera el parabién a los Presupuestos, ante las enmiendas a la totalidad del resto de partidos. Sin embargo, más significativa aún es la elección de Colín por parte de Barcina, ya que teóricamente es un rival de la vieja guardia del PSN. Colín fue responsable de Interior con Urralburu y portavoz en el Parlamento hasta 1995. Y aunque salió de la primera línea, nunca se desvinculó de la política. Colín, Iribarren y Purroy (curtido en el Departamento de Obras Públicas) cumplieron su papel y Asiáin será el máximo responsable de la CAN. Ni empresararios ni consejeros nombrados por UGT y CCOO pusieron pegas.

La elección de Asiáin es polémica atendiendo simplemente a los números. Riezu la cuestionó este fin de semana desde la tribuna de opinión del periódico más leído del herrialde. El exdirector acusaba a Asiáin de mentir a la ciudadanía cuando aseguraba que el proceso de desaparición de Caja Navarra como entidad de crédito era inevitable. Riezu asegura que la CAN partía con mejores números que la propia Caixa antes de la crisis pero que, mientras la entidad catalana hizo lo posible por mejorar su solvencia (la incrementó el 17%), Caja Navarra dilapidó sus fondos hasta quedarse sin reservas suficientes (se redujeron el 26%) como para aguantar los efectos de la crisis.

También la asociación Kontuz se ha mostrado muy crítica con esta elección. En declaraciones a GARA, afirma que «responde a una estrategia orquestada para blindar la Caja ante cualquier investigación». Cree que esta unidad de acción pretende «dotar de impunidad a quienes han gestionado la desaparición de la entidad de crédito». Kontuz coincide con Riezu al señalar que Asiáin debe una explicación a los navarros que compraron acciones de Banca Cívica a precio inflado y que hoy han perdido un 45% de su valor.

Unión en el Consejo de Navarra

La segunda parte de esta reconciliación entre bambalinas está todavía abierta. Se renuevan cinco miembros del Consejo de Navarra, el órgano consultivo por excelencia. El PSN propuso a tres cargos para que repitan: Alfredo Irujo Andueza, decano del Colegio de Abogados de Pamplona; Alfonso Zuazu Moneo, abogado; y José Iruretagoyena Aldaz, abogado urbanista que entró a formar parte del Consejo en 2009. UPN ha decidido arropar también a estos tres candidatos y lo único que hará es sumar un nombre más a la terna; el de María Angeles Egusquiza (catedrática de Derecho Civil en la UPNA).

Bildu, NaBai e I-E han propuesto uno cada uno que tendrán que pelear por el asiento que han dejado libre UPN y PSN después de pactar. Barcina se ha comprometido públicamente a hacer todo lo posible para rescatar el pacto con Jiménez y lo está haciendo. A falta de conocerse el reparto de asientos en el Consejo de Navarra, lo que sí es seguro es que los tres que quiere el PSN tendrán su puesto. Cara a la galería, sin embargo, Jiménez vende que los ha escogido porque quieren repetir. No obstante, en la práctica supone revalidar un Consejo de Estado nacido del entendimiento entre PSN y UPN.

De caja a búnker de Goñi

En cuanto a Caja Navarra, está ahora en un limbo. Desde la absorción por parte de Caixabank, no tiene la capacidad de realizar actividad bancaria, pero aún no se ha convertido en una Fundación. Por ahora, tan solo es la tenente de unas acciones en Caixabank, posee algo de dinero que se guardó antes de la fusión fallida de Banca Cívica y mantiene algunas de las entidades sin ánimo de lucro que fueron emblema de la Caja.

Mientras tanto, la entidad catalana ha entrado en la sede de Carlos III con ganas de tomar decisiones. Un equipo nuevo, liderado por Raúl Marqueta, ha provocado la marcha de Enrique Goñi y sus directivos de confianza. Algunos de ellos se refugian en lo que queda de CAN (como Rosa Jaso o Juan Plaza) y otros acabaron en Criteria (caso de Iñaki Iraizoz). Tan solo uno se quedó sin trabajo, Juan Odériz, indemnizado con 1,2 millones. Fue la indemnización más alta de toda Banca Cívica.