Araba deberá prorrogar los presupuestos de 2012 al no obtener el PP ningún apoyo
La Diputación de Araba tendrá que prorrogar las cuentas de 2012 debido a que el proyecto presupuestario para el próximo ejercicio presentado por el Gobierno de Javier de Andrés (PP) no ha concitado el apoyo de ningún partido de la oposición.
PSE, Bildu y EB han votado esta mañana en el pleno a favor de sus enmiendas a la totalidad y, por tanto, de la retirada del proyecto de cuentas (han sumando 21 votos), mientras que el PNV, tal como anunció ayer, se ha abstenido (12 votos), pero esa posición no ha sido suficiente para continuar con la tramitación de las cuentas.
El PP gobierna en minoría, ya que solo tiene 16 procuradores en las Juntas alavesas. El PNV cuenta con trece junteros, el PSE 9, Bildu 11 y EB 2.
Durante el debate en el pleno y antes de la votación, el diputado de Hacienda, José Zurita, ha defendido el proyecto presupuestario presentado y ha explicado que las cuentas no traspasan «la línea roja del gasto social», al tiempo que ha apelado una y otra vez a la responsabilidad de los partidos para dar al herrialde unos presupuestos.
Sin embargo, todos los grupos han votado tal y como habían anunciado, lo que ha supuesto que sea la primera vez «en más de diez años» que se devuelva un presupuesto foral, como ha recordado la portavoz del PSE en las Juntas alavesas, Cristina González.
El PSE, que el pasado año sí votó a favor de las cuentas, ha justificado su posición en la «irresponsabilidad de un gobierno en minoría que se ha atrevido a presentar sin ninguna negociación un presupuesto del recorte absoluto».
Los jeltzales responsabilizan al PSE
El portavoz del PNV, Ramiro González, ha asegurado que la responsabilidad de que se tengan que prorrogar los presupuestos es del PSE, ya que su partido ha trabajado para mejorar las cuentas, aunque al final la aceptación de varias de sus enmiendas «no ha sido suficiente» para votar a favor.
En su opinión, la única diferencia con el pasado ejercicio es que ahora Patxi López ya no está en Ajuria Enea, porque las cuentas presentadas este año son «básicamente las mismas que el año pasado pero aplicando un recorte adicional».
González ha tendido sin embargo la mano al diputado general para intentar que la prórroga se gestione de la «mejor manera posible» y evitar perjudicar al herrialde, aunque siempre, «desde el diálogo, no desde la imposición».
La portavoz del grupo popular, Ana Morales, ha acusado al PSE de haberse sentado a la mesa de negociación «apostando por la prórroga» y con el objetivo de «desgastar» al Gobierno foral, y ha censurado que el PSE se haya «echado en manos de Bildu» para rechazar el proyecto presupuestario.
También ha sido crítica con el posicionamiento del PNV alavés, al que ha acusado de faltar a su «compromiso» de dar estabilidad a las instituciones en el actual contexto de crisis, tal y como pidió el lehendakari, Iñigo Urkullu.
«Creo que teníamos un buen acuerdo», ha lamentado Morales, quien ha pedido «reflexión» al PNV y ha reiterado que el proyecto de presupuestos presentado era «el mejor posible».
«Un castigo»
El portavoz de Bildu, Gorka Ortiz de Guinea, ha asegurado por su parte que el proyecto del Gobierno foral es «un castigo» para Araba porque no presenta ninguna medida para «activar» el empleo y dar solución a los problemas de los alaveses.
En su opinión, las cuentas se «limitan a un corta y pega del presupuesto anterior pero con más corta que pega» por lo que la única decisión que se puede adoptar, según Ortiz de Guinea, es pedir su devolución.
La portavoz de EB en las Juntas, Nerea Gálvez, ha justificado la petición de retirada del proyecto al considerar que, «contra todo pronóstico», las cuentas presentadas han «logrado ser peores» que las del año anterior y por ello su formación no ha querido «apoyar este fisco».
De Andrés, que no ha hecho declaraciones a los medios al término del pleno, se mostró ayer «decepcionado» con el PNV y opinó que la abstención de los jeltzales, tras haber sido aceptadas «todas sus enmiendas» obedecía a «una decisión política tomada en Sabin Etxea».
Ahora está por ver si la situación creada en Araba tendrá consecuencias en la negociación de los presupuestos de otras instituciones como el Gobierno de Lakua y la Diputación de Bizkaia, donde el PNV debe recabar apoyos para sacar las cuentas adelante.