INFO

La ONU defiende ante EEUU su imparcialidad en el conflicto sirio

La ONU sostuvo ayer que solo su misión de expertos puede determinar de forma imparcial el posible uso de armas químicas en Siria sobre la base de evidencias recogida sobre el terreno, puntualizando así a John Kerry, que dijo tener pruebas de que el régimen sirio utilizó gas sarín el pasado día 21. La oposición siria se mostró «decepcionada» por el retraso en un ataque que se preveía inminente y que aguarda para lanzar una «ofensiva total».

Un manifestante porta la bandera siria con la foto de Al-Assad durante una protesta contra la posible intervención militar de EEUU sobre el territorio. (Bulent KILIC/AFP)

EEUU y el Estado francés siguieron ayer inmersos en su campaña de propaganda para justificarse y convencer a sus respectivas opiniones públicas y parlamentos de la necesidad de llevar a cabo un ataque contra Siria, que no logra recabar apoyos mientras no exista el aval de la ONU, que ayer matizó al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, después de que este mencionara la utilización de gas sarín por parte del régimen de Bashar al-Assad el el ataque ocurrido el pasado 21 de agosto en Ghuta Oriental, en la periferia de Damasco.

«Solo la misión de la ONU está capacitada para establecer de forma imparcial y creíble los hechos sobre el uso de armas químicas basándose en las pruebas recogidas sobre el terreno», declaró el portavoz de Naciones Unidas, Martin Nesirky. Agregó también que su secretario general, Ban Ki-moon, pidió ayer al responsable de la misión que investigó ese supuesto ataque con armas químicas, Aka Sellström, que acelere el análisis de las muestras recogidas. Unos análisis que podrían tardar «hasta tres semanas».

Poco antes, el jefe de la diplomacia de EEUU se encargó de dar inicio a la estrategia de comunicación estadounidense con apariciones en las principales cadenas de televisión en las que dijo que su país «tiene pruebas» de que el régimen sirio empleó gas sarín el 21 de agosto. Muestras de pelo y sangre de las víctimas de ese ataque «han dado positivo» por exposición al sarín, indicó Kerry, quien se mostró convencido de que el Congreso dará a Obama la autorización que ha solicitado para llevar a cabo una acción militar de castigo contra Siria.

No obstante, recordó que Obama puede atacar Siria al margen de lo que el Congreso vote, sin aclarar si lo hará si el Legislativo rechaza sus planes militares.

Kerry se mostró confiado en que la coalición internacional contra el régimen sirio irá creciendo a medida que se vayan conociendo más evidencias y declaró que el uso de armas químicas coloca a Al-Assad en la lista de figuras como «Adolf Hitler y Saddam Hussein», pasando por alto que fue EEUU quien se las vendió a este último para que las empleara durante la guerra que enfrentó a Irak con Irán.

El objetivo de Obama al consultar al Congreso es lograr la mayor legitimidad y el mayor apoyo interno posible, aunque no tiene asegurado su respaldo dada la polarización actual en el Congreso, el hecho de que los republicanos controlan la Cámara Baja y la oposición de los electos demócratas más progresistas.

Hasta el viernes, Obama estaba decidido a llevar a cabo una acción militar inminente, pero el rechazo el jueves en el Parlamento británico a la participación de Gran Bretaña, las dudas del Congreso y la falta de apoyo entre la opinión pública estadounidense, entre otros factores, le hicieron cambiar de opinión el sábado.

La Casa Blanca envió ayer al Congreso su proyecto de resolución. El Senado comenzará mañana los debates, mientras que la Cámara de Representantes volverá al trabajo el 9 de setiembre.

El Estado francés se prepara para acompañar a EEUU en su intervención militar en Siria, aunque el ministro de Interior, Manuel Valls, instó a formar una coalición al señalar que «no podemos ir solos». El primer ministro, Jean Marc Ayrault, se reunirá hoy con los titulares de Exteriores y de Defensa y los representantes políticos de la Asamblea Nacional y el Senado, como preludio del debate sin votación que se celebrará el miércoles en el Parlamento.

Según la Constitución francesa, el presidente no necesita la autorización parlamentaria para involucrar a su Estado en una guerra pero el Gobierno trata de recabar el mayor consenso posible, ya que el 64% de los franceses se opone a una intervención militar en Siria. Por eso, François Hollande, a quien la UMP reclama que someta a la votación del Parlamento cualquier intervención en Siria, esperará a los informes de la ONU y a la decisión del Congreso de EEUU mientras intenta formar una amplia coalición.

Para convencer a la opinión pública, los servicios secretos galos publicarán en los próximos días documentos que aseguran que prueban que Siria posee hasta 1.000 toneladas de armas químicas y tóxicas y que utilizó ese arsenal -«una de las reservas operativas más importantes del mundo»- el pasado día 21.

Mientras tanto, en Gran Bretaña, destacados representantes de los partidos Conservador y Laborista descartaron ayer que la Cámara de los Comunes celebre una segunda votación sobre la intervención británica en Siria. El propio ministro de Exteriores, William Hague, dijo que «no es realista» plantear una segunda votación de forma inmediata.

«Ataques directos»

La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS) recibió con «decepción» la decisión de Obama de pedir la autorización del Congreso para sus planes militares, porque eso pospondrá cualquier acción, que se creía inminente y que el Ejército Libre Sirio (ELS) reclama sea en forma de «ataques directos contra importantes objetivos del régimen como instalaciones militares (...) para salvar vidas civiles».

La oposición exhortó al Congreso estadounidense a apoyar a Obama en su intervención y pidió que el ataque se acompañe de un incremento en los envíos de armas a los rebeldes.

Según declaró a AFP Samir Nachar, miembro de la dirección de la CNFORS, «lo positivo» es que Obama se desmarca del Consejo de Seguridad, «un callejón sin salida debido al veto de Rusia».

El ELS planea lanzar una «ofensiva total» contra las posiciones militares del régimen de Al-Assad aprovechando la intervención extranjera, aseguró en una entrevista a Efe su portavoz, Qassem Saadedin, que confió en poder hacerse entonces con el control de aeropuertos militares, brigadas, depósitos de armas, cuarteles y puestos de seguridad.

Saadedin confió en que una operación militar extranjera favorezca en el terreno a los rebeldes armados que precisamente antes del día 21 de agosto sufrieron importantes derrotas frente al Ejército regular.