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Víctimas y trabajadores revelan amaños en las asambleas y una contabilidad B en la AVT

Víctimas y trabajadores de la AVT ponen en duda la gestión de su presidenta, Ángeles Pedraza, según un artículo de ‘El Mundo’. Aseguran que las asambleas en las que ha sido elegida fueron amañadas y advierten de que existe una contabilidad B en la asociación.

Ángeles Pedraza, Jorge Fernández Díaz y Mariano Rajoy en un acto de Bilbo. Luis JAUREGIALTZO / ARGAZKI PRESS

El diario ‘El Mundo’, citando testimonios de trabajadores, extrabajadores y víctimas de la AVT, publica hoy una noticia en la que asegura que muchos de ellos han revelado «grandes irregularidades» en la asociación liderada por Ángeles Pedraza.

Es la suya, y la de su principal consejero, Miguel Folguera, la gestión que ponen en duda estas personas. Aseguran que las asambleas en las que Pedraza fue elegida presidenta fueron «alteradas». Según el rotativo español, «en la sede preparaban ex profeso delegaciones de voto de miembros que nunca acuden a asambleas; de ancianos de los que hace tiempo que no se sabe nada, y de asociados de los que se conoce que no tienen ya ningún vínculo con la AVT».

Añade que en la AVT son más de 4.000 los socios con derecho a voto y que lo ejercen cerca de 700.

Según la información publicada por ‘El Mundo’, Folguera puso en marcha una entidad afín a la AVT: la Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo. Y para tener acceso a las subvenciones, necesitaba nombres de víctimas para asociarse.

El diario español asegura que Folguera requería de una lista de 200 personas, y que solamente 15 aceptaron ser incluidas. La solución, según ‘El Mundo’, fue volcar el listado de asociados de la AVT en su plataforma –la mayoría personas mayores de 80 años–, algo a lo que algunos trabajadores se negaron.

Gracias a esa lista, la plataforma impulsada por Folguera habría logrado en los últimos tres meses 45.000 euros en subvenciones: 14.525 del Gobierno de Lakua, y otros 30.000 de la Comunidad de Madrid.

Asimismo, los trabajadores aseguran que existe una contabilidad B en la asociación que se utilizaría de forma «discrecional» para «gratificar económicamente» a varios miembros, como el caso de Folguera que, aunque conste como colaborador, percibe más de 800 euros mensuales además de tener cubiertos todos los gastos, según estas fuentes.

‘El Mundo’ asegura que la AVT, consultada por este asunto, rechazó cualquier irregularidad y defendió que «el voto delegado se gestionó igual que se ha gestionado siempre en la AVT».