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Una nueva kalejira en Gasteiz reivindicará este sábado que la solidaridad no es un delito

Las 14 personas imputadas por participar en una kalejira en apoyo a los familiares y amigos de los presos y exiliados vascos, celebrada el 30 de junio de 2012 en el Casco Viejo de Gasteiz, volverán a tomar este sábado el centro de la capital alavesa para remarcar que la solidaridad no es un delito.

Comparecencia para arropar a las catorce personas que van a ser juzgadas en la AN. (Juanan RUIZ/ARGAZKI PRESS)

Las 14 personas imputadas por participar en una kalejira en apoyo a los familiares y amigos de los presos y exiliados vascos, celebrada el 30 de junio de 2012 en el Casco Viejo de Gasteiz, volverán a tomar este sábado el centro de la capital alavesa para remarcar que la solidaridad no es un delito. «No nos arrepentimos de lo que hicimos, y para demostrarlo vamos a repetirlo», han anunciado en una rueda de prensa multitudinaria organizada en el frontón Auzolan.

Allí, Iker y Oihane, dos jóvenes que han comparecido ante los medios de comunicación en representación de los imputados, han denunciado que determinados agentes, en alusión a una organización victimaria y a las fuerzas de seguridad españolas, «quieren convertir la fiesta y los derechos en terrorismo». «Dicen que amar a nuestras familiares y amigas es terrorismo. Pues la llevan clara, lo repetiremos hasta que se cansen: ¡Os queremos!», han añadido.

La kalejira pondrá una sonrisa en las caras de los acusados, que el lunes serán juzgados por un presunto delito de «enaltecimiento del terrorismo» en la Audiencia Nacional. «En la kalejira denunciamos la injusticia de tener a nuestros seres queridos dispersados en las cárceles o en el exilio, y ahora somos nosotros quienes estamos en peligro de vernos en esa situación», han destacado los presentes, que se enfrentan a penas de 18 y 24 meses de prisión, y de ocho y diez años de inhabilitación.

A su parecer, los juicios políticos abiertos contra la ciudadanía vasca «no tiene que ver con las justicia, sino con una decisión política de negación y vulneración sistemática de una idea; por desgracia nuestro caso no el más grave, ojalá lo fuera. Nosotros 14 estamos envueltos es una pantomima con la que tratan de saciar la rabia de unos fundamentalistas que carecen de fundamento. Las instituciones son sumisas a la voluntad de unos fanáticos, obstaculizando en todos los frente las oportunidades de avanzar hacia la paz», han remarcado.