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Interview
Ximena Botero
Coordinadora del proyecto Reconciliación Colombia

«La reconstrucción de la memoria no debe ser impuesta por actores ajenos a la comunidad afectada»

Ximena Botero es coordinadora del proyecto Reconciliación Colombia, que agrupa a 35 entidades de muy diversa índole, desde medios de comunicación hasta empresarios y organismos internacionales con el fin de visibilizar experiencias y estrategias de reconciliación. En la entrevista con GARA, Botero afirma que es «en la familia, en los vínculos entre quienes vivieron algún episodio violento, donde se logra reconstruir la memoria».


¿Cómo se puede reconstruir el tejido social con seis millones de víctimas y un pasado marcado por las masacres, secuestros, desapariciones amenazas...?

Debemos remitirnos a las experiencias que desde la región se han construido desde hace muchos años. Lo importante es entender que la reconstrucción no debe ser impuesta por actores diferentes a los de la comunidad afectada, porque es en la familia, en las particularidades de los vecinos, en los estatutos sociales, en los vínculos entre quienes vivieron algún episodio violento o relacionado con el conflicto armado, donde se logra reconstruir las experiencias, la memoria, la vida de antes. Esto se fortalece claramente cuando se trabaja en lograr reconstruir o restablecer la confianza con las instituciones, con los empresarios de la zona, con los líderes del lugar. Entendemos que la reconstrucción del tejido social no se encomienda o no reside en la responsabilidad de unos pocos, sino que es trabajo de todos.

¿Es posible impulsar la reconciliación y la memoria en medio del conflicto?

Sí, es posible. Las comunidades de diversas regiones de Colombia han realizado un trabajo indescriptible e inigualable en materia de reconciliación, aún viviendo en territorios de conflicto. Así podemos entender que estos mecanismos o estas estrategias de reconciliación no dependen de si termina o no el conflicto armado, sino de las voluntades y dinámicas mismas de las poblaciones afectadas.

¿Entraña algún riesgo?

Ninguno. La memoria es necesaria para poder entender qué pasó, qué se ha hecho y qué debemos hacer para que no se repita. En Colombia se ha hecho un trabajo magnífico en las diferentes regiones y, sobre todo, en la investigación realizada por el Centro Nacional de Memoria Histórica, que ha permitido que cientos de colombianos conozcan, recuerden y no olviden. También hay muchos trabajos más a nivel regional que han permitido generar hechos simbólicos para reconstruir lo que en algún momento los grupos armados se llevaron y no va a volver.

¿Qué características propias adquiere la reconciliación en el contexto colombiano?

La reconciliación debe convertirse en una plataforma para que diferentes actores de diversos sectores sociales puedan articularse y dar a conocer los retos, oportunidades y experiencias o lecciones aprendidas, que permitan una cohesión entre las diferentes regiones y sobre todo, que se logre hablar desde diferentes puntos de vista, sobre un tema que atañe a todos: la reconciliación.

¿Qué papel debería jugar, por ejemplo, la empresa privada en un escenario posconflicto?

El papel de la empresa en un escenario de posconflicto es fundamental. Pero más allá de hablar o no de posconflicto, debemos entender que las empresas deben redefinir su rol en la sociedad, teniendo en cuenta que Colombia, siendo un país en conflicto, es una de las economías más fuertes de Latinoamérica. Sabiendo esto, debemos pensar en cómo generar capacidades reales en medio del conflicto y en el posconflicto. Igualmente, cómo lograr la reconciliación de los empresarios con algunas comunidades donde operan. Este actor, como los otros, es fundamental en un tema país. El pacto empresarial que propone este proyecto pretende generar una hoja de ruta para todas aquellas empresas que quieran sumarse a este gran esfuerzo. Se compartirá la experiencia de las empresas que actualmente aportan a la reconciliación.

¿Y los medios de comunicación? ¿Qué cabida deberían de tener en ellos las voces de las víctimas, de los combatientes, de los presos, de los desmovilizados...?

Creemos que tienen un rol fundamental. Son los portavoces de los sucesos de este país y del mundo. Veinte medios de comunicación hacen parte de esta gran alianza de la sociedad civil y están comprometidos con enviar un mensaje diferente a sus lectores, televidentes y audiencias. Debemos entender que el lenguaje también aporta a la reconciliación y que mientras se procure evidenciar o dar a conocer historias diferentes que den cuenta de la reconciliación en las regiones, lograremos desarmar el lenguaje y poder contribuir a una mejor sociedad.

Uno de los principales objetivos de este proyecto es visibilizar las experiencias de reconciliación que se han venido gestando en las diferentes regiones. ¿De qué tipo de iniciativas estamos hablando?

Hablamos de alrededor de 400 experiencias en reconciliación desde todo el territorio nacional. Experiencias en memoria, en empleabilidad de personas desvinculadas de grupos armados, en espacios de encuentro entre víctimas y victimarios, en proyectos productivos en terrenos donde anteriormente se encontraban cultivos de uso ilícito, entre otros.

¿La sociedad colombiana va por delante de los actores políticos?

Tiene una oportunidad muy importante en ampliar su voz y dar a conocer su experiencia regional. Se requiere de una institucionalidad fortalecida y de una comunidad que pueda confiar nuevamente en las autoridades.