Duran i Lleida deja hoy la secretaría general de CiU, pero sigue como líder en el Congreso
Josep Antoni Duran i Lleida ha anunciado que deja la secretaría general de CiU, al frente de la cual lleva 13 años. Pese a todo, la decisión no supone el adiós del líder democristiano, ya que seguirá como líder de Unió y como portavoz de la federación en el Congreso de los Diputados.
Casi dos meses después de anunciarlo a bombo y platillo, Josep Antoni Duran i Lleida ha formalizado esta mañana, en la Comisión Ejecutiva de CiU, su renuncia a la secretaría general de la federación nacionalista. Es decir, ha dejado de ser el segundo de a bordo –el primero es el líder Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Artur Mas– y pasará el relevo al mejor posicionado para sucederle también dentro de Unió Democràtica de Catalunya (UDC), el conseller de Interior, Ramon Espadaler.
Pero la renuncia de Duran i Lleida a la secretaría general de CiU –cargo en el que lleva 13 años– no supone, ni mucho menos, una retirada del líder democristiano de la política, ni tan siquiera un paso atrás. Como ya dejó claro tras las elecciones europeas, no piensa renunciar a ser portavoz de la federación en el Congreso de los Diputados, ni a presidir la Comisión de Exteriores del mismo Congreso. Tampoco parece que vaya a dejar la presidencia del Comité de Gobierno de UDC.
A diferencia del anuncio realizado hace casi dos meses, la renuncia de hoy cuenta con el conocimiento y el acuerdo del president, Artur Mas, con el que Duran i Lleida selló hace meses la unidad de acción hasta la fecha de la consulta. A partir de ahí, sin embargo, los caminos de CDC y UDC podrían separarse.
Entre dos aguas
Precisamente es la posibilidad de la convocatoria de unas elecciones plebiscitarias como alternativa a la consulta uno de los aspectos que más ha tensionado la relación entre Duran i Lleida y Convergència. El líder democristiano ya ha amenazado, de hecho, con romper la federación y presentarse a las elecciones en solitario si se da tal situación.
Pese a su manifiesta incomodidad de con el desarrollo del proceso independentista, cuando anunció su decisión hace casi dos meses, Duran i Lleida prefirió no hacer demasiada sangre y apuntó hacia Madrid, donde aseguró sentirse «huérfano de diálogo».