43 miembros de una unidad de élite del Ejército israelí se niegan a operar contra los palestinos
Un grupo de 43 reservistas de una unidad de élite de la Inteligencia israelí se ha declarado en insubordinación por cuestiones morales argumentando que la información que recogen es posteriormente empleada para «dañar a inocentes» palestinos y que, en lugar de contribuir a la defensa del país, solo sirve para «perpetuar el régimen militar israelí en Cisjordania».
Se trata de 33 soldados y 10 oficiales, todos ellos en la reserva, que pertenecen a la Unidad 8200, responsable de tareas de desencriptación de códigos y recogida de SIGINT (señales de Inteligencia), y que han expresado su insubordinación a través de una misiva enviada a los principales medios israelíes.
«Somos moralmente incapaces de servir a un sistema que daña los derechos de millones de personas», según la misiva, en la que denuncian que la población palestina, «que se encuentra bajo un régimen militar», se halla «completamente expuesta al espionaje y los esfuerzos de la Inteligencia israelí».
Los soldados argumentan que la labor de los servicios de Inteligencia permiten «el control constante de la población y la invasión de la privacidad, lo que no permite que lleven una vida normal, lo que a su vez alimenta la violencia y por tanto, aleja el final del conflicto».
Los insubordinados precisan que la acción de los servicios de Inteligencia no hace más que «dañar a gente inocente, realizar persecuciones políticas y, crear divisiones en el seno de la sociedad palestina al incentivar el uso de ‘soplones’ que no hacen más que conseguir que los palestinos se enfrenten entre ellos mismos».
«Mantener el régimen militar»
Si bien los reservistas ven normal la necesidad que tiene Israel de defenderse, el caso de los palestinos es diferente porque «el objetivo principal es el de mantener el régimen militar vigente en Cisjordania», según indica uno de los firmantes al magacín ‘Siha Mekomit’.
El Ejército israelí ha restado importancia a esta misiva argumentando que «el envío de la carta a los medios en lugar de a sus superiores da a entender cierta falta de seriedad» en las pretensiones de los insubordinados.
«Todos los que sirven en la unidad se enfrentan a un exhaustivo proceso de entrenamiento, sin rival entre las agencias de Inteligencia del resto del mundo, que pone un énfasis especial en la moralidad, la ética y el procedimiento correcto», ha hecho saber un portavoz.