Madrid carga contra el referéndum escocés y elude establecer paralelismos con Catalunya
Tanto el presidente español, Mariano Rajoy, como la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Exteriores, José Manuel Margallo, se han enrocado y han tratado de desprestigiar el referéndum que tendrá lugar mañana en Escocia, eludiendo establecer paralelismos con el proceso que se desarrolla en Catalunya.
Los tres dirigentes se han aferrado a la legalidad española y han rechazado la posibilidad de celebrar un referéndum. No obstante, ninguno de ellos ha llegado tan lejos como hizo ayer Margallo, que llegó a amenazar con la suspensión de la autonomía en caso de que se saquen las urnas a la calle.
«El proceso es malo para Escocia», ha resumido Rajoy a pregunta de Aitor Esteban, portavoz del PNV, quien le ha interrogado sobre su posición en caso de que Edimburgo vote «sí» a la independencia. En su opinión, las «competencias» constituyen una de las grandes diferencias entre ambos procesos. «Escocia no tiene apenas competencias en comparación con Catalunya o País Vasco», ha argumentado, para después pasar al argumento de la autoridad. «Toda Europa cree que estos procesos son negativos. Traerán problemas, recesión económica y pobreza para todos», ha reiterado, para calificar las votaciones de Escocia como «un torpedo en línea de flotación europea». «Europa nació para integrar, no para fragmentar. Necesitamos países fuertes para plantar cara a los retos.
También sobre Escocia ha preguntado Xabier Mikel Errekondo, diputado de Amaiur, al ministro de Exteriores, José Manuel Margallo. Este se ha aferrado a razonamientos jurídicos que contradecían lo afirmado por Rajoy apenas unos minutos antes. «El ordenamiento británico y el caso escocés son un singularidad sin parangón. El parlamento escocés no tiene límites», ha considerado el ministro, tras reiterar que el referéndum «solo se permitió» tras un acuerdo con Londres que en el caso de Madrid se descarta ante la cerrazón de sus dirigentes. «Una cosa es legalidad y otra racionalidad», ha asegurado, tachando de «catástrofe» la posible independencia de Escocia y alertando sobre el proceso de «balcanización» que, a su juicio, se desarrolla en Europa.
Más centrada en Catalunya, ya que la pregunta de Pere Macías (CiU) hacía referencia a la gran V de la Diada, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha parapetado tras las «leyes» para rechazar que el ejemplo escocés se extienda a Catalunya. «El derecho manifestación es un derecho fundamental pero el de autodeterminación no está recogido por nuestra Constitución», ha reiterado, instando al convergente a cambiar la Constitución en caso de querer incluir la posibilidad de que Catalunya decida. «Le invito a que trabajemos todos juntos y a no dividir a los españoles», ha zanjado.