El exilio del 39 y el de la crisis vota en el exterior
«La gente está feliz de poder votar, nos conecta con toda la gente que está allá votando, pero tengo que admitir que se respira un poco de nostalgia. A muchos nos gustaría estar allá». El coordinador de la Assemblea Nacional Catalana del exterior en Santiago de Chile, Carles García, se confesaba tremendamente emocionado en la jornada de ayer, en la que varios centenares de catalanes residentes en el país latinoamericano pudieron votar en la delegación del Govern en Santiago, la capital.
Se trata de uno de los 19 puntos de votación que la Generalitat habilitó ayer para que pudiesen votar los miles de catalanes repartidos por todo el mundo. Lo hicieron en masa, en algunos lugares como Londres y Bruselas teniendo que esperar hasta tres horas en algún caso. Según señaló García a GARA, el perfil del votante en el extranjero, en Santiago y en otros lugares, es triple: «El catalán exiliado, que llegó aquí después de la Guerra Civil, que mantiene la residencia española y se siente muy catalán. Ya no son muchos y los que son están muy mayores, pero viven con mucha ilusión este momento. Otro perfil es el del empresario que está aquí trabajando, más o menos de paso. Y el tercero es el joven que ha venido aquí a buscarse la vida y a buscar la oportunidad laboral que el panorama en Catalunya hacía imposible. Estos últimos ganan por mayoría».
Cambio de planes
García explicó, desde la primavera austral, que el cambio de consulta legal a proceso participativo les obligó a modificar los planes, ya que pasaron de preparar un viaje organizado a Buenos Aires –la primera convocatoria no tenía previsto abrir urnas en Santiago– a prepararse como voluntarios para hacer posible que la convocatoria alternativa tuviera también una sede en la ciudad en la que viven. A las nueve de la mañana ya había un centenar de catalanes esperando en la puerta y a la hora del cierre de esta edición varias decenas celebraban con un asado en el Centre Català de Santiago los espectaculares resultados de participación, según apuntó García, que llegó hace dos años a Chile para terminar su carrera universitaria y se quedó al encontrar el trabajo que no difícilmente podía conseguir en casa.
Además de este voto desde el extranjero, ayer se pudieron escuchar numerosos testimonios de catalanes residentes fuera del Principat que viajaron expresamente el fin de semana hasta Catalunya para poder votar en la consulta alternativa. El caso más mediático, qué duda cabe, es el del entrenador del Bayern de Múnich, Pep Guardiola, que se trasladó a Barcelona para poder depositar su papeleta en la urna. Menos conocida en los medios, Mireia Marce, que vive en Tolouse, llegó a Barcelona el sábado por la tarde y retomó el camino de vuelta ayer mismo después de votar. «¿Si valió la pena? Por supuesto».