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«Ugarteko» cree que hay ertzainas que mintieron al decir que no dispararon

«Ugarteko», la persona que desde la central de Deusto dirigió la carga policial en la que resultó muerto de un pelotazo Iñigo Cabacas, declaró ayer que cree que ertzainas que dijeron no haber disparado sí lo hicieron y lanzó duras acusaciones contra uno de los mandos que estaban en el lugar, entre ellas no estar cumpliendo con sus obligaciones.


«Ugarteko», la persona que coordinó por radio el operativo policial y ordenó «entrar con todo» en el callejón en el que cayó herido de un pelotazo Iñigo Cabacas, declaró ayer como testigo en la instrucción por la muerte del joven seguidor del Athletic. Su declaración, además de larga, resultó muy jugosa.

El ertzaina con carné profesional 3.316, que el 5 de abril de 2012 respondía a la clave de «Ugarteko» –y que según desveló GARA en diciembre de 2013, en base a documentación oficial, oculta la identidad de Iñaki Larrea– declaró ayer ante la jueza y la representación de las partes. Afirmó que aquella noche dispararon más agentes que los que luego lo admitieron durante la investigación interna realizada por la Ertzaintza.

En su opinión, no es creíble que de las tres «francias» (furgonetas) que había en el lugar solo disparasen los miembros de una de ellas. Según cree «Ugarteko», dispararon las tres.

Como testigo declaró bajo juramento y en su opinión hay agentes que en su momento dijeron la verdad porque no tenían nada que esconder, y luego se han visto imputados en esta causa, y otros que no dijeron la verdad.

Las declaraciones que los ertzainas hicieron durante la primera investigación interna han sido determinantes después. Pese a que la acusación de la familia Cabacas pidió la imputación de todos los agentes que participaron en el operativo, solo lo han sido aquellos que admitieron haber disparado.

«Ugarteko» repitió ayer en varias ocasiones durante su declaración que cree que hay ertzainas que dispararon y luego mintieron sobre ello.

Duras críticas a un mando

La declaración de «Ugarteko» se prolongó desde las 10.00 hasta las 15.15 porque, entre otras cosas, se estuvieron escuchando grabaciones de aquella noche. Entre estas, la ya famosa en la que al mando situado frente al callejón y que dice que está todo controlado le responde con un taxativo «a ver, le repito las órdenes para que queden bien claras.(...) Entren al callejón con todo lo que tenemos, entren en la herriko, controlan la situación y los que haya que puedan ser posibles agresores se les controla o se les echa, y se toma toda la posición. Y entonces estará la situación controlada».

«Ugarteko» reconoció su voz en esas grabaciones y trató de explicar las órdenes que había dado. En el caso del «entren con todo», tanto él como los abogados del Departamento de Seguridad alegan que para cuando lo dijo Iñigo Cabacas ya estaba herido de muerte.

Pero «Ugarteko» no se limitó a dar explicaciones de su actuación, sino que también lanzó graves acusaciones contra el mando que se encontraba en el lugar. Entre otras cosas afirmó que no estaba cumpliendo con sus obligaciones.

La declaración fue larga y dejó caminos abiertos para realizar nuevas comprobaciones, que ya está analizando la representación de la familia Cabacas.

Concentración

La plataforma Iñigo Gogoan convocó una concentración a las puertas del TSJPV a la hora del inicio de la declaración. Por allí pasaron los padres del fallecido. Los portavoces del grupo volvieron a traer a la memoria ante los medios las palabras pronunciadas aquella noche por «Ugarteko» y dijeron no entender «cómo tres años después, esa persona es la primera vez que declara y cómo todavía no se ha tomado, aparentemente, ningún tipo de actuación para apartarle del cargo».

Los representantes de la plataforma David González y Marta Pérez afirmaron que les parece «increíble» que, después de tanto tiempo, tengan «que seguir reclamando que se tomen medidas y que se cambie el modelo policial, que es fundamental».

Recordaron que «hace escasas semanas otro ertzaina mató a un camionero» en Leitza. Esto les llevó a la reflexión de que «cuando el caso de Iñigo nos dimos cuenta de que no había ningún tipo de control sobre las pelotas de goma y sobre su uso, y ahora nos damos cuenta de que tampoco hay ningún tipo de control sicológico sobre los agentes».