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Barrena denuncia la «actitud de boicot permanente» del Estado

El portavoz de Sortu, Pernando Barrena, ha considerado que cuestiones como el cambio en política penitenciaria o el desarme de ETA son «perfectamente abordables desde el marco legal vigente». Asimismo, afirma que la actitud del PNV recuerda «la forma de hacer del pujolismo, pensando siempre qué puede sacar del pacto con el Estado».

Pernando Barrena, en una imagen de archivo. (Gorka RUBIO/ARGAZKI PRESS)

En una entrevista concedida al diario digital VilaWeb, recogida por Europa Press, Barrena incide en que el caso de Arnaldo Otegi es «el exponente más evidente de la venganza implacable del 'establishment' español contra el compromiso político de la izquierda abertzale».

Tras denunciar la «actitud de boicot permanente» del Estado respecto al «proceso de paz», cree que en cuestiones como la política penitenciaria se está «profundizando en las vías involutivas» y el Estado usa todos «sus aparatos policiales y judiciales para reprimir y boicotear la resolución del conflicto».

«No ha dejado de utilizar los métodos antiterroristas previos al 2011. Actúan sobre un escenario político radicalmente diferente con los mismos métodos y herramientas que utilizaban en su esquema antiterrorista. Un esquema que ahora tiene aún menos sentido que nunca», añade.

En esta línea, incide en que durante los últimos años «todos los pasos que se han hecho en clave de paz los ha hecho la parte vasca». «Cuando digo 'parte vasca' lo digo en sentido amplio, no haciendo referencia a la izquierda abertzale, ni a ETA. La sociedad vasca en su conjunto está haciendo grandes aportaciones para salir de él. El compromiso es muy grande y la sensación de oportunidad histórica es muy grande», manifiesta.

Asimismo, denuncia que quienes desde Madrid deciden la política respecto a Euskal Herria «añoran, como mínimo en el aspecto político, aquella situación anterior a 2011 cuando todo se solucionaba rápidamente con una reunión del pacto antiterrorista», ya que de este modo «desaparecía cualquier posibilidad de matización o crítica a favor de un supuesto interés de estado».

Por ello, considera que el cambio de sentido en política penitenciaria, la reparación del daño a las víctimas y el desarme de ETA son «perfectamente abordables desde el marco legal vigente».

Arnaldo Otegi

Respecto a la situación de Arnaldo Otegi, encarcelado en la prisión de Logroño, Barrena afirma que está en prisión «consecuencia de un proceso de búsqueda de las vías pacíficas y democráticas para resolver el conflicto».

«Es el exponente más evidente de la venganza implacable del 'establishment' español contra el compromiso político de la izquierda abertzale y la sociedad vasca con un escenario de paz y de soluciones democráticas», expresa.

Asimismo, afirma que en la actualidad hay alrededor de 450 prisioneros políticos vascos y subraya que la izquierda abertzale entiende por ello a «todas las personas que son privadas de libertad como consecuencia de una actividad política en cualquiera de sus expresiones».

A su juicio, no es concebible que no se haya aplicado al caso de Arnaldo Otegi unos criterios penitenciarios «en consonancia a la nueva etapa abierta» en Euskal Herria, por lo que aboga por «liquidar la interpretación de excepción que se aplica al colectivo de prisioneros políticos vascos».

PNV y Podemos

Preguntado por la relación que mantiene Sortu con el PNV, Barrena reconoce que tienen abierto un «canal de comunicación estable y hablamos de la posibilidad de hacer acuerdos en un futuro».

«Pero nos encontramos con que no hay mucho interés por su parte a colaborar. Pensamos que el PNV hace un análisis que les lleva a perseguir una alianza con los socialistas pensando en el posible cambio de mayorías en el Congreso. Preparan esta alianza eventual para asegurarse de la estabilidad institucional en municipios, diputaciones forales y parlamento», lamenta Barrena, para añadir que las prioridades del PNV «no son la gestión en común del proceso de paz con la izquierda abertzale ni la defensa del derecho de decidir».

En esta línea, afirma que los jeltzales recuerdan «la posición y la forma de hacer del pujolismo, pensando siempre qué puede sacar del pacto con el Estado».

Cuestionado por Podemos, reconoce que la relación «no es fácil» porque «el componente ideológico y personal de Podemos es muy heterogéneo».

«Nos parece que no podemos hablar de un solo Podemos, sino que hay un Podemos diferente en cada pueblo o ciudad. En algunos lugares hemos llegado a hacer acuerdos de gobierno para propiciar el cambio. Hay aspectos positivos en el terreno de la gestión institucional. En el aspecto más político, la actitud que tienen en la comunidad autónoma vasca es muy diferente. Hay un Podemos que piensa mucho más en clave estatal que en clave vasca», señala.