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Valls reclama «un control sistemático en las fronteras exteriores europeas»

El primer ministro francés, Manuel Valls, ha pedido «un control sistemático en las fronteras de la Unión Europea para los beneficiarios de la libre circulación» y ha advertido de que, «si no se hace, la supervivencia de Schengen está en juego».

El primer ministro francés, Manuel Valls, durante su alocución ante la Asamblea Nacional. (François GUILLOT/AFP PHOTO)

Valls, que ha intervenido en el debate en la Asamblea Nacional francesa para prolongar tres meses el estado de emergencia decretado tras los atentados del viernes, ha instado a la adopción rápida del dispositivo de registro de pasajeros aéreos (PNR).

«Ya es hora –ha subrayado– de que Europa adopte el texto sobre el PNR que garantice el seguimiento de los desplazamientos, incluso en el interior de la Unión Europea. Es una condición para nuestra seguridad colectiva».

Por otro lado, Valls ha alertado del «riesgo de armas químicas y bacteriológicas» en futuros ataques. «Actualmente no hay que excluir nada. Lo digo con todas las precauciones que se imponen, pero lo sabemos y lo tenemos en cuenta: puede haber riesgo de armas químicas y bacteriológicas», ha manifestado.

«Estamos en guerra»

«Estamos en guerra. No en una guerra a la que la historia nos ha acostumbrado trágicamente. Una nueva guerra, exterior e interior, en la que el terror es el primer objetivo y el primer arma», ha agregado el primer ministro, que ha enumeado los atentados que ha sufrido el Estado francés en el último año.

Desde el ataque a la revista ‘Charlie Hebdo’ y un supermercado judío en enero, donde hubo 17 víctimas mortales, a los del pasado viernes en París, donde murieron 129 personas, y otras tentativas como la acción en agosto contra un tren Thalys que viajaba de Amsterdam a París.

«Es una guerra en la que el frente de combate se desplaza constantemente y está en el corazón de nuestra vida cotidiana», ha agregado Valls, que la ha descrito como «una guerra planificada y llevada a cabo por un ejército de criminales».

«La macabra imaginación de los que dan las órdenes no tiene límites: fusil de asalto, decapitación, bombas humanas, armas blancas... o todo a la vez, perpetrados por individuos, comandos particularmente organizados», ha declarado Valls.