Un técnico municipal certifica un fraude más en el campo de fútbol de Alonsotegi
Una técnica municipal ha certificado una serie de irregularidades y fraudes en las obras del campo de fútbol de Basteita, en Alonsotegi, ejecutadas por la constructora Pabisa. Además, se constata una falta de control efectivo del proyecto, con un sobrecoste de 1,5 millones.
Tres meses después de que EH Bildu solicitase documentación al Gobierno municipal de Alonsotegi sobre el proyecto del campo de fútbol de Basteita, un informe de una técnica del Consistorio certifica irregularidades cometidas por Pabisa, la constructora encargada de la ejecución. Las anomalías detectadas profundizan en lo apuntado por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) sobre la gestión de Alonsotegi Eraikiz y señalan, de nuevo, al arquitecto asesor Alberto Zulueta como pieza clave en el fraude.
Las obras del campo de hierba artificial para los clubes Larramendi y Arbuio, con gradas prefabricadas de hormigón y estructura de madera, el edificio de vestuarios de 500 metros cuadrados y la urbanización de la parcela, fueron licitados por un importe total de 1,7 millones de euros, aunque al final a las arcas municipales les costó 3,2 millones, con una desviación de 1,5 millones de euros.
A ello hay que sumar los cerca de 300.000 euros que percibieron las firmas encargadas a dedo de la redacción y dirección de obra, además de la gestión urbanística y compra de los terrenos. La más beneficiada Iztau, la empresa del arquitecto Alberto Zulueta, también consejero de Alonsotegi Eraikiz, que percibió 12.000 euros por la modificación de las Normas Subsidiarias y 273.002,84 por el proyecto y la dirección de obra.
En su informe, el TVCP dice de Zulueta que realizó proyectos y direcciones técnicas para Pabisa, «incumpliendo con el principio de objetividad, el régimen de incompatibilidades profesionales y el deber de abstención a los que queda sujeto dicho profesional por cuando emitió informe técnico favorable previo a su contratación».
Los trabajos del campo se llevaron a cabo y fue inaugurado en 2006, siendo alcalde Gabino Martínez de Arenaza, vinculado familiarmente con uno de los directivos de Pabisa. Tras analizar el expediente y el equipamiento construido, la técnico asesor constata que las obras ejecutadas «no se corresponden con los planos del proyecto» redactados por Iztau, tampoco hay documentación respecto al control de los trabajos ni planos ni memoria de lo que se construyó en dos fases pagándose 1,5 millones de más sobre lo presupuestado inicialmente. Además, no hay acta de recepción de las obras del campo de fútbol.
La infraestructura deportiva se inauguró oficialmente en noviembre de 2006, aunque dos años y medio después el aparejador municipal emitió un informe en el que advirtió de que no se podían recepcionar las obras por las deficiencias en la instalación de agua caliente y calefacción. Por ellas, no se pudo legalizar hasta octubre de 2013 después de desembolsar el Consistorio otros 2.458,29 euros.
Devolución de los avales
No se resolvieron los fallos, pues en enero de 2014 otro aparejador del Ayuntamiento incidió en nuevas deficiencias en las redes de saneamiento y pluviales del campo de fútbol al modificarse el proyecto inicial. Todas las aguas sin depurar van a un pozo único que termina desembocando en el río Kadagua. Un informe técnico advierte al Consistorio de que se expone a sanciones por «grave problema medioambiental».
A pesar de ello, en noviembre de 2013, el alcalde por entonces, José Luis Erezuma, devolvió sendos avales a Pabisa por un importe de 86.838,47 euros tras el informe favorable de Zulueta.
Asimismo, se constata que se modificó la estructura de pilares y forjados de hormigón armado y cubiertas inclinadas por otro más barato con forjados de hormigón armado con chapa, así como pilares y vigas metálicas. También se han detectado goteras en los vestuarios y en el gimnasio, además de fisuras y desconchones en los remates de albañilería de la fachada.
En una inspección al campo de Basteita, se certifica que solo hay 24 proyectores de iluminación cuando se pagó por 32, según la liquidación de obra.
EH Bildu presenta una moción para que el Ayuntamiento actúe
EH Bildu ha presentado una moción para su debate en el Pleno municipal de Alonsotegi a raíz de las graves irregularidades detectadas en el proyecto del campo de fútbol de Basteita, en la que insta a que se depuren responsabilidades. La coalición reclama que el Consistorio emprenda acciones judiciales para que se revierta el «perjuicio económico» generado a las arcas públicas.
Los soberanistas piden que se lleve a cabo un informe auditor sobre el control de calidad de la edificación, «que certifique si la obra realizada cumple con el código técnico de la edificación». Además, se solicita que se efectúe una valoración económica «de los fraudes detectados» por los técnicos del Ayuntamiento.
Tras analizar la documentación remitidas por los técnicos, EH Bildu señala a Pabisa, a quien se adjudicó el proyecto, como responsable de las irregularidades, pero también al arquitecto asesor Alberto Zulueta, cuya empresa –Iztau– era la encargada de la dirección de obra. El principal grupo de la oposición acusa a la empresa de Zulueta de no haber realizado un control efectivo de la obra, lo que permitió que se aceptarán deficiencias en las instalaciones de Basteita. No pasan por alto que gracias a un informe favorable de Zulueta, se devolvieron avales por importe de 86.838,47 euros sin haberse resuelto los fallos en las instalaciones y teniendo él que afrontar las reparaciones. A.G.