EL BALONCESTO RUSO QUIERE DEMOSTRAR QUE ES MÁS QUE EL CSKA DE MOSCÚ
El CSKA de Moscú es el equipo referente del baloncesto ruso tanto como lo fue del soviético. Pero no está solo. Desde que en los últimos años Khimki, Unics Kazan o Lokomotiv Kuban hayan engalanado sus vitrinas con la Eurocup, ahoran preparan el asalto a la Euroliga.
Cuando la página web «Solobasket.com» publicaba hace unos meses la lista de los 50 jugadores mejor pagados del baloncesto FIBA, el primero de ellos no era otro sino Alexey Shved, flamante fichaje del Khimki. El escolta ruso, recién aterrizado de los Knicks de Nueva York de la NBA, después de un periplo por los Estados Unidos algo agridulce, firmaba por 3,4 millones de euros al año. El mismo equipo tiene en su nómina a Tyrese Rice, noveno jugador mejor pagado, con una ficha de 2,3 millones de euros. En esa lista, el «segundo» equipo moscovita incluía a jugadores como Monia –numero 20– Petteti Kopone –en el 23–, James Augustine –32– o Zoran Dragic –45–. Por no hablar del CSKA de Moscú, con Freeland, Teodosic, Fridzon, Khryapa, De Colo, Aaron Jackson, Kyle Hines y Cory Higgins entre los 50 mejores pagados. Hasta el Lokomotiv Kuban «colaba» a su estrella Malcom Delaney entre esos 50 «privilegiados», en clara demostración de que las apreturas económicas no entran en el vocabulario ruso.
Ni el hábito hace al monje, ni el dinero hace equipos ganadores o brillantes. Solo los hace caros. Pero en este caso hay que advertir un ardiente deseo «imperialista» por parte del basket ruso. En los últimos años, desde que el Khimki desembarcara en 2009 con un buen dineral y jugadores como Carlos Delfino, Lampe, McCarty, Mozgov o Garbajosa en sus filas, el conjunto moscovita ha vivido a la sombra del CSKA de Moscú como si de un hermano menor se tratase, pero con la convicción de que, a la que se descuide, lo va a destronar.
Su palmarés es todavía magro, entre otras cosas porque el equipo del Ejército Rojo todo lo acapara, pero de a poco se va engordando, y no solo de subcampeonatos. La Copa rusa de 2008 fue su primer gran aldabonazo, completado por una Liga Báltica –Liga VTB– de 2011, mientras que las ediciones de 2012 2015 de la Eurocup también cayeron en sus vitrinas.
Jugadores como Zoran Planinic, Raül López, Kresimir Loncar o Vitaly Fridzon han vestido su camiseta, con técnicos como Sergio Scariolo o Rimas Kurtinaitis. Con la llegada de Tyrese Rice parece que han elevado un escalón más su competitividad, y ahora, con el relevo de Dusko Ivanovic a un Kurtinaitis que fue despedido entre aplausos –y con aparentes tiernas maneras, curiosamente–, el club que maneja Pavel Astajov parece apostar por una férrea seriedad que se hace difícil de imaginar. No parecen los Shved, «Zoki» Dragic y compañía los más adecuados para ir «metiendo en cintura». ¡Pero ay si la cosa funciona! Por lo pronto, ya han sido capaces de derrotar al «hermano mayor» de Moscú, y llegan con opciones a la última jornada del Top 16. Si todo ese talento se conjunta, serán una mochila de 60 kilos para quien se los cruce camino de la Final Four.
La sonrisa de Bartzokas
Georgios Bartzokas, campeón de la Euroliga con Olympiacos en 2013, entrena al Lokomotiv Kuban de Krasnodar. este equipo saltó a la palestra al superar a Bilbao Basket en la final de la Eurocup de 2013, único título de esta escuadra, amén de la Copa rusa de 2000. El tercer equipo ruso en discordia, después de haber superado por la mano a un Unics Kazan que en 2011 ganaba a Eurocup y en 2012 rozó la Final Four de la Euroliga, es, curiosamente, el menos ruso de los equipos de la VTB. Tal vez por su juego desenfadado.
Esas maneras los vuelve temerarios –sobre todo porque carecen de un pívot grande desde que se deshicieran de Fesenko–, pero temibles. Randolph o Delaney son auténticas estrellas del firmamento en Krasnodar, pero ojo con los «mellizos» Broekhoff o el español Claver, capaces de defender a aleros y pívots y sumar puntos sin que nadie lo note. Por lo pronto, ya están en cuartos de la Euroliga y casi seguro como cabezas de serie. Y todo ello, sin la presión de ganar sí o sí que padece el CSKA de Moscú.
Laboral Kutxa Baskonia, a cuartos gracias al Khimki de Ivanovic
El Barça también cumplió frente al Brose Baskets, pero el monumental chorreo con el que el Khimki sometió a Olympiacos, por orden cronológica de finalización, supuso el pase matemático de Laboral Kutxa Baskonia al cruce de cuartos. El 98-66 resume con claridad la plaiza de los de Dusko Ivanovic a la escuadra del Pireo, que se verá eliminado si esta noche el Real Madrid bate al Baskonia.
La ventaja en el apartado reboteador, 44 a 30, y una racha de triples que se prolongó en el segundo y el tercer cuartos –que acabaría con un parcial sumado de 51-28– reventó el partido para el conjunto moscovita. Primero fue Shved quien encadenó cuatro triples seguidos, para que Koponen hiciera lo propio tras el descanso. El nivel defensivo, además, con Josh Boone y Honeycutt a tope de intensidad, fulminó a las estrellas helenas. En Gasteiz hubo hasta quien ondeó su bufanda por Ivanovic.A. G.