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Político en campaña busca periodista que ayude a llenar las urnas

En la víspera de (otra) campaña, periodistas promovieron un jugoso debate con políticos sobre cómo comunicar hoy sus mensajes. Una relación siempre compleja (a los periodistas les gustó poco la invitación del jelkide Iturrate a mezclarse en una «vinagreta»), pero ahora aún más por la tiranía de la tele, twitter...


Hace realmente muy pocos años, el procedimiento más habitual para decidir el voto era acudir a los grandes mítines de los partidos, escucharles de modo pasivo, reflexionar y decantarse. Ahora, lo último en países tecnológicamente avanzados es una aplicación de móvil que permite decidir el sufragio a través de un test (por cierto, aseguran que a menudo el resultado es absolutamente inesperado). Entre medio, todo un mundo: vídeos virales, Twitter... En este sentido, campañas como la que arranca esta medianoche son más complicadas que nunca. Los políticos siguen necesitando a los periodistas y, aunque con más matices, también los periodistas a los políticos. ¿Cómo se articula eso? La víspera del inicio era un momento muy propicio para reflexionar conjuntamente sobre ello unos y otros. La Asociación de Periodistas Vascos y el Colegio Vasco de Periodistas lo facilitaron con un seminario en Bilbo.

Como cabía vaticinar, esa interrelación no está exenta de tensión. Andoni Aldekoa, responsable de Comunicación de Lehendakaritza, abrió la jornada con su ponencia y aseguró que en campaña políticos y periodistas vienen a ser «agua y aceite». Pero fue Iñigo Iturrate quien levantó la liebre al recoger esta metáfora e ir más allá, afirmando que desearía que se conviertan al menos quince días en «aceite y vinagre, para que así podamos hacer una vinagreta, aunque sea coyuntural».

A pocos periodistas les gustó esa invitación. Aitor Guenaga, del diario digital ‘‘Norte’’, consideró que es justo al contrario: «Los medios tenemos que romper las estrategias de los partidos, tenemos que evadirnos de su agenda». Saludó que en su caso, como medio humilde, pueden actuar «como francotiradores» y «en unos pocos temas», sin necesidad de seguir la agenda informativa.

El resto también reivindicó independencia. A los políticos les cayeron no pocos palos. Eva Domaika, de la Ser, expresó su frustración ante géneros como la entrevista: «Me planteo dejar de hacerlas, porque el político nunca contesta a la pregunta que le haces, sino a la que le gustaría que le hubieses hecho». Pilar Vicente, de Onda Vasca, se preguntó como pueden pensar los políticos que los periodistas les serán cercanos, cuando por un lado no hay capacidad humana («ahora no somos humildes, somos pobres»), y por otro «los políticos cada vez están más alejados de nuestras redacciones, lo que prima es la pantalla televisiva y además ahora está en un momento basura». Y Aritz Agirre (EiTB) dio por buena como hipótesis la teoría de la vinagreta, pero añadió que «debe ser del gusto del que la consume. Y lo que veo ahora cada vez más son políticos aburridos y periodistas resignados. Para hacer un producto atractivo hay que sorprender y eso es difícil en las campañas».

Repeticiones y banalidades

Aldekoa, con un punto de vista mucho más teórico que práctico, dio la pista de por qué las campañas resultan tan monótonas. Un estudio estadounidense ha comprobado que por término medio el votante potencial no retiene más de tres grandes mensajes en campaña y para almacenar cada uno en su memoria necesita escucharlo dieciséis veces. «Así que, para que eso ocurra, ¿cuántas veces tiene que decir lo mismo el político?», se preguntó.

No obstante, el parámetro que se impone ya no es hablar mucho, como ocurría antes, sino lograr ser escuchado mucho. Y a eso se refirió sobre todo Ion Ansa, desde EH Bildu: «Hay que bajarse de los tablados y sentarse en las sillas, dejar de hablar tanto y escuchar más, convertir al receptor en parte del diálogo». Afirmó que es lo que trata de hacer EH Bildu y se empezará a ver en esta campaña.

En algunas cosas hubo acuerdo: los largos discursos ya no tienen sentido, los mítines de masas resultan inviables por desafección ciudadana y las caravanas electorales también han caducado porque no hay tantos periodistas para empotrar como antes. El resultado de esto –y de las nuevas tecnologías– es que se imponen los mensajes cortos, y eso genera otros problemas. Odón Elorza (PSOE) denunció que en las televisiones «hoy ya no hay debates, sino minidebates que producen un asentamiento de criterio mínimo y una confusión tremenda. Y no es algo improvisado, obedece a intereses concretos», añadió. Le parece además «un fraude» que solo vaya a haber un gran debate a cuatro en el Estado, opinión que secundó Txema Villate desde la agencia Efe.

El reduccionismo lleva a la anécdota, a la banalización. Lo subrayó Iñaki Iriondo poniendo como ejemplo que la noticia del día puede llegar a ser que un partido haya puesto ritmo latino a su sintonía electoral. «Eso dice poco de todos nosotros. Y luego está la mercadotecnia, que lleva a un vaciamiento de las palabras: se hace extraño que Podemos se redefina ahora como socialdemócrata». De la trivialización generalizada habló también Susana Martín (‘‘Deia’’), citando cómo ayer mismo una entrevista a Albert Rivera llevaba el titular «No soy gay ni tomo estimulantes». «Quien ha titulado eso así está pensando más en la comunicación, en los retweets, que en el periodismo», concluyó Martín.

Por otro lado, Iriondo expresó la realidad de los profesionales de los diarios que se sienten en fuera de juego al publicar al día siguiente informaciones que ya han corrido por la red o la televisión la víspera. Explicó que por eso la aportación de medios como GARA tiene que situarse más en el análisis, el reportaje, la entrevista en profundidad… La afirmación dio pie a que varios compañeros de radios remarcaran el gran valor que tiene la prensa diaria.

¿Y qué piden los políticos?

La última parte de estas tres horas dio opción de réplica a los políticos. Iturrate se quejó de haber sentido en intervenciones como la de Guenaga «un planteamiento algo maniqueo, en el que los malo-malísimos somos los políticos. ¿Qué esperamos nosotros de los medios? Reconocimiento, sinceridad y honestidad», dijo. Desde Ciudadanos, Adelaida Suárez les pidió «más objetividad y menos sensacionalismo». Y Elorza demandó diferenciar la información de la opinión, «aunque no quiero ser ingenuo». El jefe de comunicación de Iñigo Urkullu, siguiendo por esa senda, apostilló que ambas cuestiones efectivamente están cada vez más mezcladas y pidió no engañarse: «Los medios juegan a meterle pelotas rojas al contrario –dijo para remarcar que cree que siempre pretenden hacer daño al adversario ideológico–. Son activistas políticos», remachó.

El debate dejó muy en evidencia que los políticos necesitan a los periodistas. ¿Y los periodistas a los políticos? Lo más interesante al respecto lo dijo Juan Carlos de Julián (Onda Cero): «Si minimizáramos esta campaña de ahora, probablemente no afectaría a nuestra audiencia, pero tenemos un deber». Domaika lo secundó, usando una frase de su compañera Pepa Bueno: «Debemos hacer interesante lo importante». En un mundo cada vez más adverso para ello, por la precariedad humana, el barullo tecnológico, la dispersión del público... «¿Que la gente no compra mandangas? ¡Qué va!», ironizó Elorza poniendo el dedo en otra llaga.

 

Los periodistas

«Ya no somos tan imprescindibles, pero tenemos valor cuando aportamos contexto y explicación»

Eva DOMAIKA

Cadena SER

«Si decidiéramos minimizar esta campaña, no afectaría a la audiencia, pero tenemos un deber»

Juan Carlos DE JULIÁN

Onda Cero

«Lograr una agenda vasca tiene una dificultad tremenda en estas elecciones»

Iñaki IRIONDO

GARA

«Hay que huir del publirreportaje, a menudo son más interesantes la intrahistoria o el análisis»

Aritz AGIRRE

EITB

 

Los políticos

«En campaña es importante no romper platos ni tampoco puentes, que es lo que le pasó a Maroto»

Iñigo ITURRATE

PNV

«Ya no hay debates, sino minidebates con tremenda confusión y que generan descrédito»

Odón ELORZA

PSE

«Hay que bajarse de los tablados y sentarse en las sillas, hay que hablar menos y escuchar más»

Ion ANSA

EH Bildu

«Se vota más con el corazón que con el estómago y la cabeza; el 25 nadie hará una lista de pros y contras»

Andoni ALDEKOA

Lehendakaritza