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El Congreso español veta que Convergència tenga grupo propio

La Mesa del Congreso ha rechazado la creación del Grupo Catalán del Partit Demòcrata (PDC), con lo que los diputados de la antigua Convergència (CDC) tendrán que pasar al Grupo Mixto, por primera vez desde la transición.

El vicepresidente del Congreso, Ignacio Prendes, explica el voto en contra de Ciudadanos. (@CsCongreso)

El Reglamento del Congreso español permite formar grupo con un mínimo de 15 diputados o también con un mínimo de 5, en este caso siempre y cuando esa formación haya obtenido el 15% de los votos en las circunscripciones en las que se presentó. Convergència, que logró ocho diputados en los comicios de junio, no alcanzó ese 15% en Barcelona y Tarragona.

El grupo reclamado por los diputados encabezados por Francesc Homs no fue reconocido por la Mesa del Congreso el pasado miércoles. Apelando a la doctrina del Tribunal Constitucional, los independentistas catalanes habían pedido una interpretación flexible de los requisitos reglamentarios para leer el umbral del 15% como una media de las cuatro provincias, lo que les da el 17% porque de esa forma el 23,2% de Girona y el 22,6% de Lleida compensarían el 12,2% en Barcelona y el 13,7% de Tarragona.

Los dos votos en contra de Ciudadanos han sido decisivos porque ni el PP, ni el PSOE, ni Unidos Podemos-En Comú han querido apoyar Convergència y se han limitado a abstenerse.

El vicepresidente del Congreso, Ignacio Prendes (Ciudadanos), ha defendido que «no es de recibo» tener flexibilidad con los diputados catalanes «con lo que está pasando en el país» y teniendo en cuenta que hace tan sólo unos días plantearon la «insumisión» al Tribunal Constitucional y la «ruptura del país».

Francesc Homs ha considerado que con esta decisión «pagan» las consecuencias de la resolución independentista del Parlament y ha sugerido que detrás está además el pacto que el PP busca con C's para tener el sí a la investidura.

Ha arremetido sobre todo contra Unidos Podemos por haberse abstenido, una postura que ve como una «gran contradicción» de la formación de Pablo Iglesias. «Han votado de la manita del PP».

Desde las filas moradas han argumentado que Convergència ya escogió como socio al PP cuando hubo que votar la formación de la Mesa de la Cámara y no quisieron apostar por Xavier Domènech como presidente del Congreso. «Ellos tomaron la decisión de intentar la vía con el PP. No les ha salido y no es nuestra responsabilidad», ha resumido Iñigo Errejón.