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La plaza de la Fruta, escenario del txupinazo

La plaza Consistorial, el lugar donde cada 6 de julio se lanza el txupinazo sanferminero, tuvo un nombre muy diferente durante siglos. Se la conocía como plaza de la Fruta, porque en el siglo XVII se utilizaba como lugar de venta de frutas y verduras.

La fachada del Ayuntamiento está cargada de simbolismo.

De hecho, uno de los vendedores fue Espoz y Mina, que más adelante se haría famoso combatiendo a los franceses en la Guerra de 1808. Esa condición de mercadillo fue suprimida en 1864, cuando el Ayuntamiento decidió retirar los puestos y ubicarlos en la parte trasera del edificio consistorial, donde más adelante se levantaría el Mercado municipal. A continuación, acordó empezar a denominarla plaza Consistorial, decisión que se tomó el 27 de junio de 1866.

Tres edificios para albergar el Ayuntamiento. El actual edificio del Ayuntamiento es el tercero como tal que se levanta en el solar elegido por el rey Carlos III el Noble para ubicar la casa de la Jurería, como se conocía en el siglo XV. El primer edificio se construyó en el siglo XV y se utilizó hasta 1752, año en el que fue declarado en ruina. La Corporación se trasladó a la calle Mayor 2, un edificio del condestable de Nafarroa, mientras se levantaba en el mismo lugar un nuevo inmueble. La nueva casa se comenzó a edificar el 14 de agosto de 1753 y el Regimiento celebró su primera sesión en el recién construido edificio el 26 de enero de 1760. En 1950, el Ayuntamiento decidió derribar otra vez el inmueble, aunque respetando la fachada del siglo XVIII. Durante las obras, se trasladó al edifico de la Escuela de Artes y Oficios de la calle Estella, desde donde se llegó a tirar el txupinazo de 1952. El 8 de septiembre de 1953, la Corporación pudo asentarse en el nuevo edificio, que es el actual.



La fama y su clarín, en lo más alto de la fachada del Ayuntamiento. La fama y su clarin (el icono que pone imagen a esta sección) presiden la fachada del Ayuntamiento de Iruñea, levantada en el siglo XVIII a pesar de que el resto del edificio fue construido a mediados del siglo XX. El Consistorio decidió conservarla y gracias a ese acuerdo, todavía se puede contemplar una de las imágenes más representativas de la ciudad por ser el marco del txupinazo y que está cargada de simbolismo. Junto a la citada estatua proclamando la buena fama de Iruñea a golpe de clarín, otras estatuas adornan la fachada, como la Justicia, que sujeta una espada y una balanza (en la imagen), y la Prudencia, que porta un espejo y una serpiente. Ambas flanquean la puerta, en cuyo dintel destaca el lema en latín: «La puerta está abierta para todos, pero sobre todo el corazón».

Patíbulo para los ejecutados por garrote. Durante cerca de siglo y medio, la actual plaza Consistorial fue patíbulo de los condenados a garrote. Esta forma de ejecución se instauró en Iruñea en 1693, ya que anteriormente a los condenados a muerte se les ahorcaba, aunque todavía hubo algunos ahorcamientos que se llevaban a cabo en el prado de San Roque, simultaneándose ambos de tipos de ejecuciones. Esta plaza fue escenario de ajusticiamientos hasta 1840, año en el que se instaló el patíbulo en los glacis de la Ciudadela.