Puigdemont convocará un referéndum o elecciones constituyentes antes de un año
El president de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, ha anunciado que convocará un referéndum en caso de que sea «vinculante» y «factible» en junio o julio de 2017 o elecciones constituyentes antes de setiembre.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Puigdemont ha asegurado que el referéndum es el mejor mecanismo para culminar el proceso y para contar a los favorables y contrarios a la independencia, pero ha insistido en que solo lo hará si es factible una vez cumplida la hoja de ruta en junio o julio del año que viene.
Según Puigdemont, debe ser un referéndum vinculante que cumpla con los «estándares aceptados en el mundo en términos de participación, validación de resultados y todas las garantías porque solo si es un mecanismo seguro y veraz llegará el reconocimiento internacional».
El presidente ya explicó durante la Diada que volverá a pedir al Estado español la posibilidad de celebrar un referéndum pactado en Catalunya, lo que no ve incompatible con mantener la hoja de ruta, aunque ha admitido que tiene pocas esperanzas de que la petición prospere.
En cualquier caso, ha remarcado que las urnas se pondrán entre verano y otoño del año que viene, cuando se habrá acabado el trabajo al que se comprometieron en la hoja de ruta porque «debe quedar clara la certeza de la culminación» del proceso soberanista.
«La propuesta de acuerdo con el Estado tiene fecha. Si el Estado no acuerda nada, en julio habremos acabado el trabajo», ha explicitado Puigdemont, que cree que lo único unilateral es su rechazo al referéndum.
Mayoría
Puigdemont ha afirmado que los referéndum se ganan si se supera el 50% de los votos, dejando claro que no aceptarán las reglas del juego de «una parte que no quiere acordar el referéndum», y que solo se abrirían a convenir otras cifras en caso de que se pactara.
También ha advertido de que una vez se despliegue un Estado catalán «nadie tendrá legitimidad para decirle al Parlament que haga una cosa que no hayan decidido» los catalanes y los que quieran podrán implicarse en su resurgimiento.
Sobre la eventual inhabilitación de la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, por parte del TC, el president considera que sería una «barbaridad»: «Para mí, Forcadell es y será la presidenta del Parlament hasta que el Parlament no la destituya».
Después de que el presidente de la ANC, Jordi Sànchez, pidiera a Forcadell que siga ejerciendo su trabajo en caso de que el TC la inhabilite, Puigdemont se ha alineado con estas palabras asegurando que «no hay ninguna causa para que deje de hacerlo».
«Su responsabilidad nace del mandato que tiene el Parlament», ha añadido Puigdemont, que cree que una posible inhabilitación respondería solo a motivos ideológicos y que ha recalcado que ni ella ni otros dirigentes que puedan ser juzgados estarán solos.
En caso de inhabilitación, Puigdemont ha anunciado que recibirá a la presidenta del Parlament en el Palau de la Generalitat y, al preguntársele si la acción de Forcadell puede derivar en el primer acto de desobediencia al Estado, ha asegurado que «es el Estado el que desobedece al Parlament, porque el Parlament obedece a la gente que ha votado».
También ha asegurado que la ley de transitoriedad jurídica permitirá que no haya «ni un segundo de vacío legal ni de inseguridad», y considera inadmisible que se dude de la viabilidad económica de una Catalunya independiente.