El Gobierno amplía su capacidad de acogida de refugiados con 50 nuevas plazas

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) asumirá en breve la gestión de 50 nuevas plazas de acogida de personas refugiadas en Nafarroa, que se suman a las 60 que ya existían gestionadas por Cruz Roja, y para las que contará con alojamientos para unos 30 concertados con el Gobierno del herrialde.

Así se ha puesto de manifiesto con motivo de la firma de este convenio por parte del vicepresidente de Derechos Sociales, Miguel Laparra, y de la secretaria general de CEAR, Estrella Galán, por el que la empresa pública Nasuvinsa cede seis pisos en arrendamiento por un año, si bien puede ser prorrogado por un plazo de tres.

El acuerdo supone cubrir las necesidades de alojamiento de buena parte de las plazas de nueva creación, de forma que las otras aproximadamente 20 plazas de CEAR se alojarán en viviendas del mercado libre, ha señalado Laparra, quien ha valorado la instalación en Nafarroa de esta entidad, con larga trayectoria en atención al refugiado.

Pese al aumento de estas plazas, y tras advertir de que el herrialde, con el 1,3 % de la población estatal, suma ya el acogimiento del 4 % de refugiados, Laparra ha insistido en reiterar al Gobierno español la «disponibilidad e interés» de Nafarroa por acoger a estas personas, no sólo procedentes de Siria, sino también de otros conflictos y procedencias.

Para ello ha reclamado el aumento de la capacidad de acogida a nivel estatal y navarro, ha atribuido que las escasas plazas que proporcionalmente la Unión Europea otorga al Estado español se deben a un obsoleto modelo, y ha criticado la «muy fuerte centralización» de la gestión de este asunto, en la que ha reclamado «reforzar el papel de las Comunidades Autónomas» para que puedan aumentar su capacidad.

En cuanto a la situación actual, el vicepresidente ha señalado que desde octubre de 2015 Nafarroa ha recibido a 83 personas (47 hombres, 36 mujeres y 30 menores), de las que 20 procedían de reubicaciones de los campamentos de Grecia y Turquía.

Diez de ellas ya no están en el herrialde, donde sí permanecen 73 personas refugiadas, de las que 61 están en fase de acogida y 12 en la de integración.

Por países de origen, el 31,5 % procede de Siria, 14 % de Ucrania y 14 % de Venezuela, aunque también las hay de jordania, Irak, Palestina, Colombia, Azerbaiyán, Honduras, Sri Lanka y Armenia, entre otros países.

Por su parte, la secretaria general de CEAR, Estrella Galán, ha valorado como «todo un honor» su arranque en un «territorio tradicionalmente solidario, comprometido con las causas sociales y cercano a la ciudadanía» como es Nafarroa, a donde la entidad llega tras más de 35 años de trabajo con refugiados.

Ha explicado que hasta ahora no tenían presencia en el herrialde porque se centraban en los lugares de «más llegada natural» de estas personas, donde hay aeropuertos internacionales o fronteras marítimas, si bien el actual «es uno de los momentos más críticos» en este ámbito y «ahora más que nunca debemos alzar la voz» y exigir el cumplimiento de los derechos de estas personas.

Así, ha considerado que la actual «crisis de los refugiados» pone «en evidencia que esta Europa de la solidaridad y de los derechos humanos está siendo ahogada en el Mediterráneo junto a miles y miles y miles de personas», ya que más de 4.000 han perdido la vida en el Mediterráneo ante la «indiferencia de los estados que no están asumiendo sus responsabilidades».

Ha recordado que el derecho a asilo es «inalienable» y atenderlo «no es una cuestión de buenismo ni de solidaridad ni de gobiernos de izquierdas ni de gobiernos de derechas: Es una cuestión de responsabilidades políticas y de responsabilidades internacionales ratificadas y firmadas por todos los estados que conforman la Unión Europea».

En esa línea, ha agradecido la actitud del Gobierno de Nafarroa y ha avanzado que CEAR abrirá una oficina especializada en el herrialde en la que se prevé que trabajen 13 personas -«ojalá algunas sean refugiadas», ha señalado- que den apoyo a los nuevos 50 refugiados que se prevé lleguen en breve, de entre los «60.000 candidatos que hay en Grecia», ha dicho.

Sobre la atención que se les da, Galán ha explicado que cuando llegan a un lugar con Nafarroa desde los campos de refugiados, hacia donde «han salido con lo puesto y sin tiempo de generar un proceso preparatorio», lo que necesitan es «tranquilidad, sentir que aquí empieza su nueva vida».

A partir de ahí se inicia «un fenómeno complejo», en el que en los primeros seis meses deben tener acompañamiento jurídico pero también aprender el idioma y la inserción en la sociedad de acogida, un aspecto que en el caso de los niños se hace con su escolarización inmediata.