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Interview
Aritz Ayesa
Presidente de la Mancomunidad de Iruñerria

«La materia orgánica es nuestra prioridad a la hora de trabajar en la recuperación»

Un año después de acceder a la presidencia de la Mancomunidad de Iruñerria, Aritz Ayesa hace un balance muy positivo tanto de la labor realizada como de la búsqueda de consenso con los distintos grupos, lo que se ha plasmado en la aprobación de los presupuestos de 2017 con una amplia mayoría. Uno de sus grandes retos es sensibilizar a la población para lograr un mayor reciclaje de la materia orgánica, según señala en una entrevista para IRUINDARRA NAIZ.

Aritz Ayesa hace un balance positivo del tiempo que lleva al frente de la Mancomunidad de Iruñerria. (Iñigo URIZ/ARGAZKI PRESS)

La Asamblea General de la Mancomunidad ha aprobado los presupuestos para el próximo año con 35 votos a favor y 14 en contra. ¿Qué valoración hace de este resultado?
Tener aprobados los presupuestos para 2017 es el resultado de un intenso trabajo de búsqueda de consenso. Por eso la lectura es muy positiva, ya que se han concretado con la colaboración y aportaciones de los grupos que configuran la Asamblea General de la Mancomunidad.
Por otro lado, además de los presupuestos, se ha aprobado el nuevo Plan Estratégico, que hace un planteamiento de trabajo para los próximos 15 años. Esta herramienta de gestión, en cuya redacción ha participado la plantilla y los diferentes grupos políticos, planifica, define y unifica los objetivos de la Mancomunidad a largo plazo. De este plan se deriva también el Plan de Gestión Anual, que detalla para el año 2017 las acciones concretas que permiten avanzar en los objetivos establecidos en el Plan Estratégico.

¿Qué destacaría de estos presupuestos?
El servicio en el que debemos concentrar mayores esfuerzos es el área de residuos. Nos vemos en la necesidad de tomar de forma urgente decisiones que no se concretaron en etapas anteriores. En el Plan de Gestión Anual presentamos, entre otras cuestiones, un plan de urgencia con 21 medidas para mejorar la separación en origen de la materia orgánica tanto en viviendas como en comercios y grandes generadores. También se plantean los proyectos de planta de compostaje y de tratamiento de la fracción resto que actualmente se vierte en Gongora.
Por otro lado, es destacable el impulso que se va a dar al Plan de Movilidad Urbana Sostenible de la Comarca, cuyo convenio fue firmado recientemente; el estudio de viabilidad de las redes troncales para el Transporte Urbano Comarcal; el proyecto de construcción de la nueva sede de la Mancomunidad y el plan de ordenación del Parque de Ezkaba.

Usted fue elegido presidente de la Mancomunidad en setiembre de 2015. ¿Qué balance hace de este primer año al frente de una de las instituciones más importantes de Nafarroa?
Tras este primer año el balance es muy positivo. Si bien es cierto que la Mancomunidad es una entidad compleja, porque gestiona servicios muy diferentes y de un alto contenido técnico, a lo largo de estos meses he contado con una muy buena colaboración y esto me ha permito sentar las bases para afrontar todos los retos que nos hemos marcado y realizar los primeros avances en algunas de las cuestiones más importantes.

¿Cuáles son los problemas más complicados con los que se ha encontrado?
Los asuntos que debemos resolver de forma más urgente están relacionados con la gestión de residuos. El tratamiento de la fracción resto y la mejora de la recogida selectiva, especialmente la de materia orgánica, son dos asuntos que han requerido un esfuerzo especial y en los que deberemos seguir trabajando intensamente. Por otro lado, la renegociación del canon que se paga por el uso del agua del Canal de Navarra está siendo una gestión compleja, aunque ya en vías de solución.

El cierre del vertedero de Gongora está previsto para 2022. ¿Tiene alternativa la Mancomunidad? ¿Qué se hará con los residuos que no se reciclan?
Cualquiera de las soluciones que se adopten pasará necesariamente por el avance de la sociedad hacia nuevas formas de consumo y de separación de los residuos, en sintonía con la economía circular. En este sentido, la Mancomunidad deberá intensificar sus esfuerzos de comunicación y sensibilización en hogares y comercios para seguir avanzando en la separación adecuada de los residuos que generamos. De esta forma aumentaremos el reaprovechamiento de los residuos, y la fracción resto se verá muy reducida. Todo ello posibilitará la adopción de soluciones eficientes y sostenibles.

¿Qué respuesta está teniendo el quinto contenedor, el destinado a la materia orgánica?
Nuestro planteamiento para la recogida de la materia orgánica combina el quinto contenedor y el compostaje doméstico y comunitario en función de las características del entorno en el que se implanta. Acabamos de finalizar la implantación en toda la Comarca tras un proceso que se inició en 2013. Los resultados no son todo lo buenos que quisiéramos. El porcentaje de hogares inscritos, es decir, la población que ha mostrado su voluntad de incorporar este hábito a su gestión doméstica, supera el 44%, aunque la recogida real está en niveles muy inferiores. La materia orgánica es nuestra prioridad a la hora de trabajar en la recuperación. Debemos ser capaces de convencer a la ciudadanía de que la materia orgánica es una fracción más a separar, al igual que el vidrio, papel…, además de un recurso. Por eso, en los presupuestos del próximo año se ha destinado una importante partida económica a continuar con nuestra labor de información y sensibilización. En todo caso, estamos hablando de un cambio de hábitos y eso siempre es un proceso que requiere un tiempo, aunque nuestra voluntad decidida es que este período sea lo más corto posible.



El abastecimiento de agua a Iruñerria llega desde Arteta, Eugi e Itoitz. ¿Es necesario recurrir al agua de este último embalse?
El suministro de las dos primeras fuentes es más que suficiente durante muchos meses del año. En veranos muy secos, como el de este año, esta fuente se utiliza para moderar el uso de Eugi y no secar el río Udarbe. Nosotros no renunciamos a esta fuente, pero sí que vamos a adecuarnos a las necesidades que podríamos tener en épocas de sequía severa. Este mismo año, que ha sido especialmente seco, la Comarca de Iruñea habría tenido el suministro garantizado aunque ya se hubiera hecho efectiva la reducción de caudal que proponemos. Nuestro único objetivo es avanzar en la gestión eficiente de los recursos.

El próximo mes de diciembre finaliza el proceso de recogida de aportaciones e ideas para reordenar el monte de Ezkaba y convertirlo en el Parque de Ezkaba. ¿Cómo le gustaría que fuese ese espacio natural?
No sólo como presidente de la Mancomunidad de Iruñerria, sino también como vecino y teniente alcalde de Antsoain, me imagino un monte Ezkaba ordenado, limpio y que conserve sus valores naturales. A lo largo de estos meses la Mancomunidad ha coordinado el trabajo con los ayuntamientos, concejos y asociaciones vinculadas al monte y entre todos hemos hecho posible un proyecto consensuado que ahora está sometido al proceso de participación. Estoy seguro de que estos primeros pasos son el inicio de un proceso que permitirá revalorizar el monte conservando su esencia natural.

El Fuerte de Ezkaba sigue siendo un tema polémico. ¿Qué destino cree que habría que darle a ese lugar?
Hemos visto diferentes tipos de usos en espacios muy similares, como Errenteria y Hondarribia. Me decantaría por mantener el fuerte con el encanto de principio del siglo XX, pero pudiendo ser visitado sin peligro. Llegará el momento en que la sociedad navarra se lo pida al Ministerio de Defensa.

¿Cómo valora los servicios de transporte urbano comarcal y de taxis?
En el transporte urbano se acaba de firmar el convenio para la puesta en marcha del Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Un proyecto ambicioso y apasionante que se ha iniciado gracias a la voluntad de consenso entre todas las partes implicadas: Gobierno de Navarra, ayuntamientos y la propia Mancomunidad. Este proyecto, cuyos efectos perdurarán a largo plazo, más allá de esta legislatura, será la base para cambios profundos en movilidad, salud y urbanismo. Entre todas las instituciones implicadas y el conjunto de la sociedad, a través de un proceso de participación, avanzaremos en el diseño del modelo de Comarca que queremos para el futuro.
Otros aspectos en los que ya se está avanzando son la incorporación de autobuses menos contaminantes y la búsqueda de soluciones más flexibles para la recarga de tarjetas, una demanda de los usuarios a la que debemos dar respuesta.
Por otra parte, queremos trabajar con el sector del taxi para que puedan desarrollar su labor de la mejor manera posible, buscando nuevos nichos de trabajo, con mejoras en seguridad o incentivando la compra de vehículos más ecológicos.

¿Y el Parque Fluvial?
El Parque Fluvial de la Comarca es un espacio de ocio, movilidad y salud muy valorado y utilizado por ciudadanía de la Comarca. Además, representa una nueva forma de entender la relación de los entornos urbanos con la naturaleza. Tras décadas de crecimiento de espaldas al río, este Parque Fluvial es la plasmación de una nueva realidad que demuestra que los núcleos urbanos y el entorno natural son compatibles, y que el río es esencial para las ciudades. Tenemos intención de seguir con la prolongación hacia Oltza y hacia la ruta del Eurovelo por el rio Urbi, además de conectar el tramo que une el término de Iruñea y Oltza. Por otro lado, a través de los Centros de Información y Educación Ambiental del Batán y del Molino de San Andrés, en Atarrabia, continuaremos ofreciendo actividades y servicios que nos permitan acercar a los ciudadanos al río y a su ecosistema natural.

En enero de este año se puso en marcha el portal de transparencia para reforzar el derecho de los ciudadanos a acceder a la información de la Mancomunidad. ¿Qué acogida ha tenido?
El uso que se viene haciendo del portal de trasparencia en términos cuantitativos es bajo. Quisiera poder concluir que su baja utilización es consecuencia de que esta entidad transmite un alto nivel de confianza entre la ciudadanía a la que sirve. Sin embargo, lo más importante, lo realmente irrenunciable, es que, con independencia de su uso, la información esté disponible, completa y actualizada para quien desee consultarla. En ello continuamos trabajando.

¿Cuáles son las quejas más habituales de los habitantes de Iruñerria respecto a los servicios de la Mancomunidad?
En general, los servicios están muy bien valorados por la ciudadanía según se deduce de las encuestas de satisfacción que realizamos, y en consecuencia el nivel de reclamaciones no es muy elevado en términos absolutos. Si hubiera que destacar algunas de las cuestiones que generan más descontento, tendría que referirme al difícil equilibro entre el cumplimiento de horarios y la conducción confortable, en el caso del Transporte Urbano Comarcal. En cuanto a residuos, la ubicación de contenedores o los problemas con la distribución y el funcionamiento de las llaves en el quinto contenedor serían los asuntos más destacables.

Le quedan tres años de mandato al frente de la Mancomunidad. ¿Qué proyectos le gustaría ver finalizados en este tiempo?
La mejora en los resultados de recogida y tratamiento de los residuos y la finalización del Plan de Movilidad Urbana Sostenible son las cuestiones que, por su importancia y su complejidad, van a requerir grandes esfuerzos y recursos humanos. No obstante, hay otros muchos aspectos en los que tenemos voluntad de avanzar. Entre ellos, la unificación de todas las oficinas de la entidad en una sola sede en el centro de Iruñea junto a la UPNA, la ampliación del Parque Fluvial de la Comarca, la ordenación del Monte Ezkaba y el avance en la reducción de la huella de carbono.
Precisamente son estos proyectos, entre otros, los que por su cercanía al día a día de la ciudadanía y la estrecha relación con su calidad de vida, hacen apasionante la responsabilidad que tengo encomendada.