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Guggenheim expone obras del siglo XX «en diálogo» con contemporáneas

El museo Guggenheim exhibe hasta el 23 de abril «La Colección de Hermann y Margrit Rupf», una exposición compuesta por 70 obras de artistas «clave» de la historia del arte de la primera mitad del siglo XX, como Pablo Picasso o Vasily Kandinsky, Georges Braque, Juan Gris, Fernand Léger o Paul Klee, así como de otros autores más contemporáneos. Es la primera vez que la colección se muestra en el Estado español.


El Museo Guggenheim de Bilbo expone 70 obras de artistas clave de la historia del arte de la primera mitad del siglo XX como Picasso, Braque, Juan Gris, Fernand Léger, Paul Klee o Kandinsky «en diálogo» con obras de artistas contemporáneos desde la segunda mitad de dicho siglo hasta la actualidad.

La muestra, que viaja por primera vez al Estado español, forma parte de la colección de Hermann y Magrit Rupf, un matrimonio de origen suizo que trató personalmente con los citados artistas en los comienzos de sus carreras, cuando adquirió muchas de sus obras y recibió otras como regalos de cumpleaños o Navidad.

Desde hoy y hasta el 23 de abril de 2017 se podrá visitar la exposición, en la que se aprecian cuadros pintados entre los años 1907 y 2016, según informaron ayer en conferencia de prensa el director del museo, Juan Ignacio Vidarte, y las comisarias de la muestra, Susanne Friedli, de la Fundación Hermann y Margrit Rupf, y Petra Joos, del Guggenheim Bilbo.

Fundación Rupf

La fundación Hermann y Margrit Rup, creada en 1954, garantizó la conservación de la colección así como su expansión a través de la compra del arte contemporáneo más reciente, pero sin dejar de ocuparse del núcleo de la colección de arte reunida a lo largo de la vida de los Rupf.

Por ello, la muestra incluye también obras de artistas estadounidenses como Donald Judd, Joseph Kosuth, Brice Marden, Ad Reinhard y James Turrel, y europeos como Piero Manzoni, Enrico Castellani, Lucio Fontana y Christian Megert, entre otros.

La Fundación también ha conseguido reunir un grupo de obras de representantes del Minimalismo y del Movimiento ZERO.

En el acto informativo, Petra Joos destacó la importancia de la colección de los Rupf. Los Rupf fueron los primeros coleccionistas privados suizos que centraron su labor en el arte abstracto. En sus inicios, se guiaron por sus propios criterios personales para ir formando su colección y fue en 1954 cuando decidieron ceder sus obras, unas 250 piezas y numerosos libros de arte, en calidad de fundación, al Kunstmuseum Bern, «lo que supuso una contribución muy significativa a los fondos de esta institución». En la actualidad, la fundación cuenta con más de 900 piezas, entre pinturas, esculturas y obras sobre papel.

Joos explicó que a principios del siglo XX, cuando comenzaron sus adquisiciones, Suiza era un país «muy conservador» y, en ese contexto, Hermann Rupf se descubrió como una persona «con un gusto exquisito y totalmente revolucionario en aquel momento».

«Estaba muy comprometido con el arte contemporáneo, que era opuesto al gusto imperante en aquel momento», resaltó, a la vez que recordó que no era un millonario, sino una persona «muy interesada por la cultura» que se ganaba la vida con una mercería en la que también se vendían accesorios de moda.

También fue uno de los primeros militantes del partido socialista suizo y mecenas de numerosos artistas, científicos y músicos de la ciudad de Berna.

Amigos «fundamentales»

La comisaria de la Fundación, Sussane Friedli, por su parte, destacó el papel «fundamental» que desempeñó en la formación de la colección el marchante de arte parisino y amigo personal de los Rupf, Daniel-Henry Kahnweiler.

Hermann Rupf viajaba por trabajo a París para ampliar el surtido de su mercería y aprovechaba para reunirse con Kahnweiler en su galería y acompañarle a visitar a los artistas.

Así se puso en contacto con Picasso, Braque y artistas del fauvismo como Othon Friesz o André Derain, de los que empezó a comprar obras ya en 1907, como la “Cabeza de Hombre”, del pintor malagueño, o “Casas de L’Estaque”, de Braque.

Los Rupf mantuvieron también una gran amistad con Paul y Lily Klee, y a partir de 1913 adquirieron obras de Klee regularmente. También fueron importantes mecenas de numerosos artistas, científicos y músicos de la ciudad de Berna.

Friedli mencionó, de forma especial, una composición incluida en la muestra e ideada en 2010 por Florian Slotawa. Se trata de cuatro esculturas de la colección colocadas sobre un pedestal configurado con muebles que originalmente formaron parte del hogar de la pareja de coleccionistas.