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LAB achaca a la mala planificación el colapso en Urgencias

LAB considera que el colapso en Urgencias que ha provocado la epidemia de gripe es consecuencia de una «mala planificación», ya que los gestores de Osasunbidea «saben de sobra que esta situación se va a dar, por lo que tienen que estar preparados para afrontarla».


En un comunicado, el sindicato señala que «el repunte de la epidemia de gripe está evidenciando la saturación y el colapso de los servicios de urgencia en los centros hospitalarios y de salud de Navarra. Una situación estacional, que se repite todos los años, no puede provocar estos problemas. Los gestores de Osasunbidea, y especialmente los de Urgencias, saben de sobra que esta situación se va a dar durante unas semanas por lo que tienen que estar preparados para afrontarla con los medios humanos y técnicos suficientes para atender a toda la población afectada».

LAB considera que a esta situación «no hemos llegado por la incidencia puntual de la gripe. La falta de organización, o las decisiones arbitrarias en este servicio, siguen siendo una constante desde el día que se inauguraron las urgencias centralizadas del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN). Aquella supuesta ‘velocidad de crucero’ con la que se desarrollaba la actividad en estas urgencias en sus inicios, siguiendo el símil marinero, se ha quedado en mero chapoteo de pato».

Aunque es consciente de las dificultades que supone poner en marcha un nuevo servicio, «que desde el comienzo adolecía de importantes carencias estructurales (ubicación, distancias, falta de equipamientos, espacios desaprovechados…)»,  afirma que «no podemos dejar de constatar que la falta de liderazgo y de compromiso por parte de las jefaturas responsables ha supuesto que se hayan convertido en parte de dichos problemas».

En su opinión, «el caso omiso realizado a las propuestas de la plantilla para mejorar la actividad, la imposición de medidas organizativas ineficaces, han derivado en un malestar generalizado de la plantilla y en una falta de confianza en las jefaturas del servicio».

LAB recuerda que «la desorganización afecta a todos los estamentos profesionales y ello ha derivado en que gran parte de la plantilla se haya marchado ante este caos (aprovechando los mecanismos de movilidad interna de Osasunbidea)».

La central apunta que la plantilla de Urgencias tiene varias cuestiones sin resolver, como «¿tendrán algún día suficientes camillas/sillas de ruedas en el servicio? ¿Qué se va a hacer ante la falta de espacio en la sala polivalente? ¿Cuándo tendrán aparataje/equipamiento en óptimas condiciones de funcionamiento? ¿Cuándo van a aplicar turnos reconocidos en normativa y dejar de imponer 12 horas de trabajo continuando a personal contratado, en un servicio que puede llegar a atender a más de 400 personas en un solo día? ¿Hasta cuándo van a seguir incumpliendo la normativa básica en jornada laboral, estresando y sobrecargando a la plantilla?
Y lo más importante: ¿Existe en realidad algún plan estratégico para solucionar los problemas estructurales del servicio? Estas y muchas más preguntas no tienen respuesta a día de hoy en urgencias».

LAB concluye que «la plantilla está cansada de que la dirección ponga parches y aplique medidas abusivas y dañinas para su salud laboral, cuando debería haber cambios estructurales y de calado. Unos cambios que recojan las aportaciones de la plantilla y que se fundamenten en el respeto a sus derechos laborales».

Por ese motivo, considera que «es hora de que los gestores responsables tomen de una vez medidas organizativas correctoras necesarias, incluyendo el cambio de jefatura si fuera preciso. Y por supuesto corrijan también las malas condiciones laborales que se van imponiendo en el servicio. Lo contrario haría suponer que se permiten modelos de gestión cuyo objetivo no sería dinamizar o mejorar el sistema público de salud, sino que responderían a intereses particulares».