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Interview
MIREN ZABALETA
MIEMBRO DEL CONSEJO NACIONAL DE SORTU Y RESPONSABLE EN NAFARROA

«La brújula de una nueva épica debe ser la construcción de un proyecto para el país»

«Largo pero necesario», así resume Miren Zabaleta (Iruñea, 1981) el proceso de refundación de Sortu concluido con el congreso celebrado el sábado en el palacio Euskalduna de Bilbo. Tras una noche de descanso, responde a las preguntas de GARA.


La primera sale casi sola: ¿Por qué necesitaba refundarse un partido de apenas cuatro años?

La reflexión la puso encima de la mesa el proceso Abian, en el que se decidió reconstruir herramientas efectivas para sostener el nuevo ciclo que venía desde Zutik Euskal Herria.

Con el congreso del domingo distéis por inaugurada la «izquierda abertzale del siglo XXI». ¿Qué trae de nuevo y qué deja atrás?

Su principal característica es el deseo de construir una nueva cultura política, capaz de activar las fuerzas de la izquierda abertzale para iniciar un proceso soberanista e independentista más pronto que tarde.

Trasladados a la actividad y el lenguaje del día a día, ¿en qué se traducen ideas como la nueva cultura política o el «partido-movimiento» con el que se define Sortu?

Lo primero que hemos cambiado ha sido la forma de construir la nueva Sortu, con un proceso participativo, transparente y democrático. En segundo lugar, hemos cambiado todo el modelo organizativo, con el objetivo de poner encima de la mesa una Sortu que actúe como partido- movimiento y que sea capaz de activar aquello que nosotros creemos que debería ser el motor del proceso soberanista e independentista.

El sábado manifestaron su deseo de dejar los procesos internos en un segundo plano y, a partir de ahora, salir a la calle e impulsar nuevos cambios. ¿Se ha hecho largo el proceso congresual?

Creo que las más de 7.000 personas que hemos participado en la refundación, y antes en Abian, compartimos la sensación de que el proceso ha sido tan largo como necesario, porque deja una base que nos pone mirando hacia adelante de forma definitiva.

¿Puede ocurrir que, tras largos procesos de debate interno como este, para cuando se llega al diagnóstico correcto, la sociedad se haya vuelto a mover?

Creemos que una de las cosas que mejor ha hecho la izquierda abertzale en las últimas décadas es acertar en sus análisis políticos. Creemos que ahora también estamos acertando y que estamos a tiempo de poner en marcha, teniendo en cuenta las condiciones sociales, políticas e institucionales, un proceso soberanista.

Ha mencionado antes la participación, una de las obsesiones de todo partido político hoy en día. ¿Están satisfechos con los más de 7.000 participantes?

Es una cifra muy buena, que nos da una imagen de la fuerza que tenemos para el futuro. Desde el principio del proceso dijimos que 200 piensan mejor que 20, y que 2.000 piensan mejor que 200, así que siempre es enriquecedor hacer el ejercicio más colectivo posible.

Para activar la participación suele apelarse a menudo a la épica, pero ¿cómo construir una nueva épica alejada de la nostalgia?

Lo primero que quiero decir es que si algo bueno ha tenido este proceso es que ha reactivado a cantidad de gente que comparte el proyecto histórico de la izquierda abertzale. Y sobre la épica, creemos que la principal brújula de esa nueva épica debe ser la construcción de un nuevo proyecto para este país. En la ponencia hablamos de cómo pasar de una identidad de resistencia a una identidad-proyecto que creemos que debe pasar por la construcción de una República vasca más pronto que tarde. Es la mejor aportación que le podemos hacer a un mundo más justo y mejor.

En Zohardia también hablan de una militancia autónoma que piense por sí misma. ¿Se ha pecado excesivamente de parroquianismo en este pueblo?

Ligado a la nueva cultura política va un modelo de militancia nuevo. Nos parece que en este momento es necesario evitar vanguardismos y, por decirlo de alguna manera, superar el paradigma de pastor y rebaño, para impulsar un modelo de militancia crítico y fuerte.

Ligada a la participación aparece también la igualdad entre hombres y mujeres, algo que han cuidado mucho a lo largo del proceso, pero a lo que se le ha visto algún limite hacia el final. ¿Qué valoración hacen?

La valoración, en general, es positiva. La paridad fue uno de los objetivos de todo el proceso, que ha enseñado un gran nivel de madurez de toda la militancia. ¿Por qué? Porque se ha respetado ese ratio de paridad 60%-40% en todas las fases del proceso. En el último eslabón, cuando hemos recibido las respuestas de los propuestos para las listas abiertas nos hemos encontrado con el reflejo de una sociedad que todavía no es paritaria. Nos pone ante el espejo y pone encima de la mesa el trabajo que queda por hacer. En cualquier caso, la valoración es muy positiva, y muestra de ello es la configuración final del Consejo Nacional.

Cambio de tercio. En materia de territorialidad, apuestan por una estrategia confederal y asimétrica. ¿Qué quiere decir?

Creemos que cada uno de los tres territorios administrativos en los que Euskal Herria está dividida hoy en día tiene que desarrollar su proceso y sus mayorías por la recuperación de la soberanía. En Zohardia dijimos que la República vasca es la última estación, pero que para llegar a ella, cada territorio tiene que hacer su camino teniendo en cuenta sus características particulares y su idiosincrasia. Nos parece el camino más democrático, el más efectivo y, a fin de cuentas, el único capaz de llevar todo nuestro pueblo a la independencia.

Usted es la responsable de Nafarroa. ¿Cómo ve la marcha del Gobierno del cambio?

La valoración es necesariamente positiva, Nafarroa está en una etapa histórica nueva. Tenemos un gran reto entre manos, porque una cosa es desalojar a UPN y otra es construir un modelo y un estatus nuevos.

Sobre las alianzas en EH Bildu y EH Bai, ¿qué valoración hacen de cara al futuro?

Muy positiva. A través de esas alianzas hemos mostrado que en Euskal Herria hay una mayoría social y política amplia a favor del derecho a decidir, la soberanía plena y los derechos sociales. Nuestra apuesta es esforzarnos con todo para fortalecer las dos alianzas.

 

«Bakearen alde ere borrokatu behar da»

Hiru ildo nagusi marraztu zenituzten larunbatean datozen hilabeteetarako. Lehenengoa, krisiaren ondorioei buruzkoa. Zer aliantza bilatuko dituzue?

Uste dugu espainiar eta frantziar baremo eta ispiluak begiratu gabe, Euskal Herriak dituen gaitasun eta ahalmenen araberako analisiak egin behar direla eremu honetan. Aliantzak? Lehenik eta behin, krisi ekonomikoak kolpatutako sektoreak. Bigarrenik, nabarmentzekoa da aliantza sindikalek bete beharreko papera.

Bigarrena preso politikoen eskubideak dira. Bide-orririk bai?

Eremu honetan mugimendu nabarmenak gertatzen ari dira azken aste eta hilabete hauetan. Txalogarria iruditzen zaigu EPPKk abiarazi duen hausnarketa eta nabarmentzekoak dira presoen, errefuxiatuen eta iheslarien eskubideen defentsan aktibatzen hasi diren dinamika berriak. Horrekin guztiarekin hausnarketa orokor bat egiten dugu: herri honetan bakearen alde ere borrokatu behar dela eta eskubide osoa dugula preso politikorik gabe, iheslaririk gabe, indar okupatzailerik gabe, bakean bizitzeko.

Hirugarrenik, burujabetza berreskuratuz independentziaranzko bideari ekin nahi diozue. Ba al dago indar korrelaziorik?

Baietz uste dugu, aurreneko estazio bat pasatu behar dugun arren. Geltoki hori boterea eta burujabetza berreskuratzea da lurralde guztietan. Uste dugu baldintza sozial eta politikoak baditugula; aktibatzea lortu behar dugu eta hori ez dagokio bakarrik Sorturi edo ezker abertzaleari. Halako prozesu bat bultzatzeko prest dauden herritar eta eragileekin bat egin behar dugu.

Posible al da EAJ gabe?

Horrelako prozesu baten abiapuntua ezin da egon akordio politiko baten esperoan, herritarren aktibaziotik abiatuko da. Hori esanda, EAJren egungo posizioa agerikoa da; zuzendaritza horrekin gaur-gaurkoz ezinezkoa da horrelako prozesu bat hastea; beraz, has gaitezen herria mugitzen esparru subiranista eta ezkertiarretik, eta ikusiko dugu prozesuak berak zer-nolako mugimenduak ekartzen dituen. Esan dugulako ere, Urkullurekin eta oraingo zuzendaritzarekin ezin bada ere, EAJko oinarrien zati zabal batekin posible dela. Ibarretxek joan den astean argitaratutako artikulua da adibidea.

Eta hori dena 2026rako?

Data jarri genuen intentzio batekin eta galdera ikur batekin. Espero dugu lehenago hastea euskal errepublikaren bidea, baina datak nabarmentzen duena da ez dugula zertan horizonterik gabeko zerbaiten esperoan egon behar, posible dela gaur, orain eta hemen independentziara eramango gaituen prozesu subiranista bat martxan jartzea.