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Rigau y Ortega defienden que no recibieron ningún requerimiento directo del Tribunal Constitucional

La exvicepresidente del Govern, Joana Ortega, y la exconsellera de Educación, Irene Rigau, han coincidido en declarar que no recibieron ningún requerimiento directo del Tribunal Constitucional, por lo que el Govern «no tenía claro cuál era el alcance ni los efectos» de la providencia del TC sobre el 9N. El juicio continuará mañana.

Rigau, Mas y Ortega, a las puertas del juzgado. (Josep LAGO / AFP)

La defensa de Joana Ortega ha sostenido que el 9N fue obra de los voluntarios y ha subrayado que no recibieron requerimientos del Tribunal Constitucional español. Durante la declaración de Ortega
no ha habido reivindicaciones políticas ni asunción de responsabilidad alguna, a diferencia de lo que ha hecho Mas en su declaración.

La exvicepresidenta del Govern ha defendido durante su interrogatorio en el juicio del 9N que su departamento había finalizado su labor y se dejó en manos de los voluntarios: «Ellos fueron el alma y quienes lo hicieron posible». Al declarar en el juicio que ha comenzado en el TSJC, se ha negado a contestar tanto a las cuestiones de la Fiscalía como de la acusación particular, y, a preguntas de su abogado, ha dicho que «ya estaba todo listo» cuando llegó la suspensión el 4 de noviembre de 2014, cinco días antes de las votaciones.

Ortega ha recalcado que en esos días no recibió ningún requerimiento directo del Tribunal Constitucional y ha advertido de que el Govern «no tenía claro cuál era el alcance ni los efectos» de la providencia del Tribunal Constitucional sobre el 9N. En cualquier caso, ha insistido en que «la ejecución del proceso participativo estaba en manos de los voluntarios, que ya habían sido instruidos y formados, mientras que el material empleado en la consulta, ya fuesen urnas, papeletas u ordenadores, estaba ya elaborado y entregado».

Rigau ha negado que presionaran a los directores de institutos

Por su parte, la exconsellera de Enseñanza, Irene Rigau, ha asegurado que no hubo «coacción ninguna» para que se abriesen los centros educativos como colegios electorales. Rigau, del mismo modo, ha negado que presionaran a los directores de institutos para que abrieran las puertas de los centros para la votación y ha asegurado que en ningún caso tiene conciencia de haber desobedecido al Tribunal Constitucional, porque no recibió ninguna advertencia.

La consellera ha reconocido que se efectuaron reuniones informativas con algunos directores del área de Barcelona, porque plantearon dudas sobre las consecuencias de abrir, aunque ha aclarado que el único problema lo tuvieron con el IES Pedraforca de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), que considera que supone «un caso singular» porque ve «un trasfondo político» en las reticencias mostradas por su directora, Dolores A., que mañana declara como testigo.

Según Rigau, la directora de este instituto, que se negó a ceder el centro para la votación y que en fase de instrucción declaró ante el TSJC que la habían presionado, planteó peticiones que «iban más allá» de las que solicitaban otros directores, por lo que decidieron «prescindir de este centro» y buscaron otra ubicación. «Se resolvió perfectamente», ha alegado Rigau.

Al finalizar la primera sesión del juicio, Mas, Ortega y Rigau han abandonado el TSJC nte el grito de una multitud de concentrados ante el tribunal, que han coreado consignas como «Votaremos» e «Independencia» y cantando la canción 'L'estaca'. El juicio se retomará mañana a las 09.00 con las declaraciones de testigos.