El CSN avala una reapertura condicionada de la central nuclear de Garoña
El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha aprobado un dictamen favorable a la reapertura de la central nuclear de Garoña, ubicada en Burgos y muy próxima a Euskal Herria, «siempre y cuando el operador de la planta Nuclenor cumpla con las inversiones en seguridad que se le exigen». La última palabra corresponde al Ministerio de Energía del Gobierno español.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha avalado un dictamen favorable a que la central de Garoña, la más vieja del Estado español, pueda operar hasta los 60 años de vida. El organismo se ha pronunciado sobre la solicitud planteada hace dos años por Nuclenor, la empresa participada por Endesa e Iberdrola que opera la central atómica, para que la planta burgalesa pueda operar hasta 2031, fecha en la que se habrían cumplido más de 60 años desde su entrada en funcionamiento, en 1970.
La votación ha salido adelante con el voto a favor de cuatro de los cinco consejeros que integran el máximo órgano de la seguridad nuclear en el Estado español (tres propuestos por el PP y uno por el PSOE), mientras que la quinta representante en el pleno, Cristina Narbona (propuesta por el PSOE), ha votado en contra.
Tras el visto bueno del CSN corresponderá al Ministerio de Energía del Gobierno español decidir si autoriza a Nuclenor, que explota la central, a volver a conectar la planta a la red, ya que está parada desde 2012.
Esta misma semana, técnicos del CSN alertaban de una posible rebaja «encubierta» de los requisitos de seguridad para Garoña.
El organismo regulador explicará esta tarde en rueda de prensa la decisión y el dictamen técnico sobre la solicitud de renovación de autorización de explotación de la central presentada en 2014 por Nuclenor, su titular, al Ministerio español de Industria, Energía y Agenda Digital.
A la rueda de prensa asistirá el presidente del CSN, Fernando Martí, en su primera comparecencia ante los medios de comunicación en su mandato, para explicar las deliberaciones del pleno respecto a la longeva central nuclear burgalesa.
La central de Garoña fue inaugurada en 1970 y es la planta nuclear sin clausurar –actualmente en situación de parada segura– más antigua del Estado español. Opera con un reactor de agua en ebullición fabricado por la compañía estadounidense General Electric, similar al de la central de Fukushima, en Japón, que en marzo de 2011 sufrió uno de los mayores accidentes nucleares de la historia.
Garoña se desconectó de la red eléctrica a finales de 2012 para proceder al vaciado del combustible. Esta decisión se tomó por la dirección de la empresa «sobre la base de criterios económicos». Desde entonces, un amplio rechazo social a la reapertura de la central ha acompañado todo el proceso.