La Fiscalía archiva las diligencias abiertas contra el exvicario Mendizabal por abusos a menores
La Fiscalía de Gipuzkoa ha decretado el archivo de las diligencias que abrió contra el exvicario de Gipuzkoa Juan Kruz Mendizabal por abusos sexuales a tres menores, al entender que los hechos han prescrito.
La Fiscalía de Gipuzkoa ha archivado el procedimiento abierto en enero contra el exvicario de Gipuzkoa, Juan Kruz Mendizabal ‘Kakux’ por abusos sexuales a tres menores.
Según la agencia Efe, el archivo de las actuaciones se debe a que los hechos están prescritos, «sin perjuicio de que si surgieran datos nuevos sobre los mismos, se pudiera proceder a su valoración».
Precisamente, ETB difundió ayer el testimonio de una cuarta persona que relató que sufrió abusos sexuales por parte del exvicario en unas colonias de verano, cuando tenía 14 años.
El Ministerio público inició una investigación de oficio sobre este asunto el pasado 11 de enero, después de tener conocimiento de que Mendizabal había sido condenado en un procedimiento eclesial por «tocamientos deshonestos» realizados a dos menores en los años 2001 y 2005.
Un día antes, el Obispado de Donostia había revelado la existencia de una condena eclesiástica a Mendizabal, a la que se llegó «tras haber sido probada la veracidad de las acusaciones» contra el sacerdote al que se le impusieron «diversas penas expiatorias» y otras medidas administrativas y disciplinarias establecidas por el derecho canónico.
Las denuncias por estos casos llegaron al obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, en marzo de 2016, cuando Mendizabal, conocido como ‘Kakux’, desempeñaba el cargo de vicario general, del que fue destituido un mes después.
El Obispado decidió relatar los hechos -cometidos cuando Mendizabal ejercía de sacerdote en una parroquia donostiarra-, tras constatar que los afectados por los abusos habían decidido hacer público el caso.
Días más tarde, un hombre de 36 años acudió al Obispado de Gipuzkoa para denunciar unos hechos similares y relató con detalle al diario ‘Berria’ los tocamientos a los que presuntamente le sometió Mendizabal en 1994, cuando él tenía 13 años, durante un campamento.
El Obispado decretó entonces nuevas medidas preventivas contra Mendizabal, quien desde entonces está obligado a vivir en un monasterio del que sólo puede salir con permiso del obispo, y no puede contactar con menores si no es en presencia de otro adulto.
Según confirmó ayer el obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, a raíz de este tercer asunto la Iglesia abrió a Mendizabal un nuevo proceso canónico en el que actualmente se encuentra incurso.