Santos se compromete a que el 1 de junio estén «todas las armas» de las FARC en manos de la ONU
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha asegurado que el próximo 1 de junio habrá concluido el desarme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), días después de garantizar que esta misma semana entrará «el último guerrillero de las FARC a una de las zonas veredales».
En virtud del acuerdo sellado por el Gobierno y las FARC, la guerrilla tiene para llevar a cabo el desarme un plazo máximo de 180 días, a contar desde el 1 de diciembre, cuando los textos de La Habana fueron ratificados por el Congreso, para entregar todas las armas al Mecanismo de Monitoreo y Verificación, integrado por las partes y Naciones Unidas.
«Para el 1 de junio, cuando se cumplan 180 días desde el llamado 'día D', todas las armas de las FARC que atemorizaron a nuestra población estarán en poder de las Naciones Unidas. ¡Qué gran logro para Colombia y para el mundo!», ha asegurado, en una alocución difundida desde la página web de la Presidencia.
El mandatario ha hecho referencia al desplazamiento de los guerrilleros a las zonas de concentración, movimiento que ha definido como «la marcha de la esperanza». «Centenas y centenas de personas caminando, llegando en buses, camiones, lanchones, hacia el comienzo de una nueva vida», ha señalado, en declaraciones ante varios embajadores y jefes de misiones y organizaciones.
En este sentido, se ha mostrado esperanzado de cara al nuevo proceso de paz en el que se enmarca Colombia con la segunda guerrilla más importante del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), con quien acaba de instalar la mesa, en Ecuador, para llevar a cabo la fase pública de los diálogos en busca de un acuerdo.
«Y ahora comenzamos, con los buenos auspicios de Ecuador, la nación anfitriona, y de los otros garantes, como son Brasil, Chile, Cuba, Noruega y Venezuela, la fase pública de conversaciones con el ELN para que esta paz de Colombia sea una paz completa», ha apuntado.
La ONU se encargará de hacer inventario de los arsenales militares de las FARC para posteriormente destruirlos y construir monumentos a los más de ocho millones de víctimas que ha dejado la guerra en Colombia.
Con la inauguración de las zonas veredales «se silenciarán definitivamente las armas» culminando así la etapa de la guerra, pero comenzará «una igualmente difícil, con desafíos enormes, que es la construcción de la paz» en sí misma, ha recalcado el presidente colombiano.