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Theresa May buscará una «relación especial» con la UE en economía y seguridad

La primera ministra británica, Theresa May, afirma en la carta que ha enviado al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que espera forjar una «relación especial» con el bloque comunitario en los ámbitos de economía y seguridad. La mandataria ha llamado a la unidad de Reino Unido en este «momento histórico» al tiempo que ha ofrecido «más poder» a las diferentes autonomías.

La primera ministra británica, Theresa May, a su salida del número 10 de Downing Street. (Ben STANSALL/AFP)

«El Reino Unido quiere acordar una relación especial y profunda con una Unión Europea sólida», dice la misiva de May, que subraya que «es necesario acordar los términos de la futura relación al mismo tiempo que los de la separación de la Unión Europea».

En la misiva, entregada por el embajador británico en la UE, Tim Barrow, May anuncia la intención de su país de abandonar la Unión Europea y la Comunidad Europea de la Energía Atómica.

«El Gobierno quiere iniciar estas negociaciones con ambición, dando a los ciudadanos y empresas del Reino Unido y la Unión Europea –y, sin duda, de terceros países en todo el mundo– tanta certidumbre como sea posible, tan pronto como sea posible», señala la primera ministra.

La jefa de Gobierno conservadora insiste en la carta en que Reino Unido no buscará continuar siendo un miembro del mercado único, dado que «comprende y respeta» que la UE le exigiría en ese caso mantener la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales.

«Debemos recordar que en el centro de estas negociaciones están los intereses de todos nuestros ciudadanos», ha recalcado la primera ministra.

May ha insistido en que espera llegar a un «acuerdo temprano» sobre los derechos de los comunitarios que viven en Reino Unido y los británicos en el resto del continente, al tiempo que traslada a Bruselas su intención de «trabajar unidos» para «minimizar las dificultades» a ambos lados del Canal de la Mancha.

El Gobierno británico hará especial hincapié en establecer un «amplio acuerdo en seguridad» con los 27 socios comunitarios tras su salida, así como en crear un entorno favorable para construir una nueva relación comercial con la UE.

«Entendemos que habrá consecuencias para el Reino Unido al dejar la Unión Europea: sabemos que perderemos influencia sobre las normas que regulan la economía», admite May.

«También sabemos que las compañías británicas, para comerciar dentro de la UE, se tendrán que alinear con las normas acordadas por instituciones de las que ya no forman parte, tal como hacen en otros mercados internacionales», recalca.

Londres también traslada a Bruselas su interés en establecer un periodo de transición para evitar que una ruptura abrupta de las relaciones que constituya un «precipicio» para las empresas y los individuos.

«Las personas y las empresas en ambos lados, en el Reino Unido y la Unión Europea, se beneficiarían de un periodo de implementación que permita un ajuste suave y ordenado a las nuevas disposiciones», indica la primera ministra.

El artículo 50 del Tratado de Lisboa, el mecanismo que ha activado May para iniciar la desconexión del bloque comunitario, prevé que las negociaciones de dos años se centrarán en las condiciones del divorcio.

La jefa de Gobierno, sin embargo, insiste en su misiva en la necesidad de convenir al mismo tiempo la futura relación bilateral.

«Proponemos un amplio y ambicioso acuerdo de libre comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea. Este acuerdo debería tener mayor alcance y ambición que ningún pacto similar hasta ahora y cubrir sectores cruciales para nuestras economías, como los servicios financieros», afirma.

Autonomías

Por otro lado, May ha aprovechado la misiva para ofrecer más poderes a las autonomías que conforman Reino Unido. «Este Gobierno espera que el resultado de este proceso sea un incremento significativo del poder de decisión de cada una de las administraciones autónomas», ha afirmado.

La próxima salida británica de la UE ha llevado al Gobierno escocés a reclamar un nuevo referéndum de independencia y ha avivado las tensiones en el norte de Irlanda.

«Desde el principio, y durante todas las negociaciones, hablaremos como un único Reino Unido», ha asegurado May, al tiempo que ha reafirmado su compromiso con «tener en cuenta los intereses específicos de cada una de las regiones y naciones» que componen el Estado (Inglaterra, Escocia, Gales y norte de Irlanda).

En esa misma línea, en su discurso ante la Cámara de los Comunes, May ha confirmado la activación del citado artículo «conforme a los deseos del pueblo» y ha apelado a la unidad en este «momento histórico» que no tiene «marcha atrás».