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«Pertur» vuelve a primer plano informativo ¿y judicial?

Un informe recopilatorio promovido por Lakua devuelve a la actualidad la desaparición del dirigente de ETA Eduardo Moreno Bergaretxe «Pertur» hace ya 41 años. Incluye la petición de testimonios y una conclusión: «La investigación fue muy deficiente».


En un momento en que la búsqueda de José Miguel Etxeberria Naparra se ha reactivado, de momento sin resultado, y en que periódicamente rebrotan rumores sobre algún movimiento judicial también en el caso de Eduardo Moreno Bergaretxe Pertur, el Gobierno de Lakua presentó ayer un informe meramente recopilatorio de los indicios existentes sobre esta desaparición ocurrida en julio de 1976. El encargo hecho a la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos de la UPV-EHU y resumido en 40 folios [documento íntegro en NAIZ] viene a mostrar preocupación por el caso e intenta promover la búsqueda de algún nuevo dato que facilite esclarecerlo.

Para ello, lo que se divulga es un resumen «de lo que se sabe y lo que no se sabe», con un cuidado especial y confeso en «no privilegiar ninguna de las dos hipótesis» sobre la autoría: la de que Moreno Bergaretxe fuera víctima de la guerra sucia, avalada por la mayoría de los elementos y por el contexto, y la de que hubiera sido hecho desaparecer por los comandos Bereziak de ETA p-m., sostenida sobre todo desde la familia, aunque no en el momento inicial.

Junto a ello, el estudio conlleva una apelación a la Justicia, que no hizo su trabajo ni en la indagación inicial en el Estado francés ni en la reapertura de diligencias en el Estado español entre 2008 y 2012. Tras recordar que no pueden acreditarse a día de hoy ni el paradero de Pertur ni la responsabilidad de la desaparición, el trabajo añade en las conclusiones que «lo que sí puede asegurarse es que el devenir de la investigación fue muy deficiente desde un principio y a lo largo de los años sucesivos. Desde que se produce la desaparición, la falta de interés por una investigación eficiente y exhaustiva resulta evidente».

¿Mismas probabilidades?

La equidistancia adoptada por esta cátedra de la UPV-EHU («no hay datos que al día de hoy permitan aparecer una u otra hipótesis como más verosímil») fue remarcada en la presentación por el director del informe, Jon Mirena Landa, que anteriormente fue responsable de Derechos Humanos en el equipo del lehendakari Juan José Ibarretxe.

Sin embargo, de los ocho elementos indiciarios previos a la desaparición que se han includio en el informe, siete llevan a pensar que fue una acción de guerra sucia y solo uno alude a la situación interna de discrepancias en ETA p-m. existente en aquel 1976.

Esos siete elementos son: el atentado contra la vivienda familiar de Irun realizado por miembros del Batallón Vasco-Español en noviembre de 1975 (ocho meses antes); las amenazas denunciadas por Pertur en la comisaría de Donibane Lohitzune apenas cuatro meses antes de ser visto por última vez, perpetradas por el grupo ultra Unión Patriótica Nacional y ligadas al secuestro del industrial Angel Berazadi por parte de los poli-milis; la extraña detención de su madre en este mismo mes de marzo, durante tres días, cuando iba a cruzar la frontera para ver a su hijo; la consiguiente iniciativa de intento de «canje» entre la citada Marta Bergaretxe y dos inspectores de policía españoles desaparecidos en Hendaia; la ofensiva contra militantes de ETA anunciada por ‘‘La Voz de España’’ dos meses antes de la desaparición, en la que se citaba expresamente a Eduardo Moreno Bergaretxe; la referencia a acciones en Ipar Euskal Herria en esa época hecha por José Amedo en un libro y vinculada también con el caso de los policías de Hendaia; y el contexto general de atentados parapoliciales y de extrema derecha en los años 1975 y 1976 en el norte del Bidasoa.

Recuerda el informe que tras perderse la pista de Pertur, y más aún a consecuencia de las diversas reivindicaciones posteriores siempre a cargo de organizaciones ultras o directamente dedicadas a la guerra sucia como ATE o Triple A, «las primeras sospechas recayeron sobre los grupos parapoliciales españoles que ya venían atentando contra los refugiados de ETA en el País Vasco Francés». No fue hasta «año y medio después» cuando la familia empezó a señalar como sospechosos a miembros de ETA p-m. al «tener constancia de la rivalidad» existente en la organización.

En relación a esta hipótesis, el estudio de la cátedra de la UPV –presentado ayer junto a Landa por Bertha Gaztelumendi (redactora), Monika Hernando (Lakua) y Aintzane Ezenarro (Gogora)– recuerda que ETA p-m. emprendió indagaciones internas en las que reclamó a cada militante que explicara dónde se encontraba aquel 23 de julio de 1976, sin descubrir nada incriminatorio. Por su parte, ETA-m. (donde se integraron posteriormente los Bereziak) se dirigió a la familia de Pertur en 1978 para trasladarle que, «ante las insinuaciones hechas por miembros de ETA militar», también lo había investigado por su cuenta sin hallar pruebas de que hubiera sido víctima de las tensiones internas.

«No conviene investigar»

Una de las últimas pistas sobre la autoría, que apunta igualmente en la dirección de la guerra sucia, es la afirmación hecha por el locuaz teniente general de la Guardia Civil José Antonio Sáenz de Santa María (ya fallecido) en 1998. Al hilo de las revelaciones sobre el secuestro de Segundo Marey por los GAL que se conocían en ese momento, subrayó que «no debe hacernos olvidar que antes se produjeron otros hechos como el ‘caso Almería’, Cubillo, Montejurra, Argala, Pertur… que no conviene investigar, por el bien de España, pero que son hechos».

Diez años después de esta afirmación, los padres del dirigente de ETA p-m., Álvaro Moreno y Marta Bergaretxe, presentaron una querella en la Audiencia Nacional que forzó la reapertura de la investigación, con Fernando Andreu como instructor. Se investigaron dos hipótesis: la ya mencionada de los Bereziak y la posibilidad de que hubiera sido víctima de mercenarios italianos neofascistas que también actuarían luego en la matanza de Montejurra de mayo de 1976. Se recogieron algunos testimonios y se sondeó la opción de que Moreno Bergaretxe hubiera estado secuestrado y torturado en una masía catalana llamada La Factoría y enterrado después en un bosque cercano. Pero las actuaciones se cerraron de nuevo en 2012 sin llegar a ninguna conclusión y con la conformidad de la familia.

«Este informe debería poder servir para que se volviera a llamar la atención sobre su injusticia y quizás activar una nueva investigación judicial más exhaustiva –concluye este trabajo–. Y en segundo término, para que aquellas personas vivas que tuvieran información de tales hechos pudieran siquiera de forma anónima hacerla llegar para que se pueda aliviar en parte el sufrimiento que sigue generando».

 

«¿La autoría condiciona que se abra o se cierre la puerta a la verdad?»

Sobre el informe sobrevuela un doble temor que Jon Mirena Landa verbalizó en la rueda de prensa: que la investigación quede detenida por alguna de las dos «sombras» que emergen en forma de excusa. Por un lado, la consideración de que el caso haya prescrito judicialmente, lo que niega. Y por otro, la de que aunque fuera sentenciado y hubiera culpables, estuvieran exonerados en el Estado español por la posterior Ley de Amnistía, como ocurre con los responsables de la represión franquista (no sería el caso de la desaparición de «Naparra», que se produjo en 1980, tras la amnistía).

Así, una de las conclusiones del trabajo incide en que «todo intento justificativo de la inacción para seguir en la búsqueda de la verdad resulta inaceptable en términos jurídicos y también humanos. Y ello quizás pueda visualizarse de manera más clara si se reflexiona sobre los hechos según las dos hipótesis de autoría: ¿Las eventuales razones de amnistía, prescripción y en definitiva no perseguibilidad deben aceptarse tanto sean sus presuntos autores miembros de las fuerzas de seguridad –o elementos privados a su servicio– como miembros de ETA? (...) ¿La autoría condiciona que se abra o cierre la puerta a la verdad? ¿La autoría condiciona que se acepte o rechace el estándar de verdad, justicia y reparación del Derecho Internacional de los derechos humanos? Parece evidente que se trata de un caso en que la sombra de la autoría y sus implicaciones políticas han pesado como una losa que ha lastrado la investigación hasta hacerla inefectiva», se responden los autores.

Landa hizo hincapié además en que en estos casos de desaparición forzada aunque haya un archivo provisional en los tribunales, la posibilidad de reapertura siempre está ahí: «No hay manera de cerrarlo» hasta que se produzca la aparición del cadáver. Y añadió el sufrimiento que ello supone para las familias, que no pueden pasar esa página, como subrayaron los Moreno Bergaretxe en un mensaje público con motivo de los 40 años de desaparición. En consecuencia, el director del trabajo apeló a que «sea por justicia o por humanidad, quien tenga algo de información la ponga sobre la mesa. Sería un modo de aminorar ese dolor de la familia».

Emplazó además a que este informe sea empleado como «instrumento» y sustente un esfuerzo institucional de difusión del caso. «Parece recomendable la puesta en marcha de una campaña institucional que dé noticia actualizada de los hechos de esta desaparición y urja a la colaboración ciudadana», concluye el estudio, «al menos para saber qué pasó y/o dónde se encuentra el cuerpo».

 

CRONOLOGÍA: el hecho y la acción judicial

23 julio 1976

Eduardo Moreno Bergaretxe es llevado a Behobia desde Donibane Lohitzune en coche por sus compañeros Miguel Angel Apalategi Apala y Francisco Mujika Garmendia Pakito. Lo dejan cerca de la muga y ahí se pierde su pista. Tenía 26 años.

noviembre 1977

El juez de primera instancia de Baiona Jean Michael Larque declara sobreseído el caso, tras un año escaso de indagaciones que incluyen interrogatorios a dos agentes policiales franceses y a Apala. La comisión rogatoria remitida a Madrid respondida por la Dirección General de Seguridad dirigiendo las culpas a ETA.

setiembre 1997

Una información anónima lleva a abrir un panteón en Biriatu, pero tras realizarse pruebas de ADN se descarta que allí esté Pertur.

mayo 2008

La Audiencia Nacional abre una investigación por la querella de la familia, tanto sobre ETA como sobre la hipótesis de que lo mataran neofascistas italianos, derivada de un sumario abierto en aquel país. Se toma declaración a siete personas ligadas a ETA y a tres ultras. El sumario se archiva en 2012 sin resultado.