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Los bares impulsados por concejales de UPN acaban en tienda gominolas y supermercado

La moratoria de la apertura de bares por saturación fue una de las primeras medidas que tomó el ayuntamiento de Joseba Asirón. El parón afectó a seis bares y dos de ellos, situados en la mejor zona de la ciudad, Mercaderes, estaban vinculados a concejales de UPN. Ahora no cumplen con los requisitos para obtener la licencia y se han convertido en tienda de gominolas y supermercado.

El local de Estafeta, actualmente en obras.

El periódico GARA informaba hace dos años de que dos de los locales afectados por la moratoria a la apertura de nuevos bares en Iruñea (tras la aparición repentina de 70 nuevos establecimientos y la consiguiente queja vecinal) tenían vínculos con dos de los ediles más importantes del equipo de Enrique Maya. Se trataba de los dos locales que se encuentran en pleno recorrido del encierro. Uno de ellos en el antiguo local de Banesto, a un paso de la Plaza del Ayuntamiento, y el otro en la famosa curva de Estafeta.

En el antiguo local de Banesto pretendía montar un establecimiento el hermano de la teniente de alcalde, Ana Elizalde. Detrás del proyecto figuraba la empresa Integración de Servicios Plásticos Nuevos, cuyos administradores son Fermín Elizalde y su esposa. El empresario protagonizó un rocambolesco intento de llevar a los tribunales al concejal de Urbanismo, Joxe Abaurrea, y dos técnicos municipales por esta paralización. La querella se archivó porque «no se ha constatado la existencia de ningún interés personal o político en rechazar la propuesta de otorgamiento de licencia a la entidad querellante».

Por su lado, la historia del local de la curva de Estafeta, actualmente en obras para convertirse en pequeño supermercado, resulta más interesante. La licencia estaba a nombre de la empresa transportista que compró el emblemático bloque, pero quien tramitaba la solicitud era el exconcejal de urbanismo de UPN, Juanjo Echeverria. El documento de solicitud de licencia con firma de Echeverria se registró después de que UPN perdiera las elecciones y cuando ya existía un compromiso por parte del nuevo ayuntamiento por poner coto a los bares en la ciudad.

En Iruñea se daba la extraña situación de que el concejal de Urbanismo no tenía dedicación exclusiva, sino que seguía trabajando como asesor en este tipo de proyectos. Así que Etxeberria podía solicitar una licencia de bar desde su despacho Echeverría & Arquitectosy luego era quien la otorgaba como concejal. Esta situación desató un pequeño escándalo vinculado a otro bar de la calle Estafeta.