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«¿Por qué tenemos que ver a Ibon morir?», pregunta la hermana de Iparragirre

Familares y amigos del preso Ibon Iparragirre han explicado la extrema gravedad en la que se encuentra el vecino de Ondarroa, ingresado en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, tras habérsele diagnosticado ahora una neumonía. Nahia Iparragirre, hermana de Ibon, ha lanzado a la sociedad preguntas para las que no encuentra respuesta, como qué sentido tiene «ver morir a su hermano» y que su madre, de 73 años, se tenga que ver obligada a hacer el viaje sola a Madrid sin saber qué le espera allí. «¿A dónde tenemos que llegar? Que termine ya la venganza» ha pedido.

Familiares de Ibon Iparragirre y de otros presos enfermos han comparecido en Bilbo junto a Etxerat. (ARGAZKI PRESS)

La asociación de familiares de presos Etxerat ha ofrecido una rueda de prensa esta mañana en Bilbo en la que ha emplazado «a instituciones y a agentes políticos y sociales a dar un paso adelante para que los presos enfermos sean excarcelados y para acabar con el alejamiento y la dispersión». Frente a los micrófonos, se han situado Nahia, hermana de Ibon Iparragirre y Andoni Urkiza, amigo del preso de Ondarroa e integrante de la plataforma Iparra Galdu Barik, arropados por familiares de otros presos que padecen enfermedades graves.

Ambos han explicado la crítica situación en la que se encuentra Iparragirre, que no deja de agravarse desde su ingreso en prisión. «Su salud, cada vez más deteriorada, y el funcionamiento, la actitud y la situación en la que vive en la cárcel no tiene nombre», ha destacado Urkiza, quien ha agregado que Ibon, cuyos niveles de defensas rondan las 56 cuando lo normal es que se encuentren entre 1.200 o 2.000, además «no ve a medio metro».

Pese a ello, según ha relatado, ha estado en enfermería en contacto con personas con múltiples enfermedades, con el peligro de contagio que conlleva. Ahora, en el Gregorio Marañón, a su madre le obligan a entrar «con mascarilla», según ha explicado. Ha destacado que están a la espera de los resultados de pruebas que se han ido retrasando o estaban previstas pero no se pudieron realizar porque fue trasladado y ha relatado el contexto de aislamiento en el que vive en prisión alguien con una salud tan delicada, a lo que se añade que ha sufrido múltiples robos y situaciones de acoso por parte de otros reclusos, con el conocimiento de la autoridad penitenciaria.

«Después de tres meses en enfermería, hace 16 días que le hicieron analíticas pero no le han dado los resultados, no tenemos resultados de pruebas de diciembre», ha indicado, al tiempo que ha precisado que Ibon «tiene una mancha en la cabeza». «La última prueba se le hizo el año pasado en mayo, no sabemos en qué estado está la mancha ni cómo le repercute», ha remarcado Urkiza.

«Que termine ya la venganza»

Su hermana Nahia ha agregado que a esta situación ya de por si alarmante se suma lo que representa toda esta situación para la familia. Ha explicado que su hermano no está en Basurto sino en Madrid, a donde su madre de 73 años ha tenido que trasladarse de forma urgente sola y donde sus estancia no será fácil, porque allí «tendrá que buscarse la vida» e «insistir en las pruebas, en los resultados….». «Sufrimos porque tenemos que ver cómo se muere, sufrimos porque vemos a su madre y sus hijos sufrir, porque ellos también ven que se muere y no pasa nada», ha apuntado, al tiempo que ha lanzado una pregunta: «¿Por qué tenemos que ver a mi hermano morir dentro de esta forma y a mi madre así?. ¿A dónde tenemos que llegar? Que termine ya la venganza», ha manifestado.

Etxerat ha dado a conocer que en un reciente viaje a Dinamarca y Suecia, agentes políticos y sociales les han transmitido «su extrañeza e indignación» ante la política penitenciaria de excepción. Han destacado, asimismo, que la Organización Mundial contra la Tortura ha manifestado recientemente en un informe «su preocupación por la situación que padece Ibon Iparragirre y que su mantenimiento en prisión no es compatible con su padecimiento», por lo que ha reclamado su excarcelación.