Helmut Kohl: luces y sombras en la vida del canciller de la reunificación
Lugar y año de nacimiento: Ludwigshafen am Rhein. 3 de abril de 1930 >Carrera política: Presidente de la Unión Demócrata-Cristiana (CDU) (1973.1998). Primer ministro de Renania-Palatinado (1969-1976). Canciller. (1982-1998)
El artífice de unión de las dos repúblicas alemanas y de la introducción de la moneda única marca la vida política del continente, de su país, partido y familia de manera especial más allá de su fallecimiento. No se sabe a ciencia cierta si el excanciller y expresidente de honor de la CDU, Helmut Kohl, aún estaba en condiciones de seguir el rumbo que la UE, Alemania, su partido y familia habían tomado en el último tiempo. Marcado por las secuelas de un accidente que sufrió hace un par de años, dejó este mundo el viernes y detrás suyo varias cosas sin aclarar. El denominador común de los obituarios es recordarlo como un especie de «canciller de hierro», –en referencia a su antecesor prusiano Otto von Bismarck–, que logró en 1990 la segunda unificación alemana en 119 años. Kohl conseguió que la socialista RDA se adhiriera a la capitalista RFA, liderada por él desde 1982. Este hecho histórico le sacó de una situación política complicada que podría haber supuesto el final de su gobierno.
La reunificación fue posible también porque el ministro de Exteriores, Hans Dietrich Genscher, del Partido Liberaldemocrático (FDP), blindó el proceso con una hábil diplomacia. Decisivo fue entonces que el presidente galo, François Mitterand, reconociera públicamente el derecho del pueblo alemán a la autodeterminación. Pero a cambio exigió que la nueva Alemania se integrara más en Europa, dejando el marco y aceptando la moneda única. Entonces no se preveían las impopulares reformas laborales y sociales que darían a la industria alemana una competitividad tal que el euro se convirtiera en un yugo para las economías del sur europeo.
En ese proceso Kohl ya no podía intervenir porque perdió el poder ejecutivo en 1998 y luego su posición de honor dentro de la CDU en medio de un escándalo de financiación ilegal en el no quiso revelar el origen de ciertos fondos. Varios correligionarios aprovecharon para vengarse por el estilo maquiavélico que profesaba a la hora de favorecer a unos pero también de quitárselos de encima cuando ponían en peligro su poder.
La joven Angel Merkel se convirtió en su mejor alumna y en 2000 se hizo con la presidencia de la CDU apartando a su exmentor. Ambos no lograron arreglar del todo su relación. En medio de la crisis del euro, el ya anciano Kohl se oponía públicamente a la política de austeridad de la canciller, aunque no se sabe muy bien si sus declaraciones provenían realmente de él o del entorno de su segunda esposa, Maike Kohl-Richter.
En 2008 se casó en segundas nupcias con esta funcionaria de la Cancillería. A la boda no asistieron sus dos hijos cuya relación había empeorado desde que en 2001 su madre y primera esposa de Kohl decidiera quitarse la vida. El viernes, Walter reconoció que se había enterado por la radio de la muerte de su padre y lamentó no haber podido arreglar su relación. Fue Walter quien en su día acabó con la imagen idílica que el político había creado en torno a su familia durante los 16 años que gobernó el país.