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El fin de semana trae boda, buen tiempo y solidaridad

Las primeras veinticuatro horas de Hatortxu Rock transcurrieron «de manera impresionante y en absoluta normalidad», según destacaron desde la organización. Mientras tanto, en la jornada de ayer la afluencia de gente se multiplicó, circunstancia que se reflejó en el trabajo que desarrollaron los miles de voluntarios.


Fueron miles las personas que llegaron para la segunda jornada de Hatortxu Rock. Muchas de ellas, lo hacían para la noche del viernes, «la más potente en cuanto al cartel» subrayó una cuadrilla venida desde Larrabetzu.

Si la afluencia fue masiva el jueves, sobre todo en el tramo Esne Beltza, Soziedad Alkoholika y Narco, desde la misma tarde de ayer se presagiaba que la gente que se reuniría para ver la despedida de Betagarri y los conciertos de Berri Txarrak, Gatibu o Su Ta Gar, entre otros, superaría lo visto. Reseñable, la boda celebrada en el corazón de Hatortxu Rock, un capricho de alma rockera..

Etxera gunea, el espacio abierto al público situado en la plaza del pueblo, reunió a cientos de personas desde el medio día. Muestra de ello fue el concierto de Anari, cuando el citado recinto se llenó.

Satisfacción

La vigésima edición del festival de solidaridad más grande cumplía 24 horas desde su puesta en marcha y la organización se mostró muy satisfecha. «El jueves nos dejó impresionados, no esperábamos tanta gente» subrayaron, para añadir que «y menos que llegase gente desde el miércoles o que a las 7.30 horas hubiese aficionados haciendo cola».

Destacó asimismo la organización que «a pesar de que desde el principio había mucha gente esperando, no hubo grandes colapsos y que la espera se solventó rápido». Además, «hoy vemos (por ayer) que sigue llegando gente». Los responsables de Hatortxu quisieron destacar la actitud festiva del público: «Se nota que la gente sabe donde está y a qué se viene». Prueba de ello fue «que no hubo incidentes y que las atenciones médicas fueron por algún corte o esguince».

Tras este positivo repaso a la jornada, concluyeron que «después del cansancio y lo duro de estos meses, y, sobre todo, el miércoles, ver el jueves que todo funcionaba y que se disfrutaba fue impresionante, lo del concierto de Esne Beltza, fue brutal».