Marijaia da arranque a la fiesta tras un mensaje por la integración
Bilbo toma el relevo de Donostia y ya ha dado comienzo a sus fiestas. La pregonera Nati Ovelleiro ha animado a imitar a Marijaia y abrir las puertas a los inmigrantes, al igual que la reina de Aste Nagusia hace con sus brazos.
El lanzamiento del txupín ha abierto Aste Nagusia en la plaza del Teatro Arriaga, donde miles de personas han jaleado con entusiasmo a Marijaia.
El recuerdo de las víctimas de los atentados en Catalunya también ha estado presente. La tradicional recepción previa ofrecida por el alcalde, Juan Mari Aburto, se ha iniciado con un minuto de silencio en señal de duelo por las víctimas.
Desde la balconada, Nati Ovelleiro, activista de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak, ha sido la encargada del pronunciar el pregón festivo.
Ovelleiro, vestida con el característico traje amarillo y bicornio, ha trasladado un «abrazo cariñoso» al pueblo catalán y ha dado protagonismo a la campaña contra las agresiones machistas.
También ha elogiado a Bilbo como «ciudad de acogida» para personas de múltiples nacionalidades, en la que «nadie es ilegal» y «no solo en fiestas», ha recordado a quienes «escapan del horror» y ha reivindicado «menos papeles y menos ley mordaza».
Inmediatamente después del pregón, el protagonismo ha recaído en la txupinera Ane Ortiz (Askapeña), encargada del lanzamiento del cohete con el que ha arrancado la fiesta.
Un año más, los llamamientos previos a un txupín limpio no han tenido éxito, ya que en la plaza del Arriaga se ha repetido la costumbre de lanzar una mezcla de harina, huevo y líquido –tampoco faltaba el ketchup–, con la que se han embadurnado numerosos jóvenes.