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La nueva FARC se presenta ante Colombia con un mensaje de reconciliación

Las FARC se presentaron ante Colombia transformadas en el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común y con un mensaje de paz y reconciliación dirigido a toda la sociedad. Avanzaron que buscarán una «gran coalición democrática» para las elecciones de 2018 y aseguraron que su pasado revolucionario no se va a desdibujar.

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«FARC: lanzamiento del partido político», decía el afiche que invitaba anoche a un megaconcierto en la Plaza Bolívar de Bogotá. Las muros de toda la ciudad están tapizados con el nombre de un grupo que, hasta hace poco y durante 53 años, operó en la clandestinidad.

La nueva agrupación política, a la que los acuerdos de paz garantizan diez curules en el Congreso, se llamará Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC). El bautizo tuvo lugar durante el Congreso Nacional de las FARC-EP, evento que marca el tránsito a la vida civil de la ya exguerrilla marxista y en el marco del cual se reunieron durante toda la semana más de 1.200 delegadas y delegados entre exguerrilleros, exmilicianos e integrantes del Partido Comunista Clandestino (PC3).

Muchos critican la decisión de la FARC de conservar el nombre que el 83% de la población colombiana asocia con los cientos de crímenes cometidos durante medio siglo de conflicto. «Puede ser que para algunos las siglas FARC arrastren una imagen negativa, pero representa también nuestro pasado revolucionario que no se va a desdibujar», afirmó en rueda de prensa al cierre del Congreso Iván Márquez, jefe de la Delegación de Paz de la guerrilla en La Habana.

Rosa y estrella roja

El logotipo del nuevo partido es una rosa roja con una estrella al centro que recuerda al del PSOE, aunque la FARC asegura que no perderán su carácter revolucionario. «Es la rosa de la lucha social y de la revolución», manifestó la excombatiente Sandra Ramírez.

Con toda probabilidad Ramírez será, de acuerdo con el diario colombiano “El Espectador”, una de las cuatro mujeres que integrarán la lista de la FARC al Congreso, aunque la relación oficial de nombres aún no ha sido divulgada por el nuevo partido. Según un documento interno al que hace referencia ese diario, la FARC afirma querer otorgar «a la mujer un lugar central en la lucha contra la dominación y la explotación propias del orden social vigente».

Sus dirigentes afirmaron que habrá dirección colectiva –integrada por 111 personas– y que el Congreso constitutivo del partido ratificó el liderazgo del comandante en jefe de la guerrilla Rodrigo Londoño, Timochenko, y de todo su Estado Mayor.

«¿Por qué diez curules gratis sin un voto? ¿Por qué tanto? Hay grupos, incluso de izquierda, que no usaron las armas y van a quedar en desnivel», declaró en una entrevista María Fernanda Cabal, congresista del ultraderechista Centro Democrático, el partido fundad por el expresidente Álvaro Uribe, que tiene relaciones documentadas con los grupos paramilitares y que siempre estuvo en contra del proceso de paz.

Por esto, los representantes de la FARC anunciaron estar dispuestos a dialogar con Uribe para «dar un paso más hacia la paz; debemos dejar atrás tiempos del odio, hacer una Colombia en donde quepamos todos».

El expresidente no contestó a la invitación, pero si el Centro Democrático gana las elecciones presidenciales de 2018, casi con seguridad intentará tumbar las partes del acuerdo de paz a las que las negociaciones no pusieron candados muy resistentes.

Hay que destacar que la percepción de la población colombiana sobre los partidos tradicionales es tan mala que, de acuerdo a los resultados de la encuesta Gallup Poll de agosto, la FARC contaría con la opinión favorable del 12% de la población, dos puntos por encima de las demás formaciones.

Mecanismo de sanción

«Me parece terrible que las FARC hagan su Congreso sin antes haberle contado algo de verdad al país, sin respeto por la dignidad de la víctimas», dice Cabal. «Este cinismo no contribuye a crear un ambiente de reconciliación. Vamos a ver en el Congreso al comandante Iván Márquez y a todos los grandes asesinos antes de ir a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)».

La JEP es una entidad creada por los acuerdos de paz para juzgar a los crímenes cometidos en el marco del conflicto armado colombiano, sea por parte de la guerrilla que por parte de agentes del Estado. Se prevé que la JEP entre en funciones en marzo de 2018, y los 10 congresistas de la FARC tomaran posesión sus cargos antes de pasar por ella.

«Lo que prevé la JEP es un mecanismo de sanción para quienes cometieron delitos graves y amnistías para quienes cometieron delitos amnistiables. Como en cualquier proceso de transición está previsto que aquellos que puedan ser sujetos de la JEP sí puedan participar en política», explica Diego Martínez, asesor jurídico de la delegación de paz en La Habana y miembro de la comisión jurídica que creó este organismo. «Hay que pensar este proceso de una manera integral, no es un proceso penal sino un proceso de transición hacia la política», añade.

 

La mesa de diálogo del Gobierno y el ELN recibirá a las víctimas

Las delegaciones del Gobierno de Colombia y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que mantienen en Quito un diálogo por la paz recibieron esta semana una propuesta de acuerdo humanitario de víctimas del conflicto armado, informó el equipo negociador del Ejecutivo de Juan Manuel Santos. La mesa instalada en la capital ecuatoriana se reunirá con víctimas del conflicto, que estarán acompañadas por representantes de Naciones Unidas y de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de Estados Americanos (MAPP OEA).

La propuesta partió de comunidades del Chocó, región especialmente golpeada por el conflicto armado en el país suramericano, que quienes exponer ante la mesa de diálogo en Ecuador sus situaciones y manifestar sus deseos de que el conflicto disminuya en esa región. El encuentro con los portavoces de las víctimas en el Chocó (noroeste de Colombia) tendrá lugar en el marco de la última semana del tercer ciclo de negociaciones entre las partes.

El pasado lunes las delegaciones del Gobierno de Colombia y del ELN encabezadas por jefes negociadores Juan Camilo Restrepo y Pablo Beltrán, respectivamente, se reunieron con el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, quien declaró que «mi deseo fundamental es que haya paz y que podamos gozar de la paz» para que «igual que las FARC, el ELN se integre a la vida democrática y política».

Restrepo aseguró entonces que se estaban haciendo todos los esfuerzos para poder anunciar un cese al fuego bilateral y temporal para el final del tercer ciclo, que tuvo lugar ayer sin que al cierre de esta edición se realizara un anuncio en este sentido.«Estamos empeñados en dar también ‘el primer paso’ hacia la paz al convenir un cese al fuego bilateral y de hostilidades temporal que beneficie a la población civil», dijo Restrepo el lunes.

El jueves, un ataque con explosivos atribuido al ELN contra una patrulla de la Armada en el departamento colombiano de Arauca, fronterizo con Venezuela, dejó heridos a tres infantes de la marina.

A la reunión en el palacio de Carondelet asistieron la ministra de relaciones exteriores de Ecuador, María Fernanda Espinosa, además de representantes de los países garantes del proceso (Brasil, Cuba, Chile, Ecuador, Noruega y Venezuela).

El Gobierno de Colombia y el ELN abrieron el 7 de febrero en Quito un proceso de diálogo encaminado a terminar con el enfrentamiento que han mantenido durante más de 52 años.GARA