El independentismo, en busca de una respuesta unitaria al Estado
Puigdemont, que estos días redobla reuniones y consultas con los agentes soberanistas para acordar una respuesta al requerimiento del Gobierno español, mantiene el silencio mientras desde la CUP, ERC y sectores del PDeCAT, cada uno con su tono y medida, reclaman seguir dando pasos hacia la proclamación efectiva de la independencia.
Al president, Carles Puigdemont, le quedan 24 horas para contestar al requerimiento del Gobierno español y aclarar si el pasado martes declaró la independencia o no. Cualquier respuesta que no sea una simple negativa llevará al Gobierno español a dar el segundo paso para aplicar el artículo 155 de la Constitución, que es llevar al Senado las medidas concretas que propone para defender «el interés general».
Sugerencias no faltan en Moncloa, empezando por las trasladadas por el líder del PP en Catalunya, Xavier García Albiol, que sugirió tomar el control de la educación y de los Mossos d’Esquadra, extremo este que ayer avaló hasta el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, otrora abanderado de la iniciativa “Hablemos”. Desde los medios madrileños se reclama también la intervención de la radiotelevisión pública. Y para rematarlo, desde el Ministerio de Hacienda se informó de que no revertirán la intervención de las finanzas catalanas aunque Catalunya entierre la declaración de independencia.
Si algo ha quedado claro en la última semana es que la oferta de diálogo que el martes trasladó Puigdemont al Estado español y a la comunidad internacional ha caído directamente en saco roto. En consonancia, las fuerzas independentistas aprietan ahora para que la proclamación efectiva de la República catalana se produzca esta misma semana que viene. Por su parte, Puigdemont, en silencio los últimos días, multiplica sus reuniones y consultas antes de decidir sobre la respuesta a Rajoy, que quiere utilizar para recomponer la unidad soberanista, dañada tras el cambio de guión del pleno del martes.
La propuesta de la CUP
La presión más explícita llega desde la CUP, que ayer celebró un Consell Polític tras el que reclamó que la propia respuesta de Puigdemont sirva para proclamar la independencia. Por la tarde, los cuperos acordaron proponer la celebración de un pleno monográfico «para hablar de la República catalana y del inicio del proceso constituyente». La formación independentista pide que el pleno culmine «con la proclamación solemne del Estado catalán independiente en forma de república».
No fue tan contundente, ni mucho menos, el vicepresidente, Oriol Junqueras, en el discurso de clausura del consejo nacional extraordinario de ERC celebrado ayer. El más concurrido en mucho tiempo. Aunque hace tres días sugirió que no hay razón para mantener la declaración de independencia en suspenso, ayer Junqueras se mantuvo más prudente y rechazó pronunciarse al respecto. Prefirió centrarse en dos obsesiones, que son la unidad de acción –manifestó su apoyo a Puigdemont– y la mediación: «Este compromiso de evidenciar ante los ojos del mundo quién quiere dialogar y quién se niega, quién está abierto a la negociación y quién no, nos hace aparecer como más razonables en el ámbito de las naciones y de los Estados libres».
Con todo, Junqueras también recordó que no se puede aparcar la independencia a la espera de que el diálogo prospere. «Para que tenga alguna expectativa de fructificar, (la mediación) debe tener como referente la construcción de la República», aseguró, en sintonía con la CUP.
Grietas en Europa
Aunque la respuesta de la UE como institución quedó clara el viernes, los movimientos en algunos Estados dan a entender que la posición no es monolítica. Ayer, el primer ministro belga, Charles Michel, insistió en que es necesario abrir una negociación, mientras que el Parlamento esloveno pidió una solución pacífica para Catalunya, acompañada del respeto a su derecho a la autodeterminación.
Las llamadas al diálogo y las críticas a la violencia estatal el 1-O también llegaron ayer desde la comunidad de San Egidio, estrechamente vinculada al Vaticano y que ya cumplió un papel en el desarme de ETA el pasado 8 de abril.
Apuntes del día
Cambios en la ANC
Tras la dimisión de la presidenta de la ANC, Natàlia Esteve –se ha especulado con desavenencias con Jordi Sànchez–, el exdirector del Museo de Historia de Catalunya Agustí Alcoberro fue elegido ayer como sustituto. Esta misma semana había abogado por proclamar la independencia.
Bélgica se sale del guión europeo
El primer ministro belga, Charles Michel, rompió ayer el cierre de filas europeo con Rajoy al insistir en sus críticas a la violencia del 1-O y a la apuesta por el diálogo entre España y Catalunya. En una entrevista en “Le Soir” aseguró que líderes de la UE comparten sus críticas al Gobierno español.