El PSC y los herereros de Unió buscan «el catalanismo moderado»
El PSC y Units per Avançar han sellado hoy una alianza electoral para atraer al «catalanismo moderado» no independentista, mediante la cual dirigentes del partido heredero de la extinta Unió se integran en la lista socialista, entre ellos Ramon Espadaler, como número 3 por Barcelona, y Montserrat Surroca.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el presidente de Units per Avançar, Oriol Molins, han presentado el acuerdo en rueda de prensa tras una reunión extraordinaria de la ejecutiva del PSC, cuyo consejo nacional deberá ratificar dicho pacto el próximo viernes.
Bajo el título ‘Alianza por el seny y el catalanismo’, la «colaboración electoral y de legislatura» cerrada por ambas formaciones contempla la integración de nombres de Units per Avançar en la candidatura de Miquel Iceta para las elecciones de diciembre.
Así, el PSC cederá dos puestos de salida a Units per Avançar en sus listas para el 21D: el número tres del PSC por Barcelona, que ocupará el ex secretario general de Unió y exconseller de Interior Ramon Espadaler, y el número 2 por Girona, que será para Montserrat Surroca, exportavoz de Unió y exdiputada de CiU en el Congreso, según han explicado a Efe fuentes conocedoras del acuerdo.
Tanto el número tres tanto por Lleida como Tarragona serán también de Units per Avançar, y se incorporarán otros nombres, ya por debajo, en la candidatura por Barcelona.
Además de hacer campaña conjuntamente, el grupo parlamentario que surja pasará a denominarse Socialistes-Units per Avançar, y esta última formación tendrá un representante en la dirección del grupo.
El pacto de legislatura sellado explicita que ambas formaciones defienden la «renovación del pacto constitucional» como «garantía de una buena convivencia entre catalanes y entre Cataluña y España», y se comprometen a impulsar las medidas necesarias para«recuperar el autogobierno, dejando sin efecto la aplicación del artículo 155».
Respecto a las diferencias ideológicas, se concreta que cada formación podrá votar de manera «diferenciada» en las «votaciones y decisiones parlamentarias relativas a la consciencia personal y ciertos ámbitos programáticos», y se comprometen a mantener el «consenso» sobre la Ley de Educación de Catalunya y a «garantizar el mantenimiento y desarrollo» del sistema sanitario catalán.
En una comparecencia con presencia de miembros de ambas cúpulas –entre ellos Espadaler sentado en primera fila junto al secretario de Organización del PSC, Salvador Illa–, Molins ha asegurado que el 90% de sus afiliados ha apoyado que la formación se sume a esa «candidatura catalanista», pese a las diferencias con el PSC.
Iceta, «futuro president»
«Si Iceta es el futuro presidente, las posibilidades de pacto se multiplican. Por eso hemos hecho un acuerdo que permite a muchos catalanistas huérfanos de representación política moderada, que tengan una opción en las próximas elecciones», ha resaltado Molins.
Por su parte, Iceta ha calificado el día de «muy importante» tras un acuerdo que, a su juicio, sirve para «proporcionar una esperanza» a aquellos votantes catalanistas no independentistas.
«Si quieres resultados diferentes, no hagas lo de siempre. No nos resignamos a hacer lo de siempre, divididos como siempre», ha dicho. «La severa crisis en Catalunya exige un esfuerzo de reconstrucción, tejer complicidades, dar esperanza de entendimiento entre diferentes y recuperar los valores fundacionales del catalanismo».
Por ello, la alianza busca «reivindicar la transversalidad del catalanismo» y «no es un arreglo para tener dos puestos o dos diputados más, sino para que el país avance desde la unidad», ha dicho Iceta, que ha descartado acuerdos similares con otras fuerzas, más allá de apoyos individuales o colectivos que puedan darse.
El líder del PSC ha elogiado además la «validez» y «generosidad» de Espadaler, tanto por su «capacidad contrastada y experiencia de gobierno» como su "apuesta a favor del diálogo y del pacto». «La política catalana estaba más coja sin él», ha dicho Iceta.
Espadaler dejó la cartera de Interior cuando Unió rompió con CDC en junio de 2015, por el giro independentista del Govern de Artur Mas, y meses después encabezó la lista de Unió en las elecciones, en las que los democristianos no obtuvieron ningún diputado pese a cosechar cerca de 100.000 votos.
A partir de entonces, Unió fue precipitándose al vacío, diezmada por las bajas y la pérdida de representación parlamentaria y ahogada por su deuda millonaria, hasta que el pasado mes de marzo Espadaler envió una carta de despedida a la militancia en la que informaba de que el juzgado mercantil había iniciado la liquidación del partido tras constatar que no tiene viabilidad económica