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El soberanismo hará un recuento electoral paralelo la noche del 21D

La ANC y los Comités de Defensa del Referéndum, con el apoyo de la CUP y cierta coordinación con el resto de las candidaturas independentistas, preparan un recuento alternativo para garantizar la pulcritud de las elecciones del 21D. Un apoderado ante cada mesa electoral transmitirá los resultados, que se publicarán a tiempo real en internet.


Un recuento electoral a tiempo real realizado por la ciudadanía y transmitido en directo a través de Internet. Es el nuevo reto de un independentismo que ya dio cuenta de su capacidades inventivas, virtuales y físicas, en el referéndum del 1-O. El carácter impuesto de las elecciones del 21 de diciembre, con condicionantes tan graves como el encarcelamiento de uno de los cabezas de lista y el exilio de otro, y con toques de atención como el rechazo de la Junta Electoral a la presencia de observadores electorales han llevado a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y a los Comités de Defensa de la República (CDR) a poner en marcha un recuento paralelo al oficial.

Lo presentaron ayer bajo el paraguas de la campaña «Tu votas, tu cuentas», y con la presencia de Maria Ballester, candidata de la CUP, única formación que ha mostrado su total apoyo a la iniciativa. El objetivo es tener a una persona en cada una de las mesas electorales que se constituyan el 21 de diciembre, para lo cual deberán registrarse como apoderados de cualquiera de las tres listas independentistas y no tener ningún otro cometido. Junts per Catalunya y ERC sí que colaborarán a este nivel.

La sectorial informática de la ANC y los expertos de los CDR están trabajando ahora en una aplicación que se pondrá en manos de todos estos apoderados, que transmitirán los adelantos sobre la cifra de participación que se den al mediodía y a la tarde, y que, una vez realizado el escrutinio de cada urna, enviarán la foto del acta de cada mesa electoral. Esta información será recibida, según adelantaron ayer, en un centro logístico en el que 250 personas darán validez a los datos junto a 35 coordinadores regionales.

De ahí irá directamente a la web que se creará para la ocasión. Todo hijo de vecino con acceso a la web podrá, de esta manera, seguir en directo el recuento paralelo del soberanismo civil, que a su vez se emitirá también en una pantalla gigante instalada en la plaza Universitat, donde la ANC seguirá y celebrará –si los números acompañan– los resultados.

Las razones para impulsar el recuento paralelo las resumieron ayer el representante de la ANC, Jordi Pairó, que subrayó la «desconfianza» hacia la actuación del Estado, y la activista de los CDR Marina Morante, que apeló a la autoorganización y el empoderamiento del 1-O.

Total apoyo de la CUP

El embrión de la iniciativa surge en el mismo momento en el que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, disuelve el Parlament y convoca las elecciones del 21D. La intención inicial, sin embargo, era contar con la colaboración activa de todas las fuerzas independentistas. No ha sido posible. La CUP ha dado su apoyo completo, poniendo a disposición del recuento paralelo a los más de 5.000 apoderados que ya tiene inscritos, pero no ha ocurrido lo mismo con Junts per Catalunya y ERC, que han preferido coordinar su propio equipo de apoderados. Eso sí, ayer Pairó aseguró que la coordinación existe, incluida alguna «colaboración puntual».

Las dos principales candidaturas independentistas han priorizado la pugna electoral clásica que, según van apuntando las siempre cuestionables encuestas, los sitúa en una competencia cada vez más ajustada. El encarcelamiento de Junqueras lastra a una Esquerra que no consigue acabar de vestir a Marta Rovira de presidenciable. Síntoma de ello, ayer se anunció la participación en la campaña de Carme Forcadell, hasta ahora en un discreto segundo plano.

En las filas del PDeCAT, agazapadas tras la lista del president Puigdemont, reina el alivio y aflora cierta arrogancia. Su tendencia es ascendente, y con la restitución del presidente legítimo de la Generalitat como único punto del programa, no han dudado dejar a un lado la negociación con ERC y la CUP para acordar ciertos aspectos del programa electoral. Se publicó que iban a ser nueve puntos –que PDeCAT y ERC ya tenían prenegociados–, la CUP los intentó rebajar a tres, y parecía que se abría el consenso en acordar finalmente cinco puntos. Pero esta misma semana JxCat decidió abandonar, por lo que el independentismo, finalmente, no compartirá puntos en común.

O lo que es lo mismo, a día de hoy las fuerzas que aprobaron la Declaración de la República el 27 de octubre en el Parlament no tienen una hoja de ruta común para después del 21D. El hecho quedo de manifiesto ayer en el comedido pero evidente toma y daca entre el conseller de Justicia, Carles Mundó, que salió de la cárcel el lunes y concurre en la lista de Esquerra, y Puigdemont. En una entrevista en Nació Digital, el primero sugirió que JxCat debería designar un candidato alternativo a la Presidencia por si Puigdemont no puede asumir el cargo, a lo que este último contestó que impedir la investidura del Govern legítimo –del que Mundó forma parte– es permitir que el 155 continúe en vigor.

No acaba de extrañar, visto lo visto, que Rajoy asegurase ayer que la aplicación del 155 «ha frenado en seco el delirio de la independencia». Pero no está para tirar cohetes el presidente del Gobierno español, que pronunció las triunfantes palabras en Lleida, circunscripción en la que el partido se está volcando al ver peligrar su único diputado en la provincia. El escaño amenaza con pasar a la bancada de Ciudadanos, pesadilla doméstica de un PP que podría verse relegado a última fuerza parlamentaria.

 

Urkullu plantea una «directiva de claridad» para consultar a la ciudadanía con garantías

El lehendakari, Iñigo Urkullu, instó ayer a la Unión Europea a implementar una «directiva de claridad», que proporcione a las naciones sin estado que forman parte del proyecto europeo «un cauce legal para poder consultar a la ciudadanía con garantías y abrir una vía de negociación sobre su futuro». En paralelo, Urkullu planteó la necesidad de que se habilite un procedimiento «ad-hoc» que «posibilite la permanencia en la UE de los estados que surjan como consecuencia de un proceso capaz de combinar el principio democrático y el principio de legalidad».

El lehendakari hizo ambas propuestas durante su participación en el consejo que el Partido Demócrata Europeo, del que el PNV forma parte, y que se celebra estos días en Roma. En un comunicado, la formación jeltzale informó de que Urkullu intervino ante autoridades de 15 estados europeos, incluido el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. Urkullu lanzó precisamente ambas propuestas dentro de una de las tres cuestiones que el consejo planteaba a los participantes, bajo el epígrafe «Procesos de Separación de la UE y tentativas de secesión: ¿van a aumentar o disminuir?».

En su intervención, recogida por Efe, el lehendakari manifestó que frente a situaciones como el Brexit, que llevan a un estado miembro a «abandonar el proyecto de la Unión Europea», resulta «paradójica» la actitud de las más altas autoridades comunitarias ante las reivindicaciones de naciones sin estado que, «como Euskadi, forman parte del proyecto europeo y han expresado, con absoluta nitidez, su vocación europeísta, una vocación orientada a participar en un proyecto de la Unión Europea, no de Unidad de Estados Europeos»

Urkullu, que abogó por una actitud «propositiva, no reactiva» de la UE ante estas situaciones, sostuvo que ante propuestas democráticas que en el seno de los estados puedan plantear las diferentes realidades nacionales encaminadas a decidir su propio futuro, se pueden plantear dos alternativas: la vía del diálogo, la negociación y el acuerdo; o bien la vía de la prohibición, la amenaza y la deslegitimación. A juicio del lehendakari, las instituciones europeas deberían «aceptar una realidad innegable, anticipar soluciones políticas y ofrecer un cauce de expresión a esta demandas legítimas». Recalcó al respecto que «la clave de la construcción de un proyecto común es que el protagonismo político y decisorio se comparta con las naciones sin Estado».

Ahondó, asimismo, en la idea de que «las naciones sin estado no somos un problema que Europa tiene que ignorar» sino «una realidad que es preciso asumir». «Tenemos derecho a tener un cauce de representación real y diferenciada en el proyecto de construcción europeo», defendió.

En su condición de vicepresidente del Partido Demócrata Europeo, también el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, intervino ayer en Roma. Según informó la formación, Ortuzar instó a las autoridades presentes a no dejarse «llevar a equívocos» ante los movimientos en el interior de muchos estados europeos que «reclaman mayores cuotas de soberanía territorial». «Sé que estos conflictos políticos están generando una gran preocupación en los principales Estados europeos, que los ven como una amenaza para la arquitectura actual del propio proyecto europeo –sostuvo Ortuzar–, para agregar que «la mayoría de estas iniciativas obedecen a reivindicaciones identitarias y a realidades nacionales con raíces históricas y culturales que, además, cuentan con amplia vocación europeísta. En este contexto, Ortuzar animó a dar solución y encaje «dentro de su gobernanza multinivel» a realidades nacionales que «ni la fragmentan ni la quiebran, sino que la enriquecen» precisamente en su diversidad.GARA