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Aprobada la compra del edificio de grupo Oscoz 12-14 de Arrotxapea para demolerlo

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Iruñea ha aprobado el expediente por el que se acepta la oferta para la compra del edificio de viviendas del grupo Oscoz 12-14. Se trata de uno de los inmuebles más antiguos del barrio de Arrotxapea, declarado fuera de ordenación por el planeamiento vigente, y para el que se había previsto su desaparición.


El acuerdo municipal prevé la compraventa de este edificio de 16 viviendas por un importe de 593.720,63 euros.

Con esta actuación, el Ayuntamiento de Iruñea culminará las pretensiones municipales para la demolición del edificio y obtener en la parcela liberada de la edificación un espacio libre de uso público, mejorando las condiciones de habitabilidad y accesibilidad de las viviendas y las condiciones ambientales y urbanas de la zona.

El edificio del grupo Oscoz data de 1917, año en que se inició su construcción. Se trata de un inmueble de cuatro plantas de piso destinadas todas ellas a viviendas. Se distribuye en dos portales de ocho viviendas cada uno, 16 en total, levantadas con la tecnología y formas propias de finales del siglo XIX. A partir del año 1961, la segunda fase de la promoción dejó encerrado en una especie de patio interior al primer bloque original.

El edificio se encuentra dentro del ámbito de las denominadas como ‘zonas vulnerables’, según un estudio realizado por la sociedad Pamplona Centro Histórico-Iruña Biziberritzen. El estudio de vulnerabilidad de la zona, en sus conclusiones, plantea como medida básica y urgente previa a cualquier otro tipo de intervenciones la eliminación del edificio interior, dados los problemas de habitabilidad que genera en el conjunto del grupo y que impide actuaciones de rehabilitación integral de los edificios.

La antigüedad del edificio Oscoz 12-14, la precaria construcción, las escasas o nulas inversiones de conservación y mantenimiento, la supuesta y comparativa mejor calidad de las viviendas de la segunda fase, han determinado a lo largo del tiempo un cierto abandono del bloque.

Según recoge el informe de Pamplona Centro Histórico, se ha configurado en un «nicho de infravivienda en la que, aprovechando los bajos precios de los alquileres, se concentran sectores de población marginales, en situación de pobreza y en riesgo de exclusión social».

El derribo del edificio degradado se considera el paso previo, y supondrá un impulso a otras actuaciones de rehabilitación que deberán gestionar los propietarios de los edificios adyacentes.

La oferta aceptada por el Ayuntamiento, fruto de un informe de tasación previo, prevé el abono de 300.000 euros antes del 31 de diciembre de 2017, coincidiendo con la firma de la escritura pública, y el resto, 293.720,63 euros, antes del 30 de junio de 2018, coincidiendo con la firma del acta de entrega y puesta a disposición del Ayuntamiento del edificio.