INFO

El debate sobre el calendario del Brexit revela de nuevo la debilidad de Theresa May

La primera ministra británica, Theresa May, evidenció de nuevo su debilidad al afirmar, presionada por los diputados conservadores, que la fecha del Brexit podría aplazarse «excepcionalmente».


La fecha del divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea centra los debates del Parlamento británico, que comenzó ayer la última sesión para examinar el proyecto de ley del Brexit, que debe poner fin a la supremacía del derecho europeo. Según el texto debatido, el Brexit será efectivo el 29 de marzo de 2019, esto es, justo dos años después de que Londres lanzara el proceso de separación de la UE.

May se vio obligada a aceptar un compromiso sobre el aplazamiento «excepcional» para evitar una nueva derrota parlamentaria, como la que sufrió la semana pasada, cuando once diputados conservadores votaron a favor de que el Parlamento dé el visto bueno final a los términos del Brexit.

La disposición sobre el aplazamiento fue debatida incluso en las filas del Partido Conservador, pues algunos diputados consideran que fijar una fecha con antelación puede debilitar la posición de Londres en las negociaciones con Bruselas. Tres diputados tories presentaron una enmienda para mantener la fecha en el 29 de marzo de 2019, pero autorizando un eventual aplazamiento. Un compromiso al que May dio su visto bueno poco antes del inicio de la sesión parlamentaria.

«Si tuviéramos que utilizar esa disposición, solo sería en circunstancias excepcionales y por una duración tan corta como fuera posible», matizó, reafirmando su intención de cumplir con el plazo anunciado.

May propuso que este periodo de transición durara como mínimo dos años, hasta el 29 de marzo de 2021.

Bruselas fija fecha

Pero la UE ofreció ayer que termine el 31 de diciembre de 2020. «Esta transición debe ser corta y limitada en el tiempo», declaró el negociador jefe de los 27, Michel Barnier. Los dirigentes europeos advirtieron que el Reino Unido no podrá dejar la unión aduanera o el mercado único y pretender continuar sacando beneficios.

Barnier subrayó que no habrá transición «a la carta», pues durante ese plazo todas las políticas de la Unión seguirán en vigor en el territorio británico, y Londres estará obligada a respetar la integridad del Mercado Interior y de la Unión Aduanera, además de todas las reglas adoptadas en el club comunitario durante ese plazo.

La debilidad de May no solo se refleja en la Cámara, sino en el propio Gobierno que, en una primera reunión dedicada a la transición, evidenció el martes las divergencias entre partidarios de una ruptura clara con la UE y los que reclaman un Brexit más blando

 

Una dimisión aumenta los problemas del Gobierno británico

En medio de la frágil posición de los conservadores británicos, la dimisión del viceprimer ministro, Damian Green, aumentó ayer los problemas de Theresa May. Green dimitió tras conocerse la gran cantidad de material pornográfico encontrado en su despacho en la Cámara de los Comunes. La Policía lo halló en 2008, al investigar las escuchas de News Corporation. Un agente reveló hace unos días que en el ordenador de trabajo de Green había miles de archivos pornográficos, aunque de contenido legal. Esta revelación se sumó a las recientes acusaciones de la escritora Kate Maltby, según la cuales el viceprimer ministro le tocó la pierna con connotaciones sexuales. En su carta de dimisión, Green explicó que abandona el cargo por las «inapropiadas y engañosas» declaraciones que hizo sobre el material encontrado en su despacho. Según la BBC, May aceptó su renuncia y dijo estar «tremendamente triste». Green compartió estudios en Oxford con May, ambos ingresaron en el Parlamento en 1997 y sirvieron nueve meses en el Ministerio del Interior. Al llegar a Downing Street, May le nombró viceprimer ministro, y ha sido una pieza vital en un Gobierno dividido.GARA